Capítulo 13

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Ví la mirada amenazante en los ojos dorados de Harek y la voz más enojada que había escuchado de él se hizo presente.

—ENTRA. –Habló mirándolo–

Su voz demostraba enfado, estaba cabreado sus ojos lo confirmaban. Aquella visita no le hacía nada de gracia.

Adren se adentró en el despacho pero Harek no se movió de la puerta, solo me miró, sus ojos dorados me analizaron durante un buen rato.

Nuestras miradas se vieron interrumpidas por el golpe en la puerta principal, caminé hacia ella y la abrí

Ahí habían dos chicos, ambos castaños parecían ser gemelos. Sus bocas iban a gesticular algo pero antes de que pudieran hacerlo se vieron interrumpidas por aquella voz detrás de mí.

—NO HABLEN, SOLO ENTREN. –ordenó–

Su cabreada voz no se hizo esperar, no estaba gritando pero si el tono era más alto de lo normal y a la vez totalmente firme.

Ambos chicos pasaron por mi lado y entraron al despacho. Cerré la puerta tras de mí y solo corrí por el pueblo hasta llegar al hospital, me adentré en él y seguí corriendo esta vez hacia la habitación de Alice.

Traté de calmar mi respiración antes de abrir la puerta. Respiré profundo y lo hice. Cuando entré ví al rubio sentado al lado de ella hablándole, ambos se giraron hacia mí al verme entrar y sonrieron.

Me acerqué a ellos y me senté en una cómoda silla que había al lado de la cama.

—¿Todo está bien? –pregunté con preocupación–

Dexler sonrió y habló.

—Todo marcha de maravilla, Rysh –sonrió tiernamente– solo le comentaba a Alice que me gustaría que se quedará unos días aquí mientras su costilla sana totalmente, no quiero que se mueva demasiado y termine empeorando la situación.

—¿Será mucho tiempo?–volví a preguntar esta vez con más calma–

Él negó con la cabeza.

—Su lobo se encargará de hacerla sanar con rapidez, es solo una fractura. En unos días estará bien.

Respiré aliviada al escuchar eso, Dexler miró el reloj de la pared levantándose con rapidez.

—Debo marcharme, Harek estará furioso si llego más tarde.

Caminó hacia la salida y abrió la puerta, pero antes de marcharse me miró.

—Erin dijo que iba a visitarte más tarde, Rysh.

Asentí y él se despidió de nosotras marchándose, me levanté para arreglar la cobija de Alice y volví a sentarme en la silla.

—¿Crees que son confiables? –habló–

La miré confundida.

—¿Qué te hace pensar que no? –mi voz sonó llena de duda– Nos han ayudado mucho en tan poco tiempo, Alice. Dudó muchísimo que quieran hacernos daño.

Ella miró por la ventana y calló un momento.

—Dexler me ha preguntado mucho por ti, creo que le gustas –me miró sonriendo–

Reí mirándola.

—A ti te gusta –rebatí– ¿O qué? , ¿Crees que no me doy cuenta de los ojitos que le pones?

Ella tapó su boca demostrando asombro y empezó a reír con dificultad por el dolor que sentía en aquella costilla

—¿Se nota mucho? –me miró con los ojos muy abiertos– yo trataba de ser discreta, a ver si caía en los encantos.

Volvimos a reír pero nuestra risa se vió interrumpida por la puerta abriéndose, mis ojos reconocieron de inmediato a Erin entrando con una gran bandeja.

—Buenos días –sonrió– le traigo el desayuno a la pequeña cachorra.

Sonreí al ver la cara de enfado de Alice, odiaba que la llamarán así. entró dejando la bandeja en la cama para ella.

Miró el reloj de su muñeca y me miró.

—¿Has desayunado, Rysh?

Negué con la cabeza y ella sonrió.

—Que bien, yo tampoco. Podemos desayunar juntas si quieres.

—Estaría bien –respondí devolviéndole la sonrisa–

Dejamos a Alice desayunar tranquila viendo la televisión y salimos del hospital.

Caminamos por el pueblo hasta llegar a la dirección contraria de la casa de Harek, ahí había una gran construcción del mismo tamaño de la de su hijo. Ella abrió la puerta y me dejó entrar primero.

Toda la casa de Erin estaba llena de cuadros, Harek solo tenía algunos en la entrada. Miré las fotografías y sonreí al ver esos ojos azules y un cabello negro, al lado de él estaba su padre ¡Eran iguales! Aquella foto debía tener poco tiempo.

Erin se acercó a mí y analizó la foto.

—Zach y Harek son idénticos –sonrió con ternura–

Caminó un poco en dirección a la cocina y habló con una chica para que sirviera el desayuno, aquí todos eran tan cordiales con todo el mundo y eso me encantaba.

Ambas nos sentamos en la mesa y empezamos a desayunar.

—¿Qué tan diferentes son del resto? –me atreví a preguntar–

Ella comió un pedazo de fruta y se tomó su tiempo para responder

—Muchisimo –me miró– Somos muy diferentes, Rysh. Sí, somos lobos pero lobos que poseen muchas más capacidades –pausó un momento para beber un sorbo de té y continuó– somos capaces de controlar nuestros impulsos, de elegir qué hacer o cuando y como atacar pero sobre todo a quien. –ella sonrió– muchas de las cosas que a los lobos de tu manada les daña a nosotros nos fortalece y eso nos hace tener una muy buena ventaja.

—¿Como qué? –la miré con curiosidad–

Ella sonrió mirándome.

—Ya lo verás con Harek. –sonrió–

Estaba confundida, algo perdida y Erin no hacía más que incrementar mi curiosidad, ella lo notó así que continuó hablando

—Harek no es el Alpha solo por ser mi hijo. –volvió a enfocarce en mí– Es un hombre inteligente, fuerte y capaz. Desde que nació supe que más allá de su destino él tenía las habilidades para ello. Cuando ví sus ojos dorados lo entendí todo, el nació para ser el mejor. –su mirada se vió envuelta en algo de tristeza– muchas veces me siento culpable por hacerlo tomar esta responsabilidad tan joven, pero no me mal entiendas, no me arrepiento de nada. Harek era justo lo que necesitábamos, es el líder perfecto, tiene claro lo que quiere y sabe cómo lograrlo. –me miró sonriendo– No se deja llevar fácilmente por sus impulsos, o por lo menos asi era antes de que tú aparecieras.

La miré confundida y formulé una mejor pregunta esta vez.

—¿Por qué dices que te sientes culpable, Erin?

Ella tardó unos minutos en responder mientras su mirada cambiaba a una totalmente apagada.

—Harek debió abandonar muchas cosas importantes para él, acababa de cumplir los 18 y habían personas que dependían totalmente de su liderazgo. Tuvo que enfocar toda su atención, energía y capacidad en el cargo. –suspiró pesadamente– por ello debió despedirse de quién más le importaba.

¿A qué se refería?

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Ojalá les guste y no duden en comentar. Me la paso muy bien leyendo los comentarios ❣️ no olviden votar, me ayudaría muchísimo ❣️ gracias por todo el apoyo. Espero que esté capítulo les guste tanto como los demás.

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