Capítulo 31

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Lo de siempre, seré feliz leyendo sus comentarios. Gracias por todo❣️

Una oleada de deseo recorrió mi cuerpo con desesperacion al sentir sus suaves caricias sobre la parte baja de mi vientre. Su mirada bajó hasta ahí y siguió sus propias caricias para luego dejar escapar aquella sensual voz llena de masculinidad.

—Si me lo pides –subió hasta mis ojos– me detendré. Si no es el caso, no estoy dispuesto a detenerme hasta que tengas un orgasmo.

Su suave tono lleno de sensualidad y masculinidad logró hacer estallar mis frágiles hormonas, acababan de caer rendidas ante él. Su mirada interrogativa se hizo presente mientras sus deliciosos labios comenzaban a moverse.

—De todas formas no pienso dejarte escapar, Rysh. –se burló.

Negué con la cabeza al escucharlo y un pequeño gritito se escapó de mi garganta al sentir el repentino y brusco movimiento. Me acomodó sobre su regazo dejándome unos centímetros más arriba que él beneficiándose totalmente. Su brazo derecho rodeó mi cintura con fuerza y no tardó en aprovechar la oportunidad.

Mi ritmo cardíaco aumentó considerablemente al sentir su suave respiración sobre mi cuello, su lengua lo recorrió con lentitud mientras succionaba con suavidad la zona. Apreté los ojos con fuerza al sentir el roce de sus colmillos contra mi piel y mientras mis uñas se enterraron espontáneamente en su brazo.

—Tranquila, cielo. –susurró mordiéndome – no estoy haciéndote nada –lo escuché reír por lo bajo– por ahora.

Su respiración comenzó a bajar dejando un camino sobre mi piel hasta llegar a mis erectos pezones. Su mojada lengua lamió uno para luego succionarlo y volver a lamer nuevamente aquella sensible zona. Las ganas de soltar pequeños gemidos acompañados de jadeos invadieron mi cuerpo con intensidad pero estaba dispuesta a ahogar cualquier demostración de placer que quisiera escaparse de mi boca.

Sus cálidos besos volvieron a mi cuello mientras el leve dolor que me provocaba como apretaba mi muslo me excitó aún más. Tomé el valor suficiente internamente y coloqué mi mano en su pecho alejándolo unos centímetros, sus profundos ojos azules invadieron los míos enfocándose totalmente en ellos haciéndome sentir completamente vulnerable ante él.

Volvió a dejar marcas sobre mi piel ignorándome. Cerré los ojos disfrutando de los suaves besos que dejaba sobre mi hombro y acaricié lentamente su cabello sintiendo como volvía a mi cuello succionándolo con suavidad.  Apoyé mi mano en su pecho una vez más alejándolo y abrí los ojos encontrándome nuevamente con él, tomé su mano y la coloqué contra mi abdomen bajándola con lentitud. Sus ojos no me quitaron la vista de encima en ningún momento, disfrutaba de aquello. Me miraba directamente y pude observar como el dorado consumía por completo el azúl de su Iris.

Respiré profundo tratando de tomar el control sobre mis hormonas y me detuve sin dejar que llegara a aquella zona. Sus ojos me invadían con curiosidad y aquello me gustaba en cambio él alzó una ceja mientras mostraba una sonrisa burlona.

Iba a provocarlo, estaba dispuesta a ser yo quien jugará con él. Me acerqué a sus labios logrando que estos rozaran y susurré contra ellos.

—Tócame.

Una sensual risita se escapó de sus labios mientras lamía su labio inferior notablemente excitado.

—Lo siento, cielo –susurró burlonamente contra mis labios– ¿Puedes repetirlo? Quizá logre escucharlo mejor.

Lo miré fijamente mientras mi mano acariciaba con lentitud su mejilla, iba a caer. Volví a repetirlo mirando directamente sus ojos, sonrió mientras se acercaba a mí oído.

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