Destiny y las Reliquias de la Muerte [DEH#7]

Capitulo 004. Silver Dragon vs Almighty Witch.

Destiny sabia que sería muy difícil derrotar a la madre de Tallulah, plata, es uno de los mejores conductores de electricidad y térmica, por lo que utilizar relámpagos y fuego, a menos que pueda contar con su apariencia de fénix, pero sabia que eso no daría en el clavo. Ya que nunca había peleado con personas de plata o aprendido algo de ello.

Se acomodaba mejor la armadura, en la sala estaban Azula, Warrick, Zane y Tallulah, los cuatro se veían preocupados por la chica, que estaba a punto de cometer un suicidio aparente.

—Ningún buena suerte o rómpete la pierna —rompía la tensión sonriendo llena de diversión, movió el brazo yendo a donde seria la pelea.

Esa sala era diferente, es una torre reforzada, donde nada podía derretirlo, nada podía entrar o salir sin consentimiento del portador de llaves, era un torre un cuanto alta y ancha, existían ventanas, y había espectadores, intentando agarrar lugar por donde se encontraban las altas ventanas.

—Si, estas en problemas, entrare y te sacare de ahí —le avisó Zander.

—No harás eso —se detuvo tanto a ella como a él—. Déjame ver las llaves —le pidió, rápidamente se las quitaba de la mano, impidiendo que se las quitase interpuso la espada entre ellos, y se las entregaba a Tallulah—, no dejes que nadie interrumpa la pelea, solo la abrirás cuando el resultado de la batalla se haya dado.

—Pero...

—Es una orden —gruñe, la chica miro la llave con gran pesar y asintió.

Todos se dieron cuenta que sus brazos temblaban.

No creía encontrar una salida, tenía tres opciones. «En una de esas estoy yo» llegó felizmente sobre su cabeza Sombra, la chica giro los ojos al escucharla dentro de sus pensamientos, y quiso dejar en claro que era la cuarta. Pero en una de ellas estaba su carta de victoria.

—Es su ultimo momento para echarse atrás —señaló el señor Pendragon, mirando a la pequeña bruja, que era sacada por varias cabezas de altura entre toda esa masa de dragones.

Ambas mujeres se vieron con cierto resentimiento, ninguna iba a echarse para atrás, por un momento el señor Pendragon, pensaba en Destiny como si fuese una dragona, lo que le saco por breves momentos una sonrisa, y pidiendo por la llave, se la entrego Tallulah, abriendo la torre, un gran cuarto oscuro, donde la luz escaseaba fue presentado.

Trago saliva con dificultad.

—En el momento que cierre esta puerta podrán comenzar —anunció Drago, cuando ambas entraban.

Por un momento supo que esa era una pésima idea, y lo supo más, cuando el aura de esa mujer no podía leerse perfectamente, en el momento que la luz desapareció, sintió un fuerte golpe en el rostro, al mismo tiempo, creyó que se asfixiaba... ya que, desde su nariz, salía plata liquida.

Se intentó pararse y ponerse a la defensa, intentando adaptarse a la oscuridad, pero en cuanto logró verla, era demasiado tarde, la mujer ataco sin misericordia su rostro, luego dio varios puñetazos en su abdomen, haciéndola quedar sin aire, y caerse sobre sus rodillas. Puso su espada enfrente suyo, intentando pararse, pero la mujer, no iba a tener consideración o esperar a que ataque.

—Veo que mi hija solo es débil —burló la mujer hundiendo su talón sobre ella, la chica aprovechó a tomar su pie.

—¡COMBUSTIO! —liberó tanto poder caliente como llamas podía.

Sonrió un cuanto victoriosa, pero se apago cuando la escucho reírse.

—Puedes quemar lo que quieras... pero el metal de plata es casi líquida, por lo que si me derrites —el líquido que desprendió la atrapo como cuerdas, estrujándola en ella, haciéndola gruñir del dolor—. Solo me darás más métodos para destruirte.