Destiny y las Reliquias de la Muerte [DEH#7]

Capitulo 44. El regreso de los Dragones.

Corrió con todo lo que su cuerpo podía, la mejor opción fue marcharse al ala norte del castillo, ahí la esperaban los Pendragons, que estaban haciendo lo mejor posible para mantener los gigantes a metros del castillo. Los veía combatir, estaba tan asustada por sus amigos, por todo, se descuido, no estaba pendiente de sus sentidos, como para detectar esa bochornosa avalancha.

—¡Warrick! ¡Zander! —llamó su atención cuando congelaba completamente a un gigante, miraba su mano acalambrada y adolorida, ambos dragones la miraban con sangre y sudor en su rostro, algunas partes de su cuerpo estaba entre escamas y piel—. Atrás, yo me encargo.

Estos miraban a la chica, llena de sangre y tierra, no sabían si era suya, pero Zander, andaba preocupado, intento asegurarse que estuviera bien, pero la casi pelirroja, les pasaba de largo, apretando el mango de la espada.

—¿Algo sucedió? —preguntó Warrick, mirando a Destiny, dar un gran golpe a la estatua de hielo, en cuanto el hielo se rompía, la misma piel del gigante se partia, haciéndole sangrar, intento golpearla con su pie, pero Warrick, lanzaba una clase de golpe oscuro, que le hizo a sus ojos quedar en blanco—. ¿Murio alguien enfrente de ti?

Siguió en silencio.

—Vayan a descansar —aconsejaba sin mirarlos, sacando su espada, pero antes de poder encargarse de sacos mas grandes para golpear.

—Des.

Destiny jugó con el filo de su espada, se hizo leve daño en la mano, aunque no se iba a hacer mas daño, cuando Warrick la agarraba bruscamente del brazo—. Marchense de aquí —ordenaba.

—¡Que bipolar! —gritó el chico, haciéndola que lo mire—. Primero te veias toda emocionada por vernos, y que formemos un equipo. Ahora... nos pides que nos vayamos, ¡Eres una bipolar! ¡Y tu no eres la jefa de mi! ¡Asi que ni pienses que me voy a retirar porque tu lo dices!

Destiny miraba con los ojos ensanchados a Warrick, mientras le daba la espalda, todo su cuerpo estaba tensado.

—Lo siento, Warrick, pero esta no es tu batalla —murmuro atrapándolo en un piso de hielo, al igual que Zander—. ¡Accio escoba! —esperó pacientemente una escoba que llego a su mano, esperando que nadie le este dando uso, se montó y elevó, viendo que eran mas de una docena de gigantes, sus ojos se engrandecieron, pero no se daría por vencida.

Junto su varita y la espada, mientras caía en el hombro de uno, que intentó golpearle con su mismo martillo, pero fue mas ágil, y clavaba su espalda en la piel de gigante, evitando caer, esos nueve o quizás diez metros de altura, el gigantes se quejo, pero recibía otro golpe, mientras Destiny, se propulsaba y descanzaba en su cabeza.

En vez de utilizar armas, fueron con los puños, pero se elevó una vez mas, y llenando sus pulmones, lo mas que podía, carbonizaba al gigante, que fue tan valiente, para intentar golpearle. Los alrededores comenzaban a alumbrarse, debido al fuego que comia los arboles. Acabo con otros dos, utilizando su aliento de fuego.

Volvía a atraer la escoba, mientras sobrevolaba por sus cabezas, y notó que mortifagos comenzaban a pasar por sus pies, algunos eran aplastados, otros se daban cuenta de su presencia e intentaban atinarle.

Se volvió un poco mas peligroso, chocaba con un gigante y la escoba, se habia quebrado también, clavaba su espada en el abdomen del gigante, giro en ella, logrando evitar aquella palmada. Evitaba esos golpes, y las maldiciones eran mas peligrosas, en ese lugar, ya que rebotaban en el cuerpo del gigante.

Pero los gigantes seguían siendo humanos, y cuando alcanzaba, la parte del pecho se alejaba un poco de su cuerpo, pero con una gran cantidad de energía descansando en la palma de su mano, y cuando hizo contacto con su piel, escucho como algo dentro del gigante explotaba, este caía como tronco.