Sonamy [Boom]- Amnesia.

03. Problemas.

Para Sonic, existían dos cosas que odiaba en el mundo. Una de ellas, era esperar.

Llevaba alrededor de dos horas esperando sentado en el completo y abrumador silencio de la sala. Su pierna izquierda se mueve de abajo hacia arriba como una forma de liberar ansiedad, y sus ojos no dejan de observar un punto muerto que se encuentra en el suelo.

La ansiedad lo consume conforme escucha el sonido del reloj avanzar sin titubear. El nudo en su estómago vuelve a torturarlo, junto a la repetición de la escena que sus ojos habían presenciado. El arrepentimiento de no haber tomado el valor suficiente para lanzarse al mar, intentando rescatarla y ayudarla.  

Como si no fuese suficiente tortura, su mente recordó uno de sus momentos favoritos junto a la peli-rosa. 

—

Se encontraban en el taller de Tails. Era uno de esos sin nada que hacer más que comprar una orden de chilidogs y jugar Hipopótamos hasta el cansancio. Detrás de ellos, se encuentra la eriza rosa sentada en el sofá, mirándolos en completo silencio. 

—No comprendo— Dice la eriza rosa.

—¿Qué cosa?-— Pregunta el erizo girando su rostro para verla. La pantalla está cargando el siguiente nivel.

—La finalidad de este videojuego— Confiesa. —Digo, sólo son unos hipopótamos de diferentes colores disparándose entre si. No tiene nada de interesante o divertido— Finaliza. 

—¡Claro que es divertido!— Exclama el erizo. —Solo que no tienes sentido del humor— Se burla, riéndose ante notar la mirada de advertencia de la peli-rosa.

—Si, ¿Por qué no intentas jugar?—Agrega el zorro. —Tengo que salir, quédense a jugar— Le entrega el control a la peli-rosa y camina hasta la salida.

Un pequeño silencio se instala tras el abandono del zorro. El peli-azul traspasa saliva ansioso, y mira hacia su derecha, observando como la eriza toma asiento a su lado y mira el control sin saber que hacer.

—Enséñame— Pide la peli-rosa con una sonrisa. 

—Bueno, con este lo mueves— Señala la palanca y luego un botón verde. —Con este disparas, y con este...— Señala uno azul. —Liberas la energía de tu hipopótamo— La mira. —¿Comprendes?—

—Sí— Responde.

El erizo azul da continuar al juego y la partida da inicio. Rápidamente, la eriza comienza a moverse y a lanzar ataques, mientras el erizo logra esquivarlos y atacar en ciertos momentos. De pronto, en la pantalla se marca un cohete con un cero. La peli-rosa oprime el botón verde varias veces pero no pasa nada.

—No puedo disparar— Dice, esperando a que el erizo azul la ayude.

—Llegaste al límite de disparos— Explica. —Sólo tienes dos opciones: o esquivas y esperas a que recargue u oprimes el botón azul— 

—¿Qué hace?-— Pregunta sin obtener respuesta. Entonces, oprime el botón.

En la pantalla, sale un rayo láser de la trompa del hipopótamo que llega a darle al hipopótamo del erizo azul. La peli-rosa comienza a reírse tras ser testigo del gran quejido del líder del equipo.  Entonces, ambos se miran en un cómodo silencio con sonrisas cómplices.