Capítulo 13: Confesiones.

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-¡Te quiero, Amy Rose!

La peli-rosa pataleo en su cama, haciendo que las sábanas moradas salieran casi volando de esta misma.

Recordar aquella frase que el peli-azul le había dicho el día anterior, hacía revolotear ferozmente su corazón, y esas mariposas en el estómago —que apenas habían aparecido ayer— se hacían más y más insistentes.

Y es que, jamás se había esperado que él le dijese una frase tan importante, tan bonita, tan mágica, tan todo... Ella simplemente se abría esperado cualquier bobada o cumplido, pero, una frase así, nunca.

Llevó la almohada cuadrada que tenía casi cayendo de la cama a su cara, soltando un grito que no se escuchó gracias a la funda y el algodón que conformaba dicha almohada.

Pensar en el erizo azul, simplemente, provocaba que la eriza hiciera cosas tan raras a esa hora. De mañana, el primer pensamiento matutino fue el erizo.

¿Y cómo no hacerlo?, Ya se lo imaginaba llegando esa mañana cuando ella empezará a hacer el desayuno, le diría "Buenos días, mi linda rosa, ¿Desayunamos juntos?", Y, ella le respondería "Por supuesto, mi amado", comenzando a preparar ambos el desayuno entre pláticas y besos inocentes.

Eso solo hizo que pegará otro grito de emoción. Quitó la almohada de su cara, mirando el techo con un brillo en sus ojos jades. Sí, ese sueño debía cumplirse.

-¡BUENOS DÍAS!-

Tras su ventana, una tejón saltó repentinamente sobre su cama, haciendo que la peli-rosa pegará un grito que se escuchó hasta la Villa. Por un acto reflejo, tomó la almohada que había usado para cubrir sus gritos, y comenzó a pegarle a la tejón.

-¡Amy!, ¡Para!- La oji-azul se cubrió con los brazos, tratando de entender como algo tan suave comenzaba a doler. -¡Esa almohada fue creada por aliens!-

La peli-rosa se detuvo. -Ah, no, es que le cambié el relleno ayer, en vez de plumas le puse algodón-

No entendió. -¿Y cuál es la diferencia?, ¿Que uno te protegerá de aliens y el otro no?

-No, Sticks, no. Las plumas son más delgadas y menos cómodas, el algodón es más duro y resistente. Además, se lava más rápido, aunque, las plumas se secan más rápido- Explicó, mientras dejaba la almohada a un lado suyo. -¿Que haces aquí tan temprano?

-¡Oh!, Cierto- La tejón golpeó su mano derecha echa un puño con su mano izquierda. -¡Día de papeleo!-

¿La qué cosa de que?

-¿Qué es eso?- La peli-rosa finalmente se llevaba las manos a su cara, para tallar sus ojos. Todavía estaba medio dormida.

-Es cuando Tails se pone algo serio y tenemos que organizar cosas, la verdad es que jamás he entendido yo eso, pero, tienes que estar ahí- Explicó la tejón, ahora bajándose de la cama.

Cuando la tejón se bajó, la peli-rosa pudo presenciar lo mal que había quedado sus lindas sábanas moradas: llenas de tierra, barro, ramitas y hojas. No sabía si sentirse feliz de tener a su amiga tan temprano, o, enojarse porque claramente le iba a ensuciar la casa limpia.

-¿Y porqué tengo que ir?, Tal vez son cosas de héroes. Yo no soy una heroína- La peli-rosa se volvió a acostar, abrazando esa almohada, que también estaba llena de tierra y termino lanzándola al suelo.

La tejón alzó los hombros sin mucha importancia. -No se, pero, antes solías hacer la mayoría de esos documentos-

Una vez dicho eso, la oji-azul se colgó del marco de la ventana, sacó los pies y salió de allí. Amy creyó que la tejón volvería a aparecerse, pero, no regresó.

Sonamy [Boom]- Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora