05. Sticks, la tejón.

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El sol se posaba sobre sus cabezas como un verdugo. Era insoportable, hacía demasiada calor y apenas eran las once de la mañana. Sonic se preguntó varias veces de camino al taller si Sticks debería llevarse a Amy a las actividades que ella tuviese planeadas. Cuando llegó, se encontró con la tejón acomodando una pequeña mochila en la mesa que cubría una sombrilla.

—¿Sabes que harás, Sticks?— Pregunta, haciendo para atrás una silla de las que estaban en la mesa y tomando asiento en ella. —Hace demasiado calor, ¿estás segura de llevar a Amy contigo?—

—Sí— Responde Sticks, cerrando la mochila y colgándola en su espalda. —Iremos al volcán, después pasaremos al bosque que tanto le gusta. Luego, iremos a mi casa a ver algunas fotos que tengo ahí, y luego le enseñaré cosas que ella intento enseñarme— Finalizó, ahora observando el ceñó fruncido del erizo. —¿Qué?—

—¿Puedo confiar en que la mantendrás a salvo?— Sonic refunfuñó cuando vio como la tejón le ignoraba. —Amy no sabe que tiene poderes. Por favor, cuídala— Pidió.

—Sí, sí— Aceptó. —Anda, ya vete, adiós— 

La tejón movió sus manos en el aire hacia el erizo mientras exclamaba unos "shu, shu". Sonic negó con la cabeza, levantándose de su asiento y volviendo a sentir sobre sí el sol. Tras mirar por última vez a Sticks, suspiró derrotado y decidió darle su voto de confianza. Marchó, dejando una estela azul sobre sus pasos.

—¿Qué fue eso?— 

Sticks se giró, encontrándose con la peli-rosa. Llevaba un lindo sombrero blanco que combinaba con su atuendo rojo. —Nada, sólo un erizo testarudo— Respondió.

—Oh— Amy asintió despacio. —¿Era Sonic?—

Sticks la miro sorprendida. Asintió, extendiéndole a la peli-rosa una mochila que fue recibida con una sonrisa. —¿Te dijo su nombre?—

Amy se colgó la mochila en la espalda, tomando las tiras que colgaban y haciendo un nudo sobre su abdomen. —Lo recordé— Respondió, ahora mirando a su contraria. —¿A dónde vamos?—

—Iremos a pasar un día juntas para refrescar esos recuerdos oxidados tuyos— Respondió, riendo cuando la eriza la miro confundida. —Pon de tu parte, Amy Rose- Exclamó de buen humor. Tomando la muñeca de la eriza y corriendo hacia su primer destino.



Volcán de la Isla. 10:54 AM.

El volcán estaba alejado de las ranuras de piedra que conectaban el camino de transporte de mercancía. Era enorme y profundo, la lava brincaba en las paredes de piedra, ardiendo los escombros que caían sobre él. Cuando la eriza rosa se inclinó para ver la profundidad del volcán, se formó un nudo en su estomago.  

—¿Q-que hacemos aquí, Sticks?— Preguntó Amy,  retrocediendo.

—Aquí solemos venir una vez al mes— Contó, buscando en el suelo algo. —Lanzamos piedras mientras decimos todas las cosas que nos abruman—

Sticks tomó varias piedras, inspeccionando su forma y su textura. Al encontrar la indicada, la acercó a sus labios y susurraba algo durante unos instantes. Tras finalizar, lanzaba con toda su fuerza la piedra hacia el volcán.

—¿Viste?— La peli-rosa asintió lentamente. —Tu turno— Sticks le dio un par de piedras.

—Pero...— Sticks la orientó a hacerlo. —¿Qué debo decir? No recuerdo nada—

Sonamy [Boom]- Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora