Sonamy [Boom]- Amnesia.

Capítulo 12: Nuevos momentos.

-Iremos, punto, no quiero escuchar una palabra más de ti, Knucles the Equidna- Las palabras claras y precisas de la eriza rosa, hicieron estremecer al Equidna, quién todavía quería escapar de ir de compras.

-¡Amy, por piedad!, Odio ir de compras, ¿P-porque no vas con Sticks, ah?- El Equidna buscaba con la mirada dentro del Taller a la tejón, pero, nada, no estaba allí.

-Sticks fue con Tails a una misión, no estás haciendo nada, ¡Y necesito ir a por comida!, No abra más desayunos nutritivos y ricos sin despensa, ¿Acaso quieres eso?- La eriza rosa se llevaba las manos a la cadera, para mirar fijamente a su contrario.

-Pero, yo--

-¿Que pasa aquí?- La llegada del Líder del Team Sonic hizo el ambiente más ligero, más fresco. -¿Todo bien?- Pregunto, para cerrar la puerta detrás de sí, y mirar a ambos.

-Knucles no me quiere acompañar para ir de compras, necesito surtir la despensa- Amy se quejó, mientras ahora dirigía su mirada al erizo azul; atractivo, lindo, como siempre.

-¡Hoy juega el equipo de Baloncesto de la Zona!, Además, tengo un día muy ocupado- Knucles fingía estar ofendido, pero eso no le funcionaria, claro estaba.

-Dejalo, yo te puedo acompañar- El peli-azul le regalaba una bonita sonrisa a la eriza, para después colocarse a su lado. -Deja que Knucks vaya a ese partido, ¿Si?-

Las palabras del erizo eran como una poesía para la eriza rosa, quién ahora agachaba la cabeza muy apenada ante sus palabras y su acercamiento tan repentino.

-S-si, esta bien- La eriza se llevaba una de sus manos a sus púas, jugando con ellas: desacomodándolas, jugando con la punta de estas, haciendo pequeños rizos, cualquier cosa para aliviar un poco sus nervios.

-¡Bien!, Entonces, adiós Knucks- Sonic volteaba a ver a su amigo, quién ya estaba saliendo del Taller, corriendo, evitando que alguno de sus amigos se terminaran arrepintiendo ante la decisión.

El erizo azul no tardó en dar un resoplido, y después mirar a la eriza rosada. Se veía aún más linda que de costumbre, ¿Se había echo algo en el cabello?, ¿O tal vez era el sol en sus ojos jade?, Ni tan siquiera el sabía que sentía cuando la veía.

-¿Nos vamos, Amy?- La pregunta voló por el ambiente, hasta llegar y ser procesada por la nombrada.

-S-si, vamos- La peli-rosa volvió a agachar la cabeza, algo apenada, mientras avanzaba hacia la puerta que los conduciría a la Sala; iría a por sus cosas y después irían juntos de compras.

Juntos, solos, como una pareja.

El corazón de la peli-rosa se le iba a salir del pecho. Literalmente.

Villa Erizo. Mercado. 14:02 p.m.

El día estaba soleado, y las nubes blancas eran como una decoración el cielo, que después se desprendían y creaban más nubes, todo en armonía.

El Mercado no estaba tan poblado como normalmente, era extraño ver tan poca gente. Habían surtido las tiendas, las verduras, todo, incluso el agradable olor de la Florería inundaba el ambiente.

-¿A dónde iremos primero?- El erizo finalmente pregunto después de observar todo el lugar; al menos estarían allí unas dos horas.

-Hmm, creo que iremos primero a por galletas y esas cosas, si compro la verdura ahora, se podría echar a perder- La peli-rosa respondía con calma, estaba muy sumergida en las cosas que estaban a su alrededor.