Sonamy [Boom]- Amnesia.

04. Noticia y planes.

La definición de un mal día era sencillo. Son ese conjunto de momentos llenos de tristeza o malestar que se ve marcado en una persona dependiendo como le afecta directamente. Para Sonic, ese día era terrible: la pérdida de la memoria de la peli-rosa y la destrucción de una parte de un pueblo sobre las montañas. Nada podía hacer que ese día fuese peor.

Sí, lo había olvidado. El reloj de la sala del taller de Tails indicaba que faltaban veinte minutos para la reunión del Team Sonic, donde se informaría sobre la condición de salud de Amy Rose. Sticks y Knucles solo conocían que la habían encontrado desmayada en la arena con sus pertenencias esparcidas por la orilla de la playa. No sabían sobre la sangre, sobre el como ella había tardado bastante en reaccionar y que... no recordaba absolutamente nada.

Sonic no veía el momento en que aquella situación se acabara. Lleno de esperanza, pedía despertar de aquella pesadilla y valorar más su presente. Aunque torturara su brazo con sus dedos, él seguía en ese presente. Volvió la cabeza, mirando la puerta de la habitación donde la eriza rosa se encontraba junto a su amigo. Había un silencio en todo el taller que comenzaba a agobiarlo.

Si seguía más tiempo de pie, iba a perder la poca cordura que le quedaba. Avanzó hasta uno de los sillones, sentándose y mirando a su alrededor. Frente a él, el sofá llenos de recuerdos con Amy se burlaba en su cara. Más al centro, la televisión junto a la vieja consola con el videojuego de hipopótamos.

Suspiró y frotó sus ojos con cansancio. Decidió recostarse un momento y cerrar los ojos antes de que el resto de su equipo llegasen y una bomba estallara en el taller. Cuando pasaron unos minutos y su cuerpo comenzó a relajarse, una extraña sensación comenzó a dormitarlo. Se sentía capaz de dejar el mundo, viajar al pasado y evitar que todo eso hubiera pasado. Sin embargo, la cruda realidad sobre los viajes en el tiempo que Tails le había explicado múltiples le llegó. Las palabras de su amigo llegó a su mente: Alterar el pasado provocaría una fisura en el tiempo y el futuro estallaría y bla, bla, bla.

Entonces, dejó de prestar atención a sus pensamientos. Había logrado quedarse dormido. No supo cuanto tiempo, pero despertó por una sacudida en su hombro derecho y una voz que le repetía que debía despertar ya. Abrió los ojos con pesadez, encontrando la expresión agotada de su mejor amigo.

—Sonic—

—¿Están aquí?— Preguntó. Suspiro relajado cuando recibió una respuesta negativa. —¿Y Amy?—

—En el cuarto durmiendo. Comenzó a darle jaqueca, así que preparé un té y le brinde medicamentos— Explicó. —Pero le dije que continuara descansando y ella se quedó dormida al instante—

Sonic asintió finalizando la conversación. Cuando miró el reloj para corroborar la hora, las voces del resto de su equipo junto a objetos caer súbitamente indicó que ya era la hora. El zorro negó varias cosas y le dejó, volviendo poco después con una pizarra llena de apuntes y una caja blanca en la otra mano.

—Por sí terminan con un moretón— Explicó Tails.

Luego, la puerta se abrió de golpe y la tejón entraba gritando insultos tontos al equidna. Pararon en seco cuando observaron la mirada vacía de su líder.

—¿Terminaron?— Preguntó el zorro.

—Ya— Respondió Sticks.

Pasaron a tomar asiento en sillones individuales por indicación de Tails. Sonic, por su parte, se había sentado en el suelo, cruzando las piernas y dejando descansar sus brazos a los costados de estas. Tails verificaba sus apuntes por última vez, asintiendo cuando estuvo satisfecho y girando hacia sus tres compañeros.

—Después de encontrar a Amy en la orilla de la playa, detectamos una anomalía cuando ella despertó— Fue directo al grano. Hubo un pequeño silencio asfixiante. —Parecía no recordar donde estaba o quienes éramos. Sonic y yo intentamos orientarla, pensando que quizás era una secuela de su caída. Pero, no era así—

Tails titubeó cuando miró en la pizarra la siguiente información que debía decir. Especialmente, cuando miró los ojos tristes de su mejor amigo. Sí a él le dolía la situación siendo amigo de la peli-rosa, no se imaginaba el dolor que experimentaba su mejor amigo al estar enamorado de ella.

Aclaró su garganta, armándose de valor. —Amy presenta amnesia. Es cuando el cerebro sufre un déficit de funcionamiento y pasa a olvidar información, recuerdos o cosas que se usa diariamente— Explicó. —Aún no se si es transitoria o retrógrada. En la retrógrada, Amy olvidaría todos los eventos que le ocurrieron antes del golpe. Si tiene este tipo, podría recuperar sus recuerdos, no por completo, pero sí algunos. Pero, en el caso de que fuese transitoria...— El zorro hizo una mueca. —...me temó que Amy no recordara nada nunca—

El silencio en la sala volvió a surgir. Esta vez, se sentía muy sofocante.

—¿Cómo podemos hacer que ella nos recuerde?— Sticks preguntó.

—Tengo un plan. Según información que recaudé en una base de datos, muchas veces se pueden restaurar los recuerdos yendo a lugares que ella solía pasar el tiempo, con un álbum de fotos, conviviendo con nosotros en actividades que realizábamos juntos y demás—

—¿Entonces...?— Knucles finalmente participa en la discusión.

—He hecho un esquema con la organización. Este esquema les brindará una serie de ideas que ustedes podrán tomar o plantear sus propias ideas. Nos acomodé conformé consideré que brindaríamos más cosas para que Amy logre recordarnos— Explicó Tails.

Knucles y Sticks se levantaron de sus asientos para acercarse a la pizarra y observar el esquema. Tails se acercó al erizo, que también se elevaba y enfocaba su vista para verse en el esquema. Era el último de la programación.

—¿Cuándo iniciamos?— Preguntó Sticks.

—Mañana mismo si todos están de acuerdo— Confesó. Tras ver una respuesta afirmativa por parte del equipo, asintió. —Sticks, confiamos en ti—

—

Recargado en el marco de la puerta, el erizo azul observa como su mejor amigo le esta explicando toda la situación a la peli-rosa. Amy parecía dudar de la información que se le estaba brindando, pero movía su cabeza en una respuesta afirmativa.

Cuando Tails finalizó, los ojos verde jade de la joven lo miraron. Sonic sintió que su corazón daba un brinco y comenzaba a latir frenéticamente. Apartó la mirada, sintiéndose ansioso de repente.

—Muy bien, puedes quedarte esta noche aquí— Explica Tails, avanzando hasta la puerta. —Mañana vendrá una amiga nuestra para llevarte, ¿entendido?— Amy asintió despacio. —Cualquier cosa, estoy en la otra habitación—

—Buenas noches— Amy logra decir, enfocando toda su atención en el erizo. —Buenas noches, Sonic—

La puerta se cierra. Un pequeño silencio llena el lugar.

—Dijo mi nombre—

—Lo hizo— Tails confirma. —No le dije tu nombre—

La esperanza vuelve a surgir. Sonic se despide de su mejor amigo tras desearle buenas noches, y finalmente corre hasta su cabaña. Cuando logra recostarse en la comodidad de su fría hamaca, una sonrisa que le brinda consuelo surge.

El plan iba a funcionar, él tenía esperanza.