02. Búsqueda.

1.9K 181 30
                                    


El erizo mantuvo su mirada en el agua, esperando ver los ojos jades que tanto le fascinaban y escuchar su voz diciendo: Estoy bien, se nadar, presumiendo que ella no le temía al agua como él.

Espero, aún extendiendo su brazo hacia el mar, lleno de esperanza. Pero los minutos avanzaban y el golpe de la realidad lo atacó. Se levantó titubeante, sintiendo su cuerpo contraerse de dolor ante el golpe del martillo de la peli-rosa en su abdomen. 

Decidido, comenzó a avanzar en búsqueda del resto de su equipo. El silencio del lugar comenzaba a llenarse de las voces de su equipo que le llamaban, pero no pudo responder. Su cuerpo colapsó, cayendo sobre el césped verde y lleno de restos de metal por la batalla.

—¡Sonic!— Escuchó la voz de su mejor amigo, Tails.

Alzó la cabeza, observando al zorro amarillo, que hacia movimientos en el aire. Enseguida, fue rodeado por los otros dos miembros del equipo: Knucles, el equidna rojo de ojos morados, y Sticks, la tejón café de unos lindos ojos azules.

Le ayudaron a levantarse, siendo Knucles el que lo sostenía del brazo para evitar que terminase colapsando nuevamente. 

—Reporte de la situación— Pidió.

—¡Ya no hay personas aquí!— Dijo la tejón, cumpliendo con su labor. Al mismo tiempo, parecía muy aliviada. El erizo recordó el pánico que la tejón tenía al estar rodeada de desconocidos y comprendió su reacción.

—Los robots se marcharon— Informó el zorro. —Eggman escapó y hay daños menores en las propiedades. Quedó completamente estropeada la zona de venta— 

—Bien, buen trabajo equipo— El erizo asintió. Relamió sus labios, buscando la forma de informar sobre la situación de la peli-rosa.

Entonces, la pregunta que dolió en su corazón llego. —¿Dónde está Amy?— Preguntó el equidna.

Los integrantes fijaron su mirada en el erizo azul, quien apretó los labios fuertemente. Sonic tomó una bocanada de aire, sintiendo como sus ojos comenzaban a llenarse lentamente de lágrimas. No podía llorar frente a su equipo, debía demostrar que todo estaría bien. 

—¿Esta todo bien?— Cuestiono el zorro.

—Vayamos a buscar a Amy en la orilla de la playa— Demandó el erizo. —Estaré bien, Knucks—

Soltándose del agarre del equidna, Sonic comenzó a caminar aún tambaleante hacia la dirección de la pequeña aldea. Escuchó como el resto del equipo lo seguían en silencio. Cruzaron el pueblo observando los residuos metálicos esparcidos por todo el terreno, la zona de mercancía había desaparecido y solo quedaba humo esparcido. 

Al llegar a la costa, el erizo dividió al equipo para abarcar más rápido territorio. Knucles iría junto a Sticks a buscar por la costa cerca de la aldea hasta donde la base de Eggman comenzaba a verse, Tails buscaría el área norte y sur en su avión. Sonic buscaría en el este y oeste, pues había dicho que no habría problema porque recorría a diario esa zona al correr. 

Tras ser dejado atrás por el equipo, el peli-azul comenzó a caminar en silencio por la orilla. Su mirada iba desde el final de la arena hasta el inicio del bosque, sobre las palmeras y detrás de las enormes rocas llenas de vegetación. Su ansiedad comenzaba a crecer en su pecho, siendo atacado por pensamientos que comenzaban a agobiarlo. 

¿Qué ocurrirá si no esta viva?

El erizo chocó contra una piedra, perdiendo el control y cayendo contra la tibia arena. Levantó un poco la cabeza, y ni se inmutó en moverse. Apretó los puños con fuerza, mientras sentía como algo frío resbalaba de sus mejillas, hasta caer en la arena. Por algún motivo, cerró los ojos con fuerza, permitiendo que sus lágrimas cayesen. Sus labios temblaban, y su respiración comenzaba a volverse pesada, pues estaba hipando ante la culpa. 

Pasó su mano por su nariz y se levantó. No podía rendirse tan fácilmente, Amy no habría querido que él dejara de luchar. Seco las lágrimas de sus mejillas y tomó un largo suspiró, relajando el pesar que comenzaba a torturarlo y retomó su búsqueda.

Avanzó unos cuantos metros, cuando pisó algo que casi lo hizo tropezar. Agachándose, tomo el objeto, logrando ver que se trataba del comunicador rosa de Amy. Lo recogió y lo observó, ya estaba roto antes de que lo pisará. Además, estaba lleno de agua. 

Alzó la mirada, notando como a la distancia veía algo dorado. Avanzó rápido y diviso uno de los brazaletes que la eriza amaba usar. Al recogerlo, notó como tenía un poco de sangre y eso hizo que sintiera nauseas. Siguió avanzando, pero ya no había más que recorrer. Las olas del mar chocaron contra las piedras, y Sonic recordó la zona de las rocas.

La escena de Amy cayendo se repitió en su mente y no dudó en avanzar hasta aquella zona. Se alzó sobre una pila de rocas, mirando toda la zona en búsqueda de algo que le indicara donde estaría le peli-rosa. Entonces, el grito de una persona llegó hasta él como una señal. Un pueblerino de la villa en las montañas salía corriendo hacia el bosque, lleno de miedo.

Bajando de la pila de rocas, decidió ir hasta aquel lugar. Tras varios tropiezos y dificultades ante las piedras resbaladizas, llegó. Un nudo en su estomago se formó cuando, a lo lejos, más allá de las piedras, la silueta rosa de una persona descansaba sobre la arena. 

Sí, estaba seguro de que era ella.

Poco le importó todavía sentirse débil ante la lucha anterior, se lanzó hacia la arena. Llegó a trote ligero hasta la silueta, sintiendo como una paz lo inundaba cuando confirmaba que era Amy. Sus rodillas colisionaron entre la arena caliente, y sus brazos la tomaron con cuidado, sus manos temblorosas atreviéndose a acariciar el rostro de la peli-rosa.

—¿Amy?— La llamó lentamente.

No hubo respuesta. Inspecciono su rostro con cuidado, notando que no había rastro de alguna herida o dañó. Entonces, recordó las clases de primeros auxilios que la eriza rosa le había brindado, y apoyó su mano en la cabeza para dejarla en la arena. Cuando se disponía a llamar al equipo para notificar que la había encontrado, el aire comenzó a faltarle nuevamente. Su guante blanco, ahora estaba lleno de sangre. 

—No, no, no— La volvió a tomar, sosteniendo su cabeza nuevamente y sacudiéndola despacio. —Amy, despierta— Pidió.

No hubo respuesta.

Entonces, su comunicador comenzó a vibrar. —Sonic, te veo. Espera a que aterrice

No supo cuanto tiempo transcurrió. Lo único que Sonic sabía, es que la peli-rosa no atendía ninguno de sus llamados, y que también escuchaba a lo lejos el sonido del motor del avión del zorro. 

—¡Sonic!— Grito el zorro, consiguiendo su atención.

—Tails, rápido— Suplicó. 

El miedo que siempre había tenido se hacia realidad de golpe: ver a la eriza rosa no despertar. 



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Sonamy [Boom]- Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora