Sonamy [Boom]- Amnesia.

Capítulo 7: ¿Knucles?

La marea era suave y calida, el sol resplandecia perfectamente, el cielo azul era como la calidez del mar.

La eriza rosa caminaba despacio por la orilla de la playa, mientras admiraba todo a su alrededor.

Visualizo a lo lejos el gimnasio del equidna rojo, que habían quedado en verse-Gracias a Tails-.

-¡Knucles!- Saludo la eriza rosa, quien había escuchado la descripción del equidna gracias a su mejor amiga.

-¡Hey, Amy!- Saludo el equidna, que cargaba una pesa.

La eriza rosa llegó hasta donde estaba el equidna, mirando su área de ejercicio. -¿Porque no hay gente?-

-Esta cerrado por hoy-

-Oh...¿Y en que me ayudarás?- Pregunto la eriza.

-La verdad, estaré ocupado acomodando unas cosas que ayer unos niños desacomodaron- El equidna negó varias veces y agregó. -Puedes mirar alrededor, cuando me desocupe te llevaré a un lado-

-Esta bien, gracias- La eriza rosa sonrió con calidez.

La peli-rosa comenzó a caminar alrededor del gimnasio, y sin darse cuenta, se tropieza con una pequeña piedra, y al levantarse, notar que esta tiene un fina y delgada púa azul.

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-¡Vamos Sonic!- La eriza rosa llevaba un lindo traje de baño color rojo con blanco, y en una de sus manos tenía un flotador.

-N-no quiero hacer esto, Amy- Dijo el erizo azul, que aún estaba en la orilla del agua con un chaleco salvavidas, se le veía nervioso.

-Sonic~ La eriza río levemente y le tomo la mano. -Estaré contigo, todo estará bien-

El erizo azul ante el tacto de la eriza rosa no pudo evitar ruborizarse, verla así de cerca, le provocaba unos nervios enormes, más grandes que el tener que entrar en el agua.

Ella era hermosa en esos momentos.

Era todo lo que el había soñado.

-B-bien- El erizo susurro aquella corta palabra y dejó que la eriza lo guiará hacia el agua.

Tal vez ese día no pudo aprender a nadar, pero se divirtió sin duda con la eriza rosa.

Se salpicaron agua, corrieron por la arena, miraron el cielo, un cangrejo le picó la oreja al erizo haciendo que corriera por toda la orilla de la playa, e incluso, al final del día, se sentaron juntos a mirar el atardecer.

El cielo era de un color naranja y las nubes de un tono rosado tan hermoso, el erizo azul usaba una camisa blanca, aún no estaba seco y el frío se estaba comenzando a presentar. La eriza rosa sólo estaba envuelta en una toalla, y estaba aún más mojada que el erizo.

-Amy- El erizo llamó la atención de esta.

-¿Hm?- La eriza no tuvo tiempo de mirarlo pues sintió en sus piernas un pequeño suéter color rojo.

-Pontelo, te vas a enfermar-

La eriza rosa lo miro, la cara del erizo azul estaba ruborizada y este rascaba su nuca.

-Gracias, Sonic-

No se negó, y se colocó el suéter.

Que bien se sentía que el erizo se preocupara por ella.

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La noche era fría y más oscura que de costumbre, y lo poco que iluminaba la Luna hacia que la eriza rosa se arrepintiera de haber salido a esa hora a dar una caminata.