Oųr ʂɬorყ ➳ KookGi

17╳ No más en aquel infierno

19 de Febrero

Los nervios volvían a apoderarse de él mientras más se acercaba a lo que era la casa de aquella persona que tanto lo lastimo tanto física como sentimentalmente.

Tenía miedo, estaba totalmente aterrado con el simple echo de pensar que le contaría sobre todo esto a TaeHyung y le pediría amablemente que ya no quería ser nada de él, que ya tenía a su propia pareja que lo ama mucho, más de lo que el pudo hacerlo. Si, las palabras ya estaban en su mente y se lo diría de una vez por todas, no podía seguir dándole falsas ilusiones a TaeHyung, el no era esa clase de persona.

Por más que quisiera seguir engañándolo e ilusionándolo, «ya que según el se lo merecía» se retractó completamente al escuchar la forma en la que YoonGi le pidió que hablara con el. Entro en razón y ambos se dieron cuenta que no deseaban dañarlo.

Conforme más caminaba, las casas se hacían más y más lujosas, no le sorprendía ya que no era la primera vez en aquel vecindario para ricos, aún así se sentía demasiado fuera de lugar.

Llego al hogar de su anteriormente novio no novio y tocó el timbre, no pasó mucho tiempo hasta que vio la cabellera grisácea de TaeHyung asomarse por la puerta del lujoso lugar.

—¿JungKook? ¿Qué haces aquí? Pasa. No pensé que vendrías tan de repente. —rió levemente el mayor de ambos y dejo pasar al nombrado a su nada humilde hogar.

Jeon sintió un escalofrío recorrerle toda la espina dorsal al sentir como TaeHyung de repente lo acorralaba contra la pared al apenas haber entrado.

—K-kim... n-no vengo para estas cosas... —empujó al contrario al notar como este se acercaba de a poco. —Tenemos que hablar de algo importante. Escúchame por favor. —el más alto quedo estupefacto, sintió la respiración costarle al escuchar aquellas últimas y frías palabras. Miro a los ojos a su menor y vio nada más y nada menos que furia y rencor.

—¿Que es lo que tienes que decirme? —habló sintiendo el aliento de JungKook mezclarse con el suyo, lo tenía demasiado cerca y no paraba de anhelar el probar nuevamente aquellos apetitosos labios.

—No puedo hablar si me tienes aquí... por favor muévete TaeHyung. —el mencionado trago en seco y se movió dirigiéndose hacia los esponjosos sillones que conformaban gran parte de la sala de estar del lugar.

JungKook se sentó en uno individual a la vez que Kim, uno enfrente del otro, divididos por nada más y nada menos que una mesa de centro de cristal, bastante costosa podría decirse.

Un incómodo silencio se instaló y el menor empezó a jugar con sus dedos mirando fijamente el piso de mármol blanco, estaba nervioso ya que no sabe cómo se tomaría su mayor todo esto. Dejo salir un pesado suspiro y miro de reojo a TaeHyung, este se encontraba comiéndolo con la mirada, su dedo índice estaba tamborileando impaciente en su quijada y su ceño estaba levemente fruncido. Jeon sintió un escalofrío nuevamente y trago en seco, abrió su boca para hablar pero el peli gris se le adelantó.

—¿Alguna vez te dijeron que te vez totalmente tierno cuando estás nervioso, Kookie? —el nombrado lo miro incrédulo y frunció sus labios.

—Si, me lo han dicho y es eso de lo que quiero hablar. —quiso proseguir pero fue interrumpido.

—¿De que? ¿De que eres demasiado tierno? —una sonrisa con falsa inocencia se posó en los belfos del mayor. El azabache frunció el ceño en señal de molestia.

—¿Que? ¡No! Qué tontería. Necesito hablarte sobre algo mucho más importante, Kim TaeHyung. —bufo rodando los ojos.

—Te escucho entonces. —