25╳ Adiós, querido amor «Final»

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Corrió con la mirada borrosa como si su vida dependiera de ello, su rostro estaba empapado y no precisamente por las lágrimas que abundaban de sus ojos, sino por la incesante lluvia que arreciaba cada vez más en la ciudad de Busan. Su corazón dolía y apenas si podía respirar correctamente, su rostro se deformaba en una terrible mueca que solamente reflejaba dolor y sufrimiento.

Lo único que deseaba era llegar a su hogar, encerrarse en su habitación y volverse un ovillo bajo las tibias y gruesas sábanas de su cama. Gritar y no callar sus sollozos y lamentos, solamente quería deshacerse en un mar de llanto, enterrar sus uñas en sus brazos para disminuir el dolor sentimental y aumentar el físico no sería una mala idea. A él le parecía perfecto retomar sus horas en donde solo sentía aquella navaja sobre su piel, perforando y rasguñandola incontables veces, sintiéndose desfallecer ante ver el color de la sangre brotando de las profundas cortadas que él mismo se había hecho.

Si, sonaba tentadora la idea siempre y cuando no estuvieran sus padres rondando por allí, vigilándolo.

Detuvo sus pasos de repente y respiró profundamente, sus lágrimas habían parado de rodar por sus mejillas más el dolor en su pecho seguía aún presente. Cerró los ojos y frunció el ceño, su cuerpo se había relajado y no había mucha gente al rededor dadas a que eran ya altas horas de la noche.

Cayó de rodillas al suelo húmedo por la reciente lluvia pensando en todo lo malo que había sucedido a lo largo de su vida y ¿en serio valía la pena seguir vivo sin ser nada de su amado conejito? Ya había tenido muchas pérdidas que lo habían dejado con ligeras grietas en su corazón, está última acabo con todo de él. Lo destrozó por completo.

Abrió los ojos y alzo la mirada al cielo, curiosamente recordó algo que una vez le confesó a JungKook en una de sus citas.

"-Me gusta cuando llueve, quisiera que lloviera todo el tiempo. -habló ligeramente avergonzado.

Jeon frunció el ceño en confusión pasando su vista de la ventana al precioso perfil de su pareja y pregunto: -¿Te gusta que se vaya la luz por las tormentas? -Min negó riendo ligeramente. -¿Entonces por qué, cariño? -el palidito lo miró mientras sonreía junto a un adorable sonrojo posándose en sus gorditos cachetes.

-Me gusta que alguien llore por mi, aunque sea el cielo. -volvió su vista al ventanal admirando como las gotas de lluvia mojaban todo a su paso. -Me hace sentir importante y... amado aún cuando ya lo soy. -

El azabache poso una sonrisa en sus labios. -Yoonie, tú ya me haces llorar con lo tierno y adorable que eres. Haces que mi corazón duela. -"

Río amargamente, carcajeándose por ser tan tonto y creer en algo que apenas si conocía. ¿En serio había estado enamorado de aquel hermoso e irreal chico? Por desgracia si y vaya que se había enamorado.

«Que llore el jodido cielo, yo ya me canse. »pensó con una sonrisa que parecía más una mueca de tristeza.

Suspiro temblorosamente para ponerse de pie y caminar con tranquilidad y firmeza las últimas cuadras que faltaban para llegar a su casa. Si lo pensaba bien, no deseaba decaer, no deseaba llorar todas las noches nuevamente, no deseaba vivir encerrado en su habitación por miedo a los peligros de la sociedad. Pero era inevitable, sus labios volvían a temblar amenazando con dejar salir los sollozos retenidos, sus ojitos felinos volvían a llenarse de lagrimas, sus manos se volvían puños y se sentía débil nuevamente.

Al llegar a su tan esperado hogar, intentó procesar todo lo que sus padres podrían interrogarle, igual y simplemente al darse cuenta de su aura de tristeza lo dejaban en paz, ansiaba la segunda opción con toda su alma.

Oųr ʂɬorყ  ➳  KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora