22╳ De sorpresas a horrores

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2 de Mayo

Hoy era su aniversario de tres meses con JungKook, estaba nervioso y llevaba más de una hora debatiéndose mentalmente en si mandarle un pequeño mensaje para demostrarle que no lo había olvidado pero, ¿sería buena idea después de todo lo que sucedió?

Llevaban más de una semana sin dirigirse tan siquiera la mirada y aquellas acciones empezaban a cobrar factura con el roto corazón de YoonGi el cual, no paraba de doler cada vez que este se deshacía en lágrimas por las noches. Estaba destrozado y necesitaba más apoyo aparte del que HoSeok le brindaba, la idea de contarle a JiMin pasó por su mente más no deseaba molestar al pequeño peli rosado.

¿Contárselo a sus padres sería buena idea?

Desde que empezó a salir con JungKook había querido decirles sobre aquello a sus preciados progenitores, el menor se lo negaba rotundamente con la excusa de que debían de mantener totalmente en secreto su relación y no contárselo a absolutamente nadie. Min conocía bien a sus padres, varias veces les a dado indicios de su sexualidad e inclusive les pregunto si estaba mal ser gay.

Estos le respondieron con una ligera sonrisa que cada quien tenía sus gustos, así se tratara de una canción, una comida, una materia o que te atraiga el género opuesto o tú mismo género. Todos somos iguales, seres humanos que están hechos de lo mismo y que están destinados al mismo final.

En ese momento la sonrisa de YoonGi se ensanchó y le contó inmediatamente a HoSeok sobre lo que sus padres le habían dicho con respecto a las diversas sexualidades.

Tal vez si lo aceptarían, no sería mala idea contárselos y así poder conseguir ese soporte que necesitaba.

Se levanto de su cómoda cama al haberlo razonado completamente, al fin se los diría y estaba demasiado nervioso y aterrado. No podía imaginarse el que le dijeran que estaba enfermo o algo por el estilo, ya tenía suficiente con los problemas que han pasado a lo largo de su vida y no necesitaba uno más por el cual preocuparse.

Suspiro y pestañeo incontables veces, hoy era domingo así que sus padres estarían en casa. Salió de su habitación y bajo las escaleras con lentitud, no se percató de cuando comenzó a sudar por el aparente nerviosísimo así que limpió con su manga de su pijama aquel fluido que no le agradaba y siguió encaminándose a la sala.

Miro un poco asomando la cabeza desde las escaleras y efectivamente allí se encontraban su madre y su padre viendo la televisión. Tragó en seco y fue a donde ellos estaban.

—Buenos días. —saludó y se sentó en uno de los sillones, justo enfrente de sus progenitores.

—Buen día, Yoonie. ¿Dormiste bien? —se nota que su padre estaba de muy buen humor aquella mañana, casi nunca lo llama por ese tierno apodo.

—Si, mejor que antes la verdad. —mintió. Pasó toda la noche derramando lágrimas por montón.

—¿Tienes hambre, pequeño? —preguntó la mujer adulta que se encontraba allí. —Nosotros ya desayunamos así que puedo cocinarte lo que quieras. —

—O-oh no... por el momento estoy bien. Solo quería platicarles acerca de algo. —notó la atención inmediata que sus mayores a le habían dado y se sintió nuevamente nervioso y anonadado.

—¿Que sucede? ¿Es algo malo? —habló su padre.

—No es algo malo es solo... bueno... —quería encontrar las palabras correctas, no iba a soltar algo de gran importancia así nada más. —Es sobre mi y me gustaría mucho que aceptaran esto que les diré ahora... —bajo la mirada y jugo con sus dedos.

Oųr ʂɬorყ  ➳  KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora