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Buscando entre mil cosas raras encontré a muchas a personas que no aportaron lo que había esperado toda la vida.El día que no busque nada, aquel día en plena lluvia sin energía, sólo las centellas alumbraban tu rostro.Un rayo se abalanzó sobre el rascacielos frente a nosotros, iluminando todo el lugar, sin conocerte sin saber nada de ti, el miedo a esa luz y a ese estruendoso sonido hizo que me apretaras el brazo y te llevo a esconderte tras mi espalda.Una ligera disculpa con un tono apenado en tu voz por lo que había sucedido, un simple movimiento leve hacia atrás y decir que no pasaba nada bastó para contemplar ese angelical rostro.La lluvia disminuye, el cielo se torna oscuro con la noche, por un espacio entre las gotas y las nubes negras que adornaban el lugar empieza a verse la luna.Sacó de mi morral un paraguas, noto que se queda atrás, giro nuevamente y le pregunté que a donde se dirigía...Con la mano derecha indicó las escaleras para el subterráneo...Con un movimiento de la cabeza le indico que me acompañe, que hay un espacio bajo el paraguas para ella.Una sonrisa se dibuja en su rostro.Sin haberlo planeado, y con una tormenta tan fuerte se encontraron dos almas, dos cuerpos y dos sentires esa noche.Días después, una charla llevó a una cita, esa cita a un beso, incontables horas juntos me han llevado a estarla contemplando esta tarde de viernes, mientras se cambia de ropa frente a mí, esperando para salir a cenar. Viendo su figura, sus piernas, sus tatuajes en la espalda, su cabello corto y negro. Mientras de reojo me observa por el espejo y sonríe... Correspondiendo dicha sonrisa con otra... Me levanto de la cama la tomo por la espalda, poso mis manos en su cintura... Le doy un beso... De repente hay un estruendoso sonido, parece que va a llover... Ella gira y sonríe, al parecer ambos recordaron la forma en que se conocieron, una noche sin precedentes, de estar a su lado sin conocerla a estar a su lado y que sea todo para el... Incluso en las tormentas suceden cosas buenas. Carlos Pertuz 26/07/2019

3:00 A.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora