Un día desperto con la decisión de decirle todo lo que quería.
Lo que sentía y lo que pensaba, ese día se acercó más a ella, ese día fue un placer poder charlar con ella, fue la última vez que lo pudo hacer personalmente.
Creyó que era un buen aliciente pero un par de semanas después, se fue y ya son más de 3 años sin su presencia en su vida.
La vida continúo y del polvo se levantó, cada mañana su ropa vistió para poder vivir sin temor a sentir de nuevo.
Los días pasaron y no podia olvidar el pasado, el dolor no había cesado.
Sus lágrimas no podían salir, porque no sabía que pensar o decir.
Todo había sido muy rápido, en un instante pensó poder tenerlo todo y al espabilar no había nada para ser rescatado.
Años después de su partida espera volver a sentir lo que sentía, una herida sanará y otra nueva se abrirá.
Y con el paso de cada dolor se creará una nueva cicatriz, que trazara el camino.
Ya sobre su cuerpo yacen demasiadas, solo falta encontrar la indicada para que las vea como una obra de arte y al verlas todas sanadas saber que ninguna otra será marcada.
Porque su amor permanecerá y las cicatrices serán la marca de su lucha, de toda la pelea que tuvo para poder finalmente obtener lo que anhelaba...
#historiasdecuarentena
ESTÁS LEYENDO
3:00 A.M
RandomUna sucesión de escritos, derivados del amor, el desamor, la realidad confusa de la vida, pequeños detalles llenos de sentido y otros no tanto. Unos breves escritos desde el punto de vista de un romántico y fiel admirador de la vida.