El principio del fin

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Aquella tarde, después de salir del trabajo, Neji tuvo que pasar al aeropuerto a recoger a un amigo que venía del extranjero y le pidió a Hinata que lo acompañara.
La relación de ambos había cambiado a comparación de todo el tiempo que estuvieron indiferentes uno con el otro, ahora hablaban más, a veces hasta bromeaban entre ellos, como buenos amigos. Todo después de lo que pasó la noche en la que Neji llegó ebrio.

Habían pasado solo diez días de aquel beso, Hinata lo recordaba seguido, pero trataba de que esto no le molestara. Al siguiente día, al despertar, Neji ya no estaba en su cama, cuando bajó a desayunar el se disculpó por "haberla molestado" cuando llegó, pero no dijo más y ella tampoco se atrevió a mencionar nada.

Sentía que estaban mejor de esa manera, al menos podían estar tranquilos juntos y sentía que hasta se estaban divirtiendo, habían planeado ir al cine  o a cenar. A veces se sentaban juntos a ver la tv o alguna película, se compartían su día. Todo era muy tranquilo.

Esperaron muy poco a que llegara el amigo de Neji. Estaban frente a la puerta del vuelo que llegaba de EUA. La gente comenzaba a salir; algunos eran recibidos por alguien, otros se dirigían a la salida del aeropuerto, quizás para pedir algún transporte.

Vio como Neji levantaba la mano derecha para saludar, a la altura de su hombro, dirigió su mirada a donde estaba la de él y vio a un hombre casi tan alto como su esposo. También era japonés; tenía el cabello lacio y corto, los ojos oscuros y la tez aperlada. Aquel hombre era atractivo, tenía facciones delicadas, parecía usar algo de maquillaje muy al estilo de los cantantes de pop coreano y también usaba un look juvenil y despreocupado. Tenía una bonita y enorme sonrisa que dirigió a Neji mientras se acercaba a él. Ella sintió que lo conocía.

–¡Neji! –dijo fuerte, con una voz delgada, antes de abalanzarse a abrazar a Neji.

Tenerlo así de cerca hizo que se acordara donde lo había visto, en aquella foto que tenía Neji en su habitación, sobre el escenario con su banda, ese hombre aparecía abrazado de Neji, con unas baquetas en una mano.

–Cuanto tiempo –dijo Neji con seriedad al momento de que su amigo se separara de él–. Te presento a mi esposa, Hinata –volteó a verla–. Él es Kaoru, tocaba la batería en la banda en la que estuve, estábamos en la misma carrera en la universidad.

Hinata hizo una leve reverencia y Kaoru también, sin dejar su enorme sonrisa.

–Mucho gusto. ¡Wou! Neji, tu esposa es muy bonita.

Hinata no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada por el cumplido. Sintió el brazo de Neji rodeándole los hombros, volteó a mirarlo avergonzada.

–Lo sé. No creo que tengas suerte en encontrar una como ella, pero podrías intentarlo.

Kaoru rió y le dio una palmada a Neji en el hombro.

–¡Mi amigo suertudo! Claro que lo voy a intentar, vengo a quedarme en el país, si todo sale bien con lo que tenemos planeado, claro.

Ella volteó a verlos a ambos , tenía el presentimiento de que estaban hablando sobre la empresa Hyuga, después de todo, Neji había dicho que hizo muchos aliados.

–Su padre es inversionista en nuestra empresa, Kaoru regresó al país porque su padre esta planeando cederle su puesto ahora que ha terminado sus estudios.

–¡Oh! No lo haría solo por eso, he estado a prueba desde que terminé la carrera, al parecer he cumplido todas las expectativas que tenían en mí y decidió cederme todo, realmente le he puesto mucho empeño.

–Deberíamos ir a cenar algo para poder hablar más tranquilamente.

–Tienes razón, vamos, quiero saber más sobre tu matrimonio ¡Nadie podía creer que te habías casado!

Hasta que la muerte los separe - NejiHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora