Declaración de guerra

761 75 11
                                    


Un teléfono comenzó a sonar perturbando el sueño de ambos. Era el teléfono de Neji que timbraba y vibraba sobre el mueble a lado de la cama.

Neji tanteo la superficie con una mano, sin despegar la cabeza de la almohada, estaba acostado boca arriba, no quiso ni abrir los ojos. 

El cuarto de Neji no tenía ventanas, estaba completamente oscuro, pero el reloj digital que estaba  a lado de Hinata, marcaba las cinco de la mañana.

–¿Sí?

Hinata no se había movido para nada, tampoco abrió los ojos y solo  se limitó a escuchar.

–¿La encontraste? Eso es perfecto. Guarda su contacto y la información, no sabemos cuando podremos ocupar todo eso. Vuelve a la ciudad, ve a casa a descansar y hablamos cuando puedas...Sí, me ocuparé de todo, estoy seguro de que lo que hicimos es suficiente para que en estos días se convoque a la junta de inversionistas, Hana-san ya debió de haber empezado a especular que tuve algo que ver con lo de su futuro yerno, por lo que hizo con las fotos de Hinata... Así es, hasta ella misma sabe que no puede seguir posponiendo todo y que si sigue atacando de esa manera nosotros tenemos como defendernos y conocemos sus secretos...Bien, ten buen viaje, hablamos después...

 Neji dejó el teléfono de nuevo en el mueble y se acomodó para seguir durmiendo. Su esposa no sabía que era todo eso que estaba tramando, pero tenía confianza en que era algo necesario. Hasta ahora las cosas que habían pasado no habían sido demasiado malas, todas se estaban arreglando, eran más como advertencias que al final no causaban gran daño a las personas y parecía como si no fueran a salir de eso. Aquello la hacía sentirse más tranquila, puesto que se había imaginado que habría toda una revolución.

Ambos volvieron a dormir, para despertarse algunas horas después y empezar a preparar el desayuno. Harumi había bajado a ayudarles con todo y para acompañarlos, ya había llamado a una amiga para que fuera a su casa y le llevara cosas necesarias para poder estar con el matrimonio unos cuantos días mientras el problema de su prometido se resolvía y su casa dejaba de ser un caos, ya que su madre estaba hecha una furia, le echaba la culpa a todo el que se le cruzaba y no paraba de hacer llamadas.

–No es buena idea regresar por el momento, me ha llamado y mandado mensajes ayer por la noche. Tuve que apagar el teléfono. Solo se la pasaba quejándose de mi prometido y de cómo no supo manejar nada. También empezó a decir que Neji-san tenía algo que ver, está tan histérica que dice cosas sin sentido.

Hinata volteó a ver a su esposo, este no se inmutó, seguía desayunando con tranquilidad sin quitarle la vista al plato y tener ese aire sereno.

–Estoy segura de que pronto se van a arreglar las cosas y podrás volver a casa. Debes de mantener la calma, aquí estas segura con nosotros y te ayudaremos en todo lo que podamos.

–Muchas gracias, son los mejores. Jamás voy a olvidar lo que están haciendo por mí, toda esta situación es muy complicada y desgastante. No esperaba que algo así sucediera. Por la tarde trataré de ver a mi prometido, debe sentirse tan solo y cansado, quizás ni siquiera ha comido nada, le llevaré algo.

–Muy bien, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme. Y siéntete libre de estar aquí como si fuera tu casa.

La chica asintió muy agradecida.

Hinata se sentía un poco mal, su prima no la estaba pasando muy bien y todo eso era una táctica de Neji, la estaban usando. Aunque las cosas no iban a llegar a más y su prometido estaría bien, la chica no lo sabía y le dolía, estaba preocupada y temerosa. No parecía muy justo que fuera de esa manera, alguien que no tenía nada que ver con el problema estaba sufriendo ¿Seguiría siendo así? ¿Aún había mucha gente que podía verse involucrada? 

Hasta que la muerte los separe - NejiHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora