Hasta que la muerte los separe

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Cuando despertó de su desmayo estaba en una cama de hospital, en un cuarto privado. La preocupación por parte de su esposo había sido mucha cuando lo único que le hicieron fue usar algunos analgésicos para el dolor en los golpes que había recibido.

Neji estaba a su lado cuando despertó, pero estaba muy pendiente de su teléfono, quizás ocupado con cosas de la empresa. Antes de hablarle miró a la ventana, parecía ser de mañana, había estado inconsciente todo ese tiempo, la conmoción había sido demasiada, su cuerpo necesitó todo ese reposo.

Se sentía un poco mal por preocupar a Neji de esa manera y tenerlo ahí cuando debía de estar muy ocupado arreglando todo el desorden que se había hecho el día anterior.

–Deberías de estar en la empresa.

Neji volteó de inmediato, en su rostro se reflejó sorpresa y luego un gran alivio.

–¿Cómo te sientes? Me tenías muy preocupado –dijo dejando el teléfono de lado y tomando la mano de Hinata entre las suyas–.

–Estoy bien, solo... fue demasiado para mi cuerpo, pero estoy bien. Me duelen un poco los golpes, no es nada del otro mundo, enserio. Siento mucho haberte preocupado.

–No te disculpes... lo importante es que has despertado y estas bien. Estoy feliz de que así sea...

Hinata se sentó, con casi nada de dificultad, después de todo solo había recibido golpes, su cuerpo estaba en perfecto estado, solo algo entumecido. 

–¿Qué ha pasado mientras estaba inconsciente?

–Kaoru me ayudó a denunciar a Ren, el tipo intentó escapar, pero no tardaron mucho en encontrarlo, las pruebas de todo ya las tiene la policía, también tendrás que ir a dar tu declaración, he movido a los abogados. Pedí que te viera un psicólogo, estarás unos meses en terapia.

–¿Para qué?

–Hinata... no tienes que hacerte la fuerte, después de algo como eso estaría bien que lo hicieras, me preocupo mucho por ti, eres muy fuerte y valiente, pero no debemos contenernos nunca nada, todos tenemos un límite. 

–Tienes razón... 

Se quedó pensando unos momentos, lo que decía Neji era cierto y no sabía cómo sentirse al pensar que, aunque él lo dijera, él mismo hacía eso, se contenía las cosas, estaba segura. Nadie podía permanecer con esa calma que tenía siempre, Neji debía de estar pasando por muchas cosas en esos momentos, toda la lucha de la empresa, su detención por un delito que no cometió, la escena que vio, el enfrentamiento con Ren y ahora tener que estar con ella en el hospital... no podía estar del todo bien.

–¿Qué sucede? –preguntó él, sacándola de sus cavilaciones–.

–Nada, es solo que estaba pensando en que tú también tienes muchas cosas. Es decir, ha pasado tanto desde que regresaste... incluso antes, pero tú siempre muestras mucha calma ante todo, tratas de hacer que las cosas salgan bien y no pareces perder el control nunca. También tú debes de tener un límite...

Neji se quedó en silencio, miró abajo y después a la ventana.

–Sí, también tengo un límite... pero no puedo permitirme flaquear si hay mucho que hacer, sobre todo, si tengo que proteger muchas cosas y muchas personas... si tengo que protegerte.

Volvió a mirar a su esposa mientras apretaba un poco su mano cariñosamente. Hinata se sentía muy feliz de tenerlo a su lado, de que al fin las cosas hubieran terminado y él hubiera podido volver. A su vez, le dolía un poco el corazón saber que todo el tiempo había estado forzándose a ser fuerte y no dejarse caer, estaba muy orgullosa de él por la persona tan valiente y decidida que era, pero también preocupada porque no quería que siguiera cargando con todo solo, quería mínimo poder compartir sus problemas.

Hasta que la muerte los separe - NejiHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora