│07. SKAðI.

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CAPÍTULO SIETE:

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CAPÍTULO SIETE:

Skaði.

Pocos días después de aquella visita a la isla de Coriakin, una enorme tormenta abrazo el océano, dando más trabajo a los tripulantes del viajero del alba

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Pocos días después de aquella visita a la isla de Coriakin, una enorme tormenta abrazo el océano, dando más trabajo a los tripulantes del viajero del alba. Las cosas se habían puestos tensas abordó, todos los marineros como los reyes, se encontraban cansados. Hacía cuanto podía para que el barco navegara seguro.

Visia ayudaba en todo lo que podía, tanto en la cubierta como en la bodega, poniendo a salvo las pocas provisiones que quedaban a bordo. Sus manos ya habían comenzado a mostrar heridas a las cuales no tenía tiempo para atender, y las cuales le escocían todo el día por el agua salada del mar.

Habían pasado dos semanas de nervios y tensión, había olas tan grandes que azotaban al barco y que habían estado apunto de volcarlo varias veces. Muchos marineros habían estado apunto de caer muchas veces, incluso Visia estuvo a punto de caer una vez, pero gracias a un minotauro, que en ese momento estaba a su lado, logró sujetar a tiempo y subirla al barco otra vez. Esa noche, Caspian se mostró enfadado con ella, y le prohibió ayudar en la cubierta. La pelirroja ignoró sus instrucciones y siguió ayudando a escondida de él, aprovechando la poca luz que la tormenta daba.

Visia tosió, cuando un poco de agua entró en su boca, mientras que ayudaba a uno de los marineros a atar una cuerda en el mástil. Cuando lo lograron, la chica ando con hasta entrar al camarote principal, empapada por la lluvia y las olas, en busca de una manta. Caspian, Edmund y Drinian estaba dentro del lugar.

Los tres hombres miraron a la heredera con los ojos abiertos. El pelinegro se levantó de su asiento y agarró una manta que había en una de las sillas del lugar, y se la puso a la pelirroja, quien le dio una pequeña sonrisa de agradecimiento. El rey guió a su novia al sofá donde antes estaba sentado, y la abrazó, para darle calor.

─ ¿Que te dije? ─ Refunfuño Caspian.

─ No voy a estar ayudando en la bodega todo el rato, Cas ─ espetó con una sonrisa divertida la chica ─ en la cubierta se necesita más ayuda.

─ Casi te caes.

─ Casi ─ le dijo Visia, antes de mirar a Drinian. ─ Prosiga, capitán, he interrumpido sin querer la reunión.

La Heredera II │Caspian XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora