Soledad.

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Tenten abrió los ojos, sentía las vendas húmedas bajo su piel y tras una mirada rápida descubrió que estás se habían vuelto a empapar de sangre, recordaba la noche anterior, había hecho la peor estupidez de su vida y casi había terminado muerta ¿Quién le había salvado? Con esa pregunta en su mente se dispuso a vagar la mirada a su alrededor, no reconocía el lugar y no creía hacerlo, parecía ser el interior de una cabaña, en el centro había un típico brasero japonés y de el desprendía una cadena que se movía con el aire que se colaba desde una improvisada ventana, al otro lado había una pequeña mesa de madera baja y lo demás estaba desiertico  solo acompañado por la cama en la que ella reposaba y un buró que ella supuso debía ser un intento fallido de armario, intento ponerse en pie, lo primero que sintió fue el dolor punzante de su herida bajo el tórax y lo segundo la cadena que apresaba sus dos manos a la cabecera de madera de la cama.
Debía ser una jodida broma, volvió a intentarlo consiguiendo que la cadenas desprendieran un chirrido desgarrador, dejo caer sus hombros y gruñó con histeria, estaba claro que no la habían salvado si no más bien secuestrado ¿Quién jodidos había hecho aquello? Volvió a repasar la habitación y está vez fue consciente de que ahí delante sobre la mesa reposaban sus pergaminos "bien" pensó para si misma "al menos no me los robaron del todo" se quedó unos segundos quieta intentando pensar en algún truco que le ayudará a librarse de las cadenas.

Minutos después como por arte de magia llegó a su memoria un ejércicio que había practicado con Neji hasta el cansancio.

—tenemos que estar preparados para todo— había dicho el Hyuga mientras la miraba, Tenten había arrugado la nariz, estaba intentando enserio entender el punto de aquel entrenamiento pero sencillamente no tenía sentido, no era como si ella alguna vez fuera a ser secuestrada o algo por el estilo — bien — había soltado al final consiente de que Neji no la dejaría en paz hasta que ella terminara su entrenamiento — entonces empezemos — murmuró el con un aire de superioridad, primero la ato al árbol tan fuertemente que Tenten soltó un gemido de dolor más sin embargo al ojiperla no pareció importarle — ¿Que es lo primero que hacés si te encuentras en esta situación? — preguntó el Hyuga deteniéndose delante de ella, tenía las manos cruzadas y su mirada se dirigía hacia la castaña con severidad.

— Gritar hasta que vengas a mi rescaté — se aventuró ella con una sonrisa pícara, Neji enarco una ceja y la punta de su pie golpeó el suelo levantando un poco de polvo, Tenten se mordió el labio y puso carita de perro apaleado para evitar ser regañada por el hermoso Hyuga — Tenten esto no es una broma — gruñó el cambiando su postura — estamos en guerra — continuo logrando que la chica suspiraba, sabía perfectamente que los Akatsuki buscarían terminar lo que ya habían iniciado pero ¿Que podía hacer? Hacía muy poco que Neji había empezado a ver las cosas desde otra perspectiva eso solo después de que las cosas de su familia (como lo de la rama principal y toda esa idiotez) se habían aclarado y aún menos desde que ella había tenido la oportunidad de empezar a conocerlo y no como compañeros de equipo si no como algo más.
— Lo siento — mascullo por lo bajo agachando la mirada, Neji avanzó hasta ella y le obligó a levantar la vista hacia el.
— Escucha Tenten quiero asegurarme de que estés bien ¿Me entiendes? Ahora eres lo único seguro que puedo tener — la castaña suspiró, ahí estaba el hombre que ella amaba, siempre preocupándose en exceso y siendo todo un caballero, Tenten sonrió asintiendo a sus palabras — ¿Entonces? — Neji elevó una ceja y Tenten tuvo la sensación de que se había quedado embobada con esa bonita mirada.
— ¿Entonces qué...? — logró formular a media voz, podía sentir el olor de Neji y ¡Santo Dios! La estaba volviendo loca, intentó mover sus manos pero entonces la cadena le recordó que seguía apresada al árbol, Neji soltó una carcajada sonora y apenas rozo sus labios contra los de ella.
— esto es tan injusto ¡Me torturas!  — grito histérica.
— si quieres besarme primero tendrás que safarte de esas molestas cadenas — anuncio el orgulloso de su nuevo y práctico plan.
— Bien bien — gruñó ella — dime de una vez como me saco estas cosas de encima —.
Neji asintió feliz ante su victoria y empezó a explicarle cómo podía romper una cadena desde sus soldadura usando chakra — ¿Qué? — soltó la ilusa muchacha cuando el término de explicar con un ejemplo — ¿Pretendes que haga eso? — Neji asintió y Tenten soltó un bufido exasperante que anunciaba que se daba por vencida antes de comenzar.

Puñetazos de tu ausencia [Sin editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora