La ultima cosa rota.

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Neji jamás habia corrido tanto en toda su vida, al mismo  tiempo en que esa misma  carrera se le había hecho eterna, las manos escondidas detrás de su bien formada espalda se apretaban una contra otra en una lucha​ por detener el temblor que lo aquejaba, desde que había entrado en aquella sala de espera todo parecía ir por desgracia más lento, las manecillas del reloj nisiquiera sé  habían molestado en avanzar, Neji volvió a regresar por el estrecho pasillo —Neji — la voz de Shikamaru se alzó detrás de el, a un lado Temari yacía reposada sobre el oscuro sofá y a su lado Hinata, ambas se habían quedado ahí junto a el, sin decir ni una palabra.
— déjame — Neji paso de largo al Nara quien no tuvo más opción que detenerlo usando su brazo para impedir el avance del Hyuga.
— Tienes que tranquilizarte — pidió Shikamaru.
— ¿Tranquilizarme? Si quieres que me tranquilize entra ahí dentro y dime qué ella estará bien, de otra manera no te atreves a decirte que o cómo debo de actuar ¿Esta entendido? — Neji apartó el brazo de Shikamaru con un golpe y siguió andando por el pasillo.

Había sido tonto y descuidado, por ello Tenten estaba ahí adentró, luchando por vivir, si tan solo hubiera escuchado a la castaña en lugar de huir, si tan solo hubiera creído en ella, Neji dejo su puño soltarse contra la pared, si ella, no nisiquiera quería pensarlo, pero si era así, si ella moría, el no sería nada.

La puerta corrediza se abrió, Tsunade fue la primera en salir, su bata estaba manchada de sangre, detrás de ella Sakura Uchiha salió, su aspecto de asemejaba demasiado al de la primera mujer, Neji se giró hacia los sillones, Temari y Hinata se habían puesto de pie al unisono provocado un golpe seco sobre el suelo bajo sus pies, Neji avanzó a paso rápido hasta las mujeres que habían salido de la habitación —¿Cómo está ella? — interrogó.

— hicimos lo que estuvo en nuestras manos — Sakura comenzó la oración pero su quebrada voz le dió secuencia a la de la ex Hokage — no sabemos que lo provocó aunque pensamos que pudo haber sido un veneno.

—¿Veneno? ¿Que clase de veneno? — Shikamaru hablo al lado de Neji, aunque al Hyuga le importaba poco la clase de dicho veneno.
— no lo sabemos, no se parece a nada que hayamos visto antes — continuo Sakura — es agresivo pero lleva cierto tiempo, no sabemos que es exactamente lo que causa pero...
— ¿Está viva ? — Neji no lo soportaba más, quería una respuesta, una de aquellas respuestas que te parten el corazón o te insuflan una última gota de esperanza, el quería eso, quería escuchar que ella se pondría bien, que volvería a casa con ella ese mismo día mientras le pedía perdón por dejarla en manos de dos Monstruos.

— Si — Tsunade asintió finalmente  — respira pero está dormida y no sabemos cuándo despertara o si siquiera lo hará
—¿Cómo?
—como ya lo dijimos no sabemos que es lo que le dieron, así que no podemos tener un antídoto y nuestros avances no son suficientes...
— ¿Y el bebé? — Temari que había llegado hasta ellos como una oscura sombra se dispuso a hablar, tenía los ojos hinchados y las manos unidas sobre su regazo — ¿El bebé estará bien no?
— no pudimos evitar, lo siento mucho — la rubia emitió un sonido de desasosiego y se llevó las manos a la boca, Dios sabía cuándo había deseado a ese niño Tenten, lo que hubiera significado y el cambio que hubiera dado a todo ¿Y si despertada? Lo primero que haría sería preguntarse por el ¿Que le diría entonces? — el producto era demasiado pequeño para sobrevivir, lo siento mucho Neji — La mirada del ojiperla respaso a los presentes — ¿Puedo verla? — Tsunade asintió.
Neji camino en un silencio sepulcral hasta la puerta, detrás de él las miradas lo siguieron, algunas cargadas de dolor otras más de compasión, agradeció que la puerta se cerró tras él cuando finalmente el peso de lo inconfundible se quedó detrás de la madera.

Dentro la blanca habitación parecía estar tibia al tacto, Neji avanzó hasta la única cama de la que hacía uso Tenten,  vista desde allí parecía estar teniendo un sueño, un plácido y reconfortante sueño.
— lo siento — murmuró cuando sus dedos rozaron la pálida muñeca de Tenten — fue culpa mía, siempre fue mía, no fui más valiente, no fui más fuerte y te pospuse, tenía miedo del amor que tú podías darme, de la felicidad que me ofrecias, pero entiende que yo nunca había sido felíz, nunca, perdí a mi padre y después de él la vida no fue fácil y cuando apareciste tú... Bueno todo lo que hiciste fue darle la vuelta al mundo, reparaste hasta la última cosa rota y mira como te pago — el Hyuga llevo la mano de la castaña hasta sus labios y beso el dorso de esta con suavidad — tu, la chica de colitas qué amenazó mi mundo, la única mujer que amé desde el primer momento en que te miré, despierta, aunque no te quedes conmigo, aunque me deteste pero despierta, por favor, no quiero perderte...

Puñetazos de tu ausencia [Sin editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora