Confrontación

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kawakami salió volando por los aires hasta llegar a la pared contraria y traspasarla como si de papel se tratará, Madara avanzó a pasos agigantados hasta el que había pasado de ser su amigo a ser su presa.
— ¡Dime! — demandó.

Kawakami sonrió, tenía la boca llena de sangre y un dolor aplastante sobre el abdomen donde la espada de Madara Uchiha lo había alcanzado.
— es momento de que descubras que no eres, ni serás el último y el más  poderoso.
— ¡Dime! — Madara amenazó con estrugar el cuello del hombre sin piedad alguna — ¿Quién fue el desgraciado que la tiene?   ¿Y dónde la tiene?

—¿Por qué debería decirlo? — la sonrisa de Kawakami no había abandonado su rostro en ningún momento — de todas formas me asesinarás.

—¿Eso creés? — esta vez fue el turno de Madara de sonreír — no kawakami, a ti te esperan cosas peores que la muerte, tu no vas a morir, no, sería demasiado fácil.
— ¿Que más vas a hacerme? — río kawakami — lo que me hagas no importa, mi señor  logrará su propósito y eso es todo lo que yo deseó, por eso estoy aquí, solo soy una marioneta cuando ya no le sirva el mismo me arrebatará lo que me ha dado.

—Pero antes de eso yo me encargaré de destrozarte hasta el punto en que vas a desear estar muerto — Madara estampó contra la pared al hombre una vez más — así que habla ¿Dónde está mi mujer?

Kawakami escupió, tenía la boca llena de sangre y el sabor estaba quemando su garganta — mira hacia el cielo genio ¿Donde más está un Dios?

Madara sonrió de lado e introdujo su mano en el tórax de Kawakami — ¿Dioses? — el rostro de Kawakami se contrajo cuando la mano de Madara de cerro alrededor de su corazón — es justamente lo que vas a necesitar — murmuró Madara mientras lo estrujaba — pero claro los dioses no escuchan a monstruos​ como tú o como yo  — kawakami lucho por alcanzar la cara del Uchiha,el dolor le nublaba la vista — no hay dios más que yo — y de un solo tajo saco la mano arrancándole el corazón de un solo arrebató, el cadáver cayó al suelo dejando sobre la cueva un seco golpe contra el suelo, segundos después el órgano cayó a un lado de su dueño y los ojos de Madara se tornaron de nuevo a su color natural.

Sus pasos sin embargo siguieron hasta dejar la entrada muy atrás, su mirada oscura se dirigió al cielo, la luna brillaba por lo alto cuando el Rinengan se desprendió por sus ojos, un segundo después Madara Uchiha había desaparecido.

[...]

Urashinki camino de regreso hasta la posición de Tenten, tan frigida como una estatua — No te duermas, aún no, resiste, quiero que el vea esto — susurró en su oído — Lucha mi blanca paloma — el aliento frío de Urashinki le provocó un escalofrío en el cuello — un poco más, solo un poco más, puedo sentirlo está cerca, puedo sentir su rabia, su dolor.

La castaña se giró lentamente hasta su captor aún tenía la sensación del amargó líquido en la boca y le costaba respirar —¿Que me hiciste?

El albino sonrió extendiendo los brazos al aire — bueno yo no te hice nada, solo termino lo que tú iniciaste y sin embargo no tuviste el valor de terminar.
— ¿De qué  demonios hablas? — la mirada de Tenten se contorneo por su frágil y abultada mueca — ¿Que fue lo que yo no pude terminar?
— quisiera ayudarte a recordar  pero temo que no es mi momento, todo a su tiempo, no corras antes  de caminar — sonrió el hombre delante de ella, estaba tan pegada a ella que podía sentir el aire de la castaña mientras respiraba —ademas me preocupo mucho por mis beneficios a futuro, de verdad necesito esa a la que ustedes llaman tierra y haré lo que sea para conseguirla.

Tenten abrió la boca dispuesta a responder a sus provocaciones pero Urashinki siseó negando, la castaña se giró dejando  fuera de su campo de visión  al albino.

Puñetazos de tu ausencia [Sin editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora