CAPÍTULO 9

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Decir que estaba a punto de sufrir de un infarto no era una exageración. Alec estaba totalmente aterrado.

¿Y si Magnus estaba enojado?

¿Y si lo odiaba?

¿Y si jamás le perdonaba lo que le había hecho?

No podía culparlo, después de todo él había sido un imbécil y un cobarde. Magnus tenía todos los motivos para odiarlo.

Completamente decidido a por fin dar la cara y no acobardarse como lo había hecho en primer lugar, tomó una bocanada de aire y entró a la habitación...

...y allí estaba, completamente lleno de vendas y con su pierna enyesada, Magnus lucía tan frágil que el corazón de Alec dolió.

El moreno parecía mirar hacia el ventanal, como esquivando la mirada del ojiazul, sabiendo que de Alexander Lightwood se trataba.

-Hola Magnus –saludó con voz temblorosa.

Magnus se giró para verlo y su corazón dolió.

¡Demonios!

Era el chico más sexy que había visto jamás. Tenía un hermoso cabello brillante y negro como la tinta. Su piel era albina y sus ojos color zafiro le fascinaron. Tenía un cuerpo increíblemente bien trabajado.

Sexy, fue lo primero que pensó Magnus, pero luego recordó que si él se encontraba allí ahora, había sido por el novio de ese estúpido que estaba en frente y por supuesto, porque el mismo chico de ojos hermosos lo había abandonado.

Magnus suspiró arrepintiéndose de su decisión de que Alec estuviera allí.

-Vete por favor –musitó el moreno.

Alec se sorprendió porque, bueno en primer lugar era el moreno quién había solicitado su presencia, pero negándose a rendirse y abandonarlo nuevamente, suspiró con pesadez.

-Magnus por favor... vine a hablar contigo –pidió el ojiazul.

- ¿Hablar? ¿Hablar de qué? –Preguntó Magnus con resentimiento–. ¿De lo cobarde que eres como para abandonarme? ¿O de lo estúpido que eres como para fijarte en alguien como Jonathan Morgenstern?

-Me siento como un idiota. No debí abandonarte, fui un estúpido... y lo de Jonathan –Alec no sabía por qué, pero sintió la necesidad de explicarle–. Aquello no lo sé... él era bueno conmigo. Fue el primer chico que me hizo sentir hermoso y seguro de mí mismo. Es una real estupidez. En realidad fue mi primer novio, pero... no importa supongo. En fin yo soy un idiota.

Who are you? (MALEC)Where stories live. Discover now