Una oportunidad para VIVIR (Katsudeku)

008;Sentimiento extraño

Su conversación con el menor al parecer había funcionado y la situación ya no era tensa, o por lo menos no tanto. Katsuki en estos momentos le había hecho otra "prueba" al chico, dándole distintas películas de su estantería para que eligiese, no había otra forma de matar el tiempo, así que no tenía ningún problema en ver una. El adolescente pudo elegir una de esas películas con un poco de dificultad, pero lo logró, el sentimiento de vergüenza seguía presente, pensaba que era estúpido por sentir eso, pero no tenía más remedio, no era algo que podía quitar de la noche a la mañana, así que solo se dispuso a abrasaba el almohadón del sofá entre sus manos para empezar a ver la película.

_Pilin. Sonó la campanilla de la puerta principal, sin dudas no tenía tanta suerte si de convivencia entre ambos se trataba, esto podía poner al cenizo muy frustrado y que una vena le sobresaliera de su frente, no le gustaba ser interrumpido, así que refunfuñando se dispuso a abrir la dichosa puerta.

–Katsukiiii, cuánto tiempo sin verte, no sabes cuánto te e extrañado– Musitó el pelirrojo y como si de un chicle se tratase se pegaba al cenizo colocando todo su peso encima.

–¿Qué mierdas estás haciendo aquí?– Vociferó sin importancia alguna, Eijiro nunca le hacía caso y sabía muy bien que tarde o temprano llegaría a su casa por curiosidad.

–No seas tan malo, solo quería estar a tu lado un rato.

katsuki solo suspiro y sin opción dejó pasar a su estúpido amigo. Kirishima entró visualizando a esa pequeña bolita verde en el sofá y con alegría se acercó como de costumbre al conocer a una persona, pero casi al instante paro al notar como el contraria se alejaba para esconderse atrás del sofá.

Izuku no lo conocía, no sabía cómo era o cómo lo trataría, no sabía nada del contrario y a pesar de que el rubio prometió protegerlo, un sexto sentido de auto-protegerse había nacido en él llegando a hacerlo inconscientemente.

–Tranquilo, no te haré daño– El pecoso hizo caso omiso y al ver a su protector se puso atrás de él atemorizado.

El cenizo prosiguió a darle un "leve" golpe mientras le dedicaba una mirada que le decía claramente imbécil, provocando un pequeño escalofríos por todo su cuerpo, el peli rojo no entendía que había hecho mal dándole toda la razón al rubio.

Katsuki suspiro nuevamente agarrándole la mano al menor para ponerlo al frente y explicarle –Tranquilo... no es una mala persona– dijo al terminar de hablar observando sus hermosos ojos verdes. Eijiro le volvió a sonreír y acto seguido a decirle su nombre.

–Y bueno... ¿para qué has venido?

–Solo para ver como estabas.

–Eso ni te lo crees tú.

–Que malo– Musitó llevando su mano al pecho como si en realidad estuviese herido por lo dicho –Solo quería desahogarme un rato, además que...

–Y ahí está el interés- lo interrumpió.

– Anda broo, solo unas cuantas pelis– Kirishima sabía muy bien que su amigo le gustaba mucho las películas siempre le gustaba comprarlas y verlas más de diez mil veces sin cansancio, y nunca la había dicho que no, así que no tenía problema en pedirlas.

–Okey, habla y agarra las que tú quieras para que te largues de una vez.

–Vamos Katsu, se más amable– Alegó abrazando a su amigo sabiendo muy bien que se enojaría, aunque él sabía que esa era su manera de tratarlo, era la manera en la que el rubio le daba toda su confianza.

Izuku veía como el peli rojo en todo momento hablaba con normalidad con el contrario de diferentes temas que él escasía de conocimiento, los dos podían hablar normalmente algo que a él le costaba hacer, su trato era distinto y debes en cuando veía como el rubio llegaba a reír, su corazón le dolía, sentía un nudo en su garganta, su voz no lograba salir, por alguna razón quería que esa persona se fuera y seguir viendo aquella película, por primera vez en su vida había querido algo sin tener que elegir, algo que quiso de la nada, dio un paso hacia delante para acercarse a Katsuki, pero se retractó y se fue a su cuarto para lanzarse en su cama y enrollarse entre sus sábanas como un pequeña bolita.

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_Pak, Pak, Pak. Tocaba la puerta –¿Estás bien?– Era la voz de Katsuki su cuerpo nuevamente empezaba a actuar extraño con su corazón palpitante.

–Si– Le respondió lo suficientemente alto como para que escuchara.

–¿Quieres seguir viendo la película?

–No– Salió de su boca inconscientemente, el si quería ver la película, quería estar a su lado mientras la veis ¿por qué ahora cambiaba de opinión? el rubio le hacía sentir muchas cosas que él en lo personal no encontraba explicación, todo lograba ser muy diferente a su lado.

–¿Puedo entrar?

–S... sí– asintió dudoso entre las sábanas y al sentir un peso a un lado de la cama se acurrucó aún más.

–Mañana te presentaré a alguien. Te enseñara muchas cosas– Katsuki había hablado con su compañero bicolor hace unos días y a pesar de que no le gustaba pedirle ayuda, tenía que reconocer que la necesitaba, él sabía muy bien que su compañero era muy inteligente y lo ayudaría a ingresar al instituto. Así que sin más que decir, solo se retiró de ese cuarto, al notar que el pecoso no le decía nada, entendiendo que necesitaba su espacio.

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Se había quedado dormido entre las sábanas que lo cubrían, se podía observar como la luz de la luna colándose por la ventana entre las cortinas que empujaba el viento lentamente, trataba de quitarse las esas sábanas que ahora llegaban a molestarle, quería estirarse un poco, su garganta se encontraba seca, quiso buscar un poco de agua así que prosiguió a poner sus pies en ese suelo ya frío por las altas horas de la noche, al principio se sorprendió pero luego se acostumbro al suelo gélido. Todas las luces ya se hacían apagadas, pero era lo suficientemente claro para bajar las escaleras, aunque él no quería arriesgarse en caer por un mal paso así que prosiguió a colocar sus manos en el pasamanos.

Al bajas pudo notar un leve destello de luz que sobresalía de la cocina, al principio pensó que era la luz que se colaba por la ventana del lavaplatos, la noche estaba muy luminosa, así que no era de extrañarse, pero al dar unos cuantos pasos notó que estaba errado noto que la luz que se reflejaba no era nada más ni nada menos que la frigorifico abierto y el rubio en frente de él con un vaso con agua en la que se encontraba bebiendo. El menor quedó impactado, y como no, nunca había visto al cenizo sin camisa, se podía notar su cuerpo bien trabajado desde el lugar donde se posicionó, sus pectorales perfectamente tonificados llamaban la atención del pecoso ahora completamente ruborizado y que repentinamente apartaba la mirada, esa imagen del rubio nunca se la sacaría de la mente.

–¿Qué ocurre? – Le pregunto extrañado por la visita.

–Nada, solo... quiero un poco de agua– Trataba de ignorar la poca desnudez del contrario para concentrarse en su primer objetivo. El rubio al buscar un vaso y llenarlo de agua prosiguió a dárselo al menor sin importancia.

Su mente le daba vueltas, en ese momento a pesar de que Katstuki actuaba normal con un mono color negro y sin camisa, el adolescente apenas podía verle a la cara.

¿Qué le pasaba? Era algo que ni él podía entender aún.

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♡∙__ ya he llegado ∙♡

Lo siento por la tardanza, es que mis vacaciones se alargaron, mañana subiré dos capítulos más por la demora, se vienen muchas cosas buenas.