13; Devuelta

4.2K 475 35
                                    


KATSUKI:

 Su tacto cálido hacía que el contrario se acurrucó aún más, él ya había despertado y al decir verdad era muy temprano, además que no quería acabar este momento tan vilmente. Podía verlo, era la única forma que podía verle tan descaradamente, el pecoso tenía un rostro de miedo y tristeza a pesar de estar dormido. Su entrecejo se curveaba, mientras chasqueaba su lengua, Katsuki no quería ver eso, ya había pasado unas semanas de lo ocurrido y siempre hacía esa cara al dormir. Ya estoy no era normal, trataba de buscar cualquier cosa para entender ese comportamiento, pero no encontraba nada.

–Kacchan, no... no me dejes– Decía entre un susurro leve. Katsuki se quedó rígido al escucharlo, e inconscientemente empezó a acariciar sus cachetes, para calmar aquel rostro que ahora parecía frustrado al no sentir al mayor. su expresión se tranquilizaba dejando de arrugar esa hermosa cara, como él lo había pensado, así que apretó levemente para volver a cerrar sus ojos y dormir otro poco más hasta que sonara la alarma.

·━━━━━━━━※━━━━━━━━·

IZUKU:

 Su miedo estaba a flor de piel todos los días veía a ese hombre por la ventado el supuesto, a veces trataba de ignorarlo, pero se le hacía imposible hacerlo, la sonrisa cínica en su rostro siempre lo perseguía. El hombre lo miraba constantemente y después se iba solo para perturbar la paz del menor, pero ese día fue diferente...

 Su padre se dio cuenta de que el pecoso lo estaba mirando y alzó su mano para chasquearlos y luego apuntar justamente en su lugar. Eso sin duda era una orden, e Izuku lo pudo entender al instante que este junto sus dedos para chasquearlos. Su cuerpo temblaba y ni siquiera había escuchado aquel sonido.

–Te...Tengo que ir a la enfermería, no me siento muy bien– Musito entrecortadamente. Su cuerpo estaba actuando por sí solo, quería escapar de ese hombre lo más rápido posible, pero en vez de eso solo se dirigía hacia él, empezaba a sudar y no se detenía.

Que zorra mas obediente– Musito agarrándolo por los hombros con brusquedad llegando a sacar un pequeño quejido de dolor al chico.

–¡Vamos entra!– Escamo dándole un empujón notorio para que entrara en aquel auto blanco con las puertas traseras abiertas, para luego proseguir a inyectarle algo en el cuello que lo hizo dormir.

 La castaña quien miro toda desde la ventana, quedó aturdida por lo sucedido, su latir era rápido y sus piernas empezaban a temblar, no podía creer lo que estaba pasando y no sabía qué hacer, estaba completamente paralizada.
 


·━━━━━━━━※━━━━━━━━·


 El lugar era completamente cerrado y oscuro, no había más nada en ese lugar a excepción de él, además de que la única luz que podía ver, era la que se reflejaba al otro lado de la puerta. Su cuerpo todavía le pesaba, se sentía decaído y su cabeza le dolía, trato de colocar una de sus manos en su cabeza para poder aliviar el dolor, pero estas estaban aprisionadas con cadenas igual que sus pies, sabía muy bien lo que estaba sucediendo, así que sus lagrimas empezaron a salir como un torrente, había vuelto a la situación de siempre como lo había predicho, no quería esto, pero era inevitable, era muy débil para salvarse a sí mismo, él estaba condenado a este tipo de cosas.

K...Kacchan...lo.... Lo siento– Decía entre sollozos. Estaba tan frió en ese lugar, que anhelaba estar con Katsuki por última vez.        

Una oportunidad para VIVIR (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora