011; Accidente

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 IZUKU:

 Todo andaba normal, al final termino buscando al adolescente y se lo llevó a su hogar, el chico hacía los quehaceres de su cuaderno en el comedor, no quería estar solo en su habitación, prefería estar cerca del mayor, a veces hasta llegaba a mirarlo cocinar inconscientemente, debía admitir que Katsuki era muy apuesto y era difícil no mirarlo, la concentración del rubio al cocinar era extrema, casi siempre se la pasaba gritando en todos lados, pero su casa era en completo silencio y solo hablaba cuando se tenía que hacer, el lugar llegaba a hacer tan tranquilo que era perfecto para relajarse, y quién creería que fuera así, era ilógico si sacamos a relucir la personalidad del cenizo.

 El chico miraba atentamente a Katsuki, y tanto fue su descuido que el contrario se percató de la descarada mirada, provocando que voltease repentinamente con un leve sonrojo en sus pómulos, pero el cenizo no le tomo tanta importancia, la frecuencia cardíaca de Izuku se aceleraba y no era la primera vez que se sentía de esa forma al ser mirado por el mayor, y siendo sinceros, era algo que no lograba acostumbrarse, su cuerpo y su mente se volvían un lío a su lado, se volvía más torpe y odiaba eso, él no era un inútil pero al ver a Katsuki lo parecía, él quería ayudarlo, que el cenizo se sintiese orgulloso de sus actos, quería satisfacerlo en todo, pero eso sería imposible, no importaba cuánto se esforzaba, él seguía siendo torpe a su lado, era verdad que el rubio lo elogia por el esfuerzo pero él no se sentía satisfecho siendo incapaz de rendirse, eso no sería una opción para él.

Kacchan ¿te puedo ayudar? – Musito en un nuevo intento de serle útil.

Katsuki lo volvió a mirar – ¿Has terminado tus deberes?– Le preguntó, aloque Izuku solo asintió con la cabeza y una tierna sonrisa.

–Vale, entonces trae aquellos tomates y lávalos– El ordeno apuntando a unos cuantos tomates en una cacerola que muy pronto iba a usar, estaba muy cansado así que un poco de ayuda no le vendría mal.

El pecoso cato la orden y agarró la cacerola con tomates dentro y los llevó a lavaplatos para comenzarlos a lavar uno por uno gustoso, ayudar al rubio le gustaba mucho y más si podía estar a su lado, pero si tomamos en cuenta lo anterior dicho era un masoquista "le gustaba estar a su lado y al mismo tiempo no, por ser torpe" simplemente era un completo desastre.

 Al terminar solo se dispuso a buscar un tazón para colocar los dichosos tomates, el lugar donde se encontraba era muy alto, trató de ponerse en puntillas pero fue inútil, así que busco un banquillo pequeño que anteriormente se la había regalado para estas ocasiones y prosiguió a ponerlo el piso para subirse en el. El tazón todavía se encontraba un poco alto y no tuvo más opción que colocarse nuevamente de puntillas, siendo el peor error del mundo provocando que cayese, el peli verde solo cerró los ojos para esperar el impacto, pero el golpe no llegó del todo su brazo fue jalado rápidamente y en vez de caer de trasero cayó de frente de algo lo suficientemente suave como para no ocasionar daño alguno, y cuando sus ojos que anteriormente se encontraban serrador empezaron a abrir, no pudo creer que lo que estaba mirando ni en la posición que se encontraba, estaba tan cerca del rubio que era inevitable quedarse estático, podía ver cada rasgo de su cara, además de sentir como sus respiraciones chocaban, y no era solamente Izuku, Katsuki al jalarlo nunca pensó que quedarían en un poción un poco comprometedora que lo colocaría estático mientras su corazón latía con desenfreno, no sabía qué hacer, quitarlo sería una opción muy obvia, pero su cuerpo no se movía, la camisa del pecoso era tan holgada que pudo ver su pezones, trago seco, no quería ver a ese lugar, pero si veía su hermosa cara, se le haría difícil no besarle. Por otra parte Izuku no dejaba de ver los más mínimos detalles y más cuando se trataba de los labios del contrario, este deseo incontenible de querer tocarlos mientras se acercaba a ellos para hacer su cometido, no podía negar que quería chocarlos contra los suyos, no entendía este sentir, pero no quería detenerse, estaba sumergido en sus labios, su cuerpo se empezaba a calentar con cada acercamiento, pero su burbuja fue rota por el mismo Bakugou, que a pesar de querer hacerlo, lo detuvo y lo apartó de él para pararse y extenderle a mano, no podía sobresaltarse, tenía que actuar como un adulto, actuará como si esto no hubiese pasado, para que el chico no se sintiese incómodo.

Gr... Gracias– Estaba avergonzado por lo que planeaba hacer inconscientemente, y era inevitable no ruborizarse con ello –Debo hacer algo en mi habitación, me... me llamas cuando la comida esté lista por... ¡POR FAVOR!- Musito para luego retirarse corriendo, no aguantaba un segundo más en ese lugar.

 Katsuki al no ver al adolescente puso sus mano en la alacena para recostarse en ella y pensar en lo ocurrido.

 A Izuku todo le daba vueltas su cuerpo estaba caliente, como si echase vapor, su entrepierna le dolía, necesitaba atención y rápido, empezaba a jadear al tocar ese bulto entre sus piernas, nunca pensó que tocaría esa parte de su cuerpo de esa manera, mientras empezaba a imaginar siendo tocado por él mayor, estaba bastante excitado, pero...

...no entendía el por qué.  

Una oportunidad para VIVIR (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora