No Puedo Así (EDITANDO)

Capítulo 34: Calmada, toreta

—Stephanie, llegamos—

Abrí los ojos lentamente y vi a Ben a mi lado con una gran sonrisa en su rostro.
Me di la vuelta y vi por la ventana una hermosa casa, era muy grande.
Ben bajó del auto y me abrió la puerta para ayudarme a bajar. Yo miraba la casa boquiabierta, era impresionante.
Entramos al jardín, pero no a la casa, Ben me dirigió al patio trasero sin soltar mi mano y antes de seguir avanzando Ben me detuvo.

—Cierra los ojos y no veas— sonreí y cerré mis ojos.

—No hagas trampa— me dirige.

Tenía miedo de caerme, pero confiaba en Ben.
Caminamos unos segundos y me detuvo.

—Ábrelos—

Abrí mis ojos y vi el jardín, estaba tan impactara. Tenía una fuente y muchas rosas bien cuidadas, vi una manta encima del césped verde y tenía comida en ella.

—Ben— lo miro aún sorprendida. —No se que decir—

—Espero que te guste— sonríe y me abraza por la cintura.

—¿Acaso bromeas? Me fascina— lo miré a los ojos y uní sus labios a los míos con suavidad.

El parecía estar feliz por la acción.
Me separé de él y mordí mi labio inferior.
De la nada sentí como me elevaba y me acostaba en sus brazos; estaba apenada por la acción y tapé mi rostro en su pecho. Se agachó en la manta y me puso encima de ella con mucho cuidado.
El sonreía y era la sonrisa más bella que había visto.
Empezamos a comer y enserio estaba delicioso, siempre sabía como sorprenderme.

—Ben— lo miro.

—¿Si?— deja de comer de su sándwich y me pone atención.

—Lo que hice en mi pasado... ¿Afectará nuestra relación?— hice una mueca.

—¿A que te refieres?—

—Lo que pasó con Asher, quiero saber si aún dudas lo que siento por ti—

Se acerca más a mi, se puso justo a mi lado y toma mi barbilla para que lo mire a los ojos.

—No dudo nada, se cuando eres sincera conmigo y cuando no— besa mi frente.

—Gracias por no dejarme sola—

—Nunca dejaría sola a la chica que amo— me rodea cos sus brazos y besa mi cabeza con ternura.

—Jamás pensé que aquel chico con el que me crucé por sentarme en su banca se convertiría en el que ahora amo— tomé su barbilla y el sonrió.

—Yo siempre lo supe— los dos sonreímos.

Nos recostamos en el césped y empezamos a ver el hermoso cielo azul. A mi eso me inspiraba mucho.

—Dime algo que no le hayas dicho a nadie— lo miro.

—Bueno, no tengo hermanos, nací para no tenerlos— ríe y me mira.
—Ahora tu dime algo—

—Hmm— empecé a pensar. —Me gustan las chaquetas de cuero, pero nunca las uso porque dice mi madre que me veo mal con ellas— reí.
—Mi color favorito es el negro y el morado, pero ella piensa que es el rosa barbie— los dos reímos.
—Nunca me había enamorado, ahora pienso lo de Asher y me doy cuenta de que eso no era amor—

—No era necesario que lo admitieras, se que aún duele— musita.

—No, ya no quiero que me siga afectando algo que solo fue un error—

Me mira y después mira al cielo.

—Mi última novia fue hace un año, fue mi primer amor y me rompió mi corazón— lo miro y sus ojos rápidamente se posan en los míos.
—Era Amber— hace una mueca.

No podía creerlo, ¿Amber?
Ahora si le rompería la cara con una excusa, le quitaré esas extensiones baratas que tiene puestas.

—Me dolió verla con Asher, pero me di cuenta que el perdía más, tu eres mil veces más increíble y especial que esa chica, e hiciste que volviera a creer en el amor—

Se acercó lentamente y me dio un largo beso, fue tan mágico, enserio nunca me había sentido así.

—Aunque me des todos los besos del mundo, le romperé la cara a esa rubia oxigenada sin dudarlo— reí malévola.

—Calmada toreta, no me gustaría verte en un juicio acusada por intento de homicidio— ríe y yo alzo una ceja.

(...)

Llegué a la preparatoria con una gran sonrisa, jamás me había sentido tan viva en un día de escuela. El día de ayer había sido estupendo y para mi gran suerte era Viernes. Más perfecto no podía ser.
Jenna y yo estábamos con nuestras parejas en la cafetería, reíamos y hablábamos sobre estupideces sin sentido.

—Ben— Jenna mira a mi novio. —Si le llegas a romper el corazón a mi Stephi, me aseguraré de hacerte la vida miserable— advierte y a el se le ponen los pelos de punta, pero al verme a los ojos su expresión cambia a una cálida sonrisa.

—Créeme, nunca haré nada que pueda dañarla— toma mi mano y la besa.

Escuche un "Awww" a nuestro lado y yo me pongo roja como un tomate.

Después de la escuela llegué muy apurada a casa, había llegado más tarde de lo habitual al estar hablando con Jenna sobre la fiesta sorpresa de Ben que sería este fin de semana, ósea mañana, ¡Mierda!

—Stephanie por favor ven— escucho desde la sala.

En realidad estaba muy apurada, pero no quería ser castigada por algo en particular.
Caminé hacia la sala y me senté en el sillón.

—¿Si?— pregunto nerviosa y ella me mira a los ojos.

—Quiero que me seas sincera...— hace una pausa.
—¿Asher y tú tenían algo?—

Su pregunta me hace estremecer. Sabía que no era en realidad mi primo, pero todo pasó antes de saberlo.
Mierda, ¿Qué hago ahora?
No me atrevía a hablar, no sabía si decirle la verdad o mentirle como otras veces.
Sonríe y toma mi mano.

-Siempre lo supe cariño—
musita.

Un "¡¿Qué?!" salió de mi boca de una manera estruendosa, mi madre tomó su oído con dolor y me miró.