Capítulo 19

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Recogimos todas nuestras cosas y nos dimos un último baño antes de dejar la cabaña. Devolvimos las llaves en recepción y fuimos hacia la estación de autobuses.

-¿Volveremos aquí? -Me preguntó.

-Sí, me ha gustado mucho. Es un lugar muy tranquilo.

Cogimos el bus de vuelta hacia casa. La estación estaba desierta, no había ni una sola persona esperando allí. Yo estaba aterrada, me esperaba lo peor, tenía una sensación horrible dentro de mí. Mis padres debían estar enfurecidos conmigo y muy preocupados también.

-Entraré sola, Dylan. -Le dije de repente en el camino de vuelta.

-¿Estás segura? -Dijo mirándome sorprendido.

-Si, estoy segura. Creo que será lo mejor. No quiero que todo esto te salpique.

-Vale, como quieras pero luego me cuentas lo ocurrido, ¿está bien?

-Si. -Pasé mi mano por su mejilla y le besé.- Tranquilo, estarás en el edificio de al lado.

-Lo sé pero me preocupa.

-Son mis padres. Me gritarán y poco más.

-De acuerdo...

El camino a casa se me hizo cada vez más largo. Tenía la sensación de que iba a hiperventilar en cualquier momento. Cuando bajamos del autobús, cogimos un taxi y me preparé antes de entrar.

-Suerte, Luna. Me quedaré un rato por aquí por si necesitas algo.

-De acuerdo. -Me besó y entré en casa.

En cuanto abrí la puerta vi a mis padres sentados en el sofá impacientados. Ambos me miraron con sorpresa y mi padre se acercó rápidamente a mí y me cogió del brazo con fuerza.

-¡Luna! -Dijo mi madre.

-¿Se puede saber donde narices estabas? -Mi padre me arrastró hasta el salón con fuerza mientras me cogía del brazo.

-¡Suéltame! -Le golpeé con la mano restante pero no conseguí nada.Mi madre estaba ahí parada mirando sin hacer nada. Mi padre me tiró hacia el sillón y me soltó.

-Luna... -Dijo mi madre intentando calmar la situación. -Sé que te has tomado mal la notícia pero escaparte así...

-¿Notícia? ¡Si ni siquiera me lo has contado! ¡Me enteré por mí misma!

-Teníamos miedo de que te lo tomaras mal, de que pasara esto y... al final ha sido así.

-Claro, y por eso mejor ocultarlo. -Me levanté.- Ese bebé es solo una excusa para tener que seguir juntos porque, mamá, tu ya no confías en él y papá tú fuiste... bueno, eres un cerdo de mierda. -Recalqué.

-¡No digas eso, Luna! -Protestó mi madre.- Eso no es así, confío en tu padre.

-Estoy hasta las narices de tu comportamiento, Luna. -Dijo mi padre.

-¿Qué pasa? ¿Te jode que tus planes salgan mal? ¿Por qué no le dices a mamá qué fue lo primero que me pediste por teléfono nada más escaparme? ¿Por qué querías que volviera? -Se mordió la lengua y apretó con fuerza su puño.

-¿De qué está hablando? ¿Qué le pediste? -Le preguntó mi madre. Mi padre se quedó en silencio y yo decidí irme. No iba a formar parte de esto. Él era el único responsable.

Subí a mi cuarto y empecé a patear todo lo que había por delante. Estaba cansada de aguantar todo esto. Él sabía que yo tenía razón, que ese bebé era un absurdo intento de no perder a mi madre. Era cruel hacerle algo así a algo tan delicado.

Una vez me había logrado calmar me asomé a la ventana para ver si Dylan estaba allí pero no había nadie. Me senté un rato en la cama hasta que escuché que la puerta principal se cerraba. Bajé para ver qué pasaba. No había nadie, no sé a dónde se habían ido pero lo aproveché para ir a ver a Dylan.

Vi que la luz de su habitación estaba encendida así que me decidí a llamar al timbre. Le necesitaba, necesitaba estar con él.

Su madre abrió con dificultad y se apoyó en el marco de la puerta mientras se tambaleaba.

-¿Qué coño quieres tú, niñata? -Murmuró.

-Yo... sólo...

-Yo solo... -Dijo burlándose de mí.

-He venido a ver a Dylan.

-Oh, quieres ver a mi hijo, ¿no? -Empezó a alzar la voz.

-Para ya. Métete dentro y deja de hacer el ridículo.- Le dijo Dylan acercándose a la puerta.

-Yo no hago el ridículo. -Gritó ella. Él cerró la puerta y me cogió del brazo para alejarme de allí. Cuando le miré me fijé en que tenía el labio cortado y algo hinchado.

-¿Qué te ha pasado?-Dije asustada cogiéndole de la barbilla.

-No es nada, no te preocupes.

-¿Ha sido tu madre? ¿Te lo ha hecho ella?

-Ha bebido, su nuevo novio le ha dejado tirada y se ha pensado que estaba con otra así que... ha arrasado con el vino.

-¡Pero eso no es motivo para que te pegue!

-No es nada, ¿vale? Estoy acostumbrado a esto.

-Pues no, no quiero que te acostumbres a algo así. -Dije sofocada.

-Tranquila. -Rodeó mi cara con sus manos.

-Mi madre nunca acabó así por la infidelidad de mi padre, ¿por qué la tuya tiene que hacer eso?

-Supongo que todos estamos rotos por dentro. -Dijo encogiéndose de hombros. -Cuéntame qué ha pasado al final.

-Hemos discutido. Le he dicho a mi padre que le dijera a mi madre por qué motivo quería que yo volviera a casa.

-¿Y se lo ha contado?

-No, que va. Bueno, no lo sé. Me he ido antes de que contestara. Sabía que se inventaría cualquier cosa. Ahora se han ido pero no sé a dónde.

-Siento no haber estado aunque en parte me alegro de que me hayas dicho que no entrara contigo. Me da la sensación de que si lo hubiera hecho tu padre me hubiera matado. -Comentó riendo.

-No dejaría que te pusiera la mano encima.

-Lo sé.

-Oye tu... ¿Tu madre sabe que... estamos juntos?

-¿Juntos?- Me miró."Mierda"-Pensé. ¿Tenía que decir eso? ¿En serio? Quizá él no sentía que esto fuera una relación. Quizá él sólo buscaba algo informal o... ¡yo qué sé! -Me gusta como suena, eso de juntos. -Continuó. Suspiré de alivio.- No, no le cuento nada de mi vida privada a mi madre... al igual que tú a tus padres tampoco se lo has dicho.

-Es diferente. Mi padre no soportaría que estuviera contigo.

-¿Y eso no te parece maravilloso? Es decir, ¿acaso no te gusta joderle? -Pensé en lo que decía. En parte tenía razón. Decírselo haría que le sacara de quicio y se lo merecía pero, por otra parte, pensaba que las cosas estaban demasiado tensas para andar jugando con fuego.

-Dylan, se lo acabaré contando pero de momento...

-Ya lo sé. Tranquila. Me da igual que lo sepan o no.

Nos cogimos de la mano y terminamos volviendo al que se había convertido en nuestro sitio favorito: la playa.

Morir por él, matar por ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora