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Quince: La llave de los secretos.

一¡Señorita Kim!一. Escuché un grito tan fuerte que me hizo levantar el rostro, somnoliento. ¿Dónde mierda estaba? Pero conforme me despertaba caí en cuenta que me había quedado dormida en la maldita clase de genética. No tenía ganas de aprender nada sobre cromosomas y enfermedades, absolutamente nada. Ese día me dolía la cabeza y el cansancio ya me había pasado factura, pues Taehyung se estaba apareciendo todas las noches en mi habitación para tener sexo o simplemente porque quería. Definitivamente yo no iba a aguantar tanto y finalmente había caído dormida en el asiento. 

El profesor Yang era uno de los profesores más estrictos así que sabía que terminaría yendo a dirección o me botaría de clases para luego quedarme en detención por una hora después de toda la jornada estudiantil. 

Efectivamente fue así, porque me pidió que me retirara hacia la dirección, donde me llenaron el permiso para que fuera a detención ese día. Era mi primera vez yendo ahí, pero al menos podía irme a descansar a la enfermería luego de haber dicho que me encontraba algo enferma.

Cuando me recosté en la cama de la enfermería, miré al techo. Podría dormir tranquila por primera vez después de tanto tiempo. Taehyung desde que había abusado de mí se escabulle siempre que podía a mi habitación, incluso de día, y no me dejaba respirar. Siempre estaba pendiente de que no le traicionara, siempre...

Y no lo haría, aún no.

Cerré los ojos, tranquilizando y dejando que Morfeo me lleve y luego me traiga a la verdadera realidad donde mi padre estaba vivo y que Kim Taehyung solo era parte de mi imaginación. Realmente quería saber que esto era solo un sueño donde nadie querido estaba muerto, que  mi "tío" no hubiese abusado de mí como diez veces hasta el momento y que a pesar de no querer aquello, tenía que fingir que me gustaba y que tenía orgasmos. 

Podía sentir algo ahí, podía excitarme después de todo, pero mi mente se debatía en no sentir nada más, sino que solo deseaba en que se venga rápido al ponerme más dócil y pasiva, poniéndome más accesible para él; pero era inevitable que cuando él quería que lo monte yo sí sintiera placer, aunque después me lo recriminaba en silencio. No podía ni quería sentir placer cada vez que hacía esas suciedades con Taehyung, pero cada vez me era menos controlable, gracias que cada vez menos me dolía y mis paredes estaban más que acostumbradas a su ritmo y tamaño. 

Sentía que si un día llegase a tener un orgasmo, sería como admitir que entre toda la pesadilla que abarcaba Kim Taehyung, algo de él le gustaba a mi cuerpo y eso era su maldito pene. 

Era mi mente contra mi cuerpo. Una batalla completamente inútil. 

Me giré en la cama mirando a un lado, y no podía dormir ya. Mi cuerpo parecía estar alerta siempre, como si en algún momento Taehyung vendría ahí y terminaría tomándome en la escuela sin pudor, pero eso era imposible, él no haría eso porque estaba segura que él iría a recoger los papeles falsos para nuestra fuga, y tampoco nos expondría así de fácil. 

Cada vez más anhelaba el día que la fuga llegase para dispararle en la cabeza sin piedad. Realmente planeaba matarlo. 

La cortina que cubría mi espacio donde dormía se descubrió haciéndome girar. ¿Es que realmente Taehyung había venido? No obstante, logré ver a Jeon Jungkook aparecerse por ahí con los ojos como venado, tan preocupado como si siempre.

一¿Qué haces acá?一. Mi voz sonó grave cuando le pregunté, es que realmente no veo el por qué se aparecía por acá. Él parecía algo preocupado y realmente verle así no me sentaba bien, pues que existiera alguien preocupándose así por mí cuando no valgo la pena me abrumaba. Para Jungkook yo no debía ser importante y mucho más si planeaba desaparecer después de matar a Taehyung.