|Capítulo 4|

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Si hay algo que odio es mi clases de técnicas de marketing, no solo por que el profesor es un idiota, sino porque a unos metros delante estaba Kylian junto con la pelirroja de siempre, parecía que se pegaba a su brazo y el no hacia ni una queja ¿como es que el profesor no los separa? distraen a cualquiera, la chica no era su novia, eso lo sabía porque días antes en la entrada la había visto besándose con otro. La clase estaba por terminar y yo quería irme para gozar del maravilloso día aprovechando mi preciado tiempo.

—Señorita Rayson— Me llama mi profesor cuando pase por su lado, la clase había terminado, por ende estoy en mi tiempo libre y deseo mucho disfrutar de él— Le pido por favor que el próximo trabajo se esmere más, tiene información muy valiosa pero está poco ordenada—me entrega mi informe, genial, mas tarea— Se que usted podrá con eso, tiene potencial señorita.

Le doy las gracias con una sonrisa mientras me voy fuera, Kylian haciendo su aparición de siempre.

—Con que potencial eh— Habíamos salido de edificio y ya se estaba prendiendo un cigarrillo, la gente a nuestro alrededor nos miraba raro, lógico, al parecer corrían muchos rumores de Kylian, desde lo más peligroso a los más alocado que haya llegado a los oídos de cualquiera— A mi me fue excelente con ese informe.

—Le habrás hecho un favor al profesor seguro— Si sabemos de qué favor estamos hablando, fui a la esquina a esperar a Thomas, por suerte fue mi ultima materia del dia.

—No soy un burro, me va bien— Se encogió de hombros, apoyó su espalda en la pared de la esquina, como lo he visto hacer estos días.

Al parecer no se rindió cuando le dije que no quería que me lleve a mi casa sino que dijo que esperara a que yo me vaya, cosa que estuvo haciendo todos los dias de la semana.

— ¿Que estudias? —Le pregunté, hace días que tenia esa pregunta en mi mente.

—Contaduria, estoy en mi último año— dijo fumando una calada de su cigarrillo, interesante, se que un título como ese abre muchos caminos. 

—¿Sabes idiomas?

—Se italiano y un poco de portugués— Explicó, de pronto quería que me diga algo en cualquier idioma de esos, sonaría como una maravilla con esa voz, me mira y parece que lee mis pensamientos— i tuoi occhi mi fanno impazzire.

—¿Que mierda significa eso?—quede embobada, había sonado muy bien en sus labios, pero realmente no sé lo que dijo y ya me lo olvide como para buscarlo en traductor, sonrió mostrando sus dientes.

—Averigualo.

—No no no, ahora me explicas— Lo pare, él se estaba divirtiendo a lo grande con esto.

—Si te lo digo ya no es divertido— Contestó poniendo una mano en su bolsillo, dándole una calada al cigarrillo.

—No es divertido, dime— Me crucé de brazos.

—Si que lo es rizos— Una bocina suena del otro lado de la calle, no hacía falta que voltee para saber que Thomas había llegado— Te buscan rizos— Señaló el auto con la cabeza, iba a quedarme con la duda después de todo. Estar con Kylian era entretenido, pero hay veces que actúa de forma rara o hace cosas sin sentido, y ni hablar de cuando da órdenes, me saca de mi trance, incluso de mi zona de confort.

Después de un par de días más y aprovechando que Kim podia traerme a casa, sin esperar a Thomas, por fin llegó el viernes, ahora voy a poder dormir hasta tarde. Las chicas dijeron que hoy había una fiesta de fraternidad.

—Creo que voy a volver al trabajo— Me sobresalte al escuchar a mamá, saqué mis lentes que estaba usando, siempre los uso cuando tengo hacer algo en la computadora —Quiero decir, ya... estuve faltando mucho, no puedo dejar mis responsabilidades ¿o no? —Ella estaba de pijama en la puerta de la cocina, la mire en silencio, hace días que no sale de la cama y tampoco duerme por las noches, tiene ojeras debajo de los ojos. Que Dios me perdone pero estoy sorprendida de ver a mi madre en la cocina.

Secretos peligrososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora