El día estaba gris, y podría decirse que yo estaba igual que él, como si la tristeza del mundo se me calara en los huesos, en mi primera hora de la mañana, las gotas de lluvia ya golpeaban la ventana del salón, el profesor movía la boca, pero yo no escuchaba nada, como si no emitiera sonido. Ganas de vomitar aparecieron en un segundo y se fueron tan rápido como vinieron, tuve que haberle hecho caso a Thomas con el mensaje que me mandó <<No tendrias que ir hoy>>Agarre mi mochila y me fui de ahi bajo la mirada de todos. Pude respirar el aire fresco y húmedo en el campus, ajuste mi campera y me puse la capucha mientras iba caminando bajo el techo. Necesitaba aire.
— ¿Te aburriste tu también? —Oí decir a Jane cuando vino a mi lado junto con Demian. Negué con la cabeza.
—Solo quería salir de ahí— Ni siquiera pude aburrirme ya que no escuche ni una palabra de mi profesor, ella frunció el ceño y tocó mi brazo.
— ¿Estas bien Ellie? estás pálida— Preguntó, su frente se frunció, signo de que estaba preocupada. Asenti regalandole una sonrisa para que sepa que me encuentro bien, no estaba enferma ni nada, no quería preocuparla —Bien, escucha— Dijo emocionada señalando a Demian.
El me miro con una mueca de desagrado pero hablo.
—Los de fraternidad dijeron que habrá una fiesta, no sabemos cuándo pero ellos nos dirán— Dijo todavia seguia con el ceño fruncido, como si no quisiera hablar conmigo.
Siempre hacían fiestas así, ellos avisaban que la harían pero no decían cuando hasta un dia antes, casi siempre eran días de semana.
—Genial, avisame cuando sepas que dia— Le dije dándole una sonrisa que no me llego a los ojos, no tenía ganas de ir a una estúpida fiesta, solo quería irme a mi casa, a mi cama mejor dicho.
— ¿Escucharon lo de la fiesta?— Pregunto Bess, entrando a la conversación, ¿Acaso todos se saltaban las clases? —Creo que ya se cuando sera, o lo puedo averiguar— Dijo estirando el cuello para ver a un chico que pasaba por el campus, creo que ese chico vivía en una de las casas de fraternidad.
Ya había dejado de llover, solo un par de gotas caían, me fui de ahí despidiéndome, ellos me saludaron con la mano menos Bess que seguía mirando al chico que pasaba, como si fuera su nueva meta.
No quería saltarme ninguna clase, asique me aguante las siguientes horas, traté de concentrarme, al menos para pensar en algo, y que mi mente no me mate lentamente, pero no podia, queria irme. Odio este dia, odio lo que me hace recordar, odio a los profesores que no se callan y más que nada me odio a mi.
Cuando por fin terminó mi última clase, todos se pararon amontonándose en la salida, como siempre espere a que salgan todos y fui a mi auto, para mi mala suerte lo deje a una cuadra, cerca de la cafetería donde había ido una vez.
Pase por la esquina del lugar, cuando mi mirada se encontró con unos maravillosos ojos azules del otro lado de la ventana, capaz, necesite de esa persona con ojos atrapantes, de esa persona que se pone alegre los días de lluvia porque le recuerdan a su hermana, Trevor que estaba a su lado me hizo señas para que entre, mis amigas voltearon a verme, muchas miradas juntas, no podía. Sin más me puse la capucha y di los pocos pasos que me quedaban para subir a mi auto. Apreté el acelerador, yendo por la calle con my immortal de Evanescence, escuchando de fondo.
"...Desearía que tu te fueras, porque tu presencia todavía perdura aquí y no me dejara sola..."
Decía la letra, no pude haberme sentido más identificada con esa parte, si habria una forma de volver al pasado lo cambiaría todo.
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Secretos peligrosos
Teen FictionNo confíes en nadie, nadie es lo que tu crees. Un robo que se convierte en traición. Una historia que se convierte en tragedia. Un amor que se convierte en pasión. Podria decirse que esta es una historia con mas de lo mismo, llena de sorpresas. Si...