Secretos peligrosos

|Capítulo 19|

Kylian

Le di una última calada a mi cigarrillo y lo eche en el cenicero, espere que Shep se acercara al taller, salió de casa poniendose una remera. Todavia no habia despegado la vista de mi casa cuando se acercó, el techo que tuvo tantos arreglos, las ventanas viejas, mi hermano bajaba los últimos escalones de la entrada y podía imaginarme el crujido de las maderas. Era una simple casa para mi, dejó de ser mi hogar hace mucho tiempo, dejó de tener significado. No puedo entender como Shepley se sigue aferrando a ella, sigue viviendo aquí, aunque ahora esté solo, el no quiere irse.

— Hay que ponerle un carburador a aquella moto, el idiota que la trajo la chocó —Explicó. Señale el auto al lado mío esperando que me diga que hay que hacerle— A ese se le rompio la bomba y la trato de arreglar con cinta, trajeron el repuesto esta mañana.

— Yo me ocupo de eso —Dije empezando a trabajar.

— Me encargo de lo demás.
Había un auto más, al que Shep le dedicó toda su atención, pero antes de eso se metió dentro del taller y por supuesto puso música.

Desde que se nos ocurrió volver a abrir el taller estuvimos más unidos. Al principio fue raro, pero si queríamos mejorar la forma de vivir, teníamos que abrirlo y continuar donde lo había dejado papá. Pero lo que más me incomodaba era la casa, mi casa donde crecí estaba justo al lado. Hubo un tiempo en donde tenía una vida normal y tranquila. No se en que momento deje de preguntarme cuando cambie, solo se que cruzaba aquella puerta y las emociones cambiaban, la ira, ansiedad, odio, me invadian, incluso son las que parecen mas facil de controlar, todavía me aferro a esas emociones, todavía tengo la necesidad de descargarme de alguna manera. Tantas veces llorando, perdiendo el sueño, buscando consuelo donde no había nadie, me llevaron a la ira, a ser un lobo solitario. Al igual que Shepley, solo nos tenemos el uno al otro.

— Hable con Nat —Eso llamó su atención pero solo por un momento— Dijo que está preocupada.

— Tuvimos una pelea, no pasó nada —Me corto. Si piensan que yo soy una persona cerrada, no conocen a mi hermano, si estuviera rizos se reiria con ironía.

— Dijo que volviste a apostar —Silencio— ¿Por que mierda vas a esas estúpidas carreras ilegales? son una porqueria, sirven para sacarte plata en apuestas.

— ¡No actúes como el perfecto hermano mayor! No vengas a romperme las bolas —Grito, si también era fácil hacerlo enojar, se acercó a mí y me puse recto, solo le llevaba media cabeza de altura, pero la diferencia se notaba— Porque estudias, o podes mantenerte solo no quiere decir que me tenes que venir a controlar todo el puto tiempo.

— Entonces deja de hacer estupideces, Shep, no tenes que pensar solo en ti, ahora tenes una novia y esta embarazada — Se alejó llevando una mano a su pelo mientras negaba con la cabeza, como si antes no lo creia hasta que lo dije. No hacía ni una hora que estaba y ya peleamos. Estamos completamente podridos— ¿Que carajo pensas hacer?

Me dio la espalda, la ansiedad me recorrió el cuerpo, con la punta de los dedos haciéndome comezón prendí otro cigarrillo llevándolo a mis labios, el humo que pasó por mi garganta me tranquilizo y lo largue todo lentamente.

— Escuchame, si no sabes que hacer puedo ayudarte, si es por la plata yo puedo...

— No, no es eso —Respiro profundo, apoyó su espalda en la pared mientras se sentaba en el piso— Voy a esperar a ver qué quiere ella, es complicado Kylian.

Lo entiendo, mi hermano apenas puede mantenerse el solo, lo que menos pensó es que iba a ser padre a los veinte años, le queda mucho por vivir y por aprender, aparte de controlar su carácter. Mierda, ni siquiera yo pienso tener hijos ni ahora ni en mucho tiempo, tengo demasiadas cosas que hacer primero. Pero de algo estoy seguro, va a ser muy querido, porque nosotros sabemos lo que es tener un padre ausente y alcohólico, sabemos lo es ser malos padres, solo nos queda aprender a ser buenos.