|Capítulo 22|

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El cansancio físico que tengo me hará dormir por una semana entera, David si me estaba haciendo entrenar duro, incluso me dio una dieta en donde en ella no tengo que ingerir ni una gota de alcohol y mucas calorias. Salude a Karen y camine por la calle vacía hacia mi auto.

Otra vez era rara sensación de sentirme observada, mire sobre mi hombro y nada, solo unas pocas personas pero cada una sumergida en su mundo, camine hasta llegar a la esquina y la piel se me ponía de gallina con cada paso que daba, como si alguien tuviera su mirada clavada en mi nuca. Me estremecí entrando rápido al auto, tranquila, estás siendo paranoica. Me dije a mi misma mientras ponía el auto en marcha y prendía la radio a todo volumen.

Mi casa estaba silenciosa, cerré la puerta con llave y fui a mi habitación haciendo lo que tanto quería, tirarme en mi cama. Mis ojos se estaban cerrando cuando una alarma sonó en mi cabeza, recordé el robo, los miedos de mis padres, el trauma de mi madre, las charlas con el detective y que existe Tobias Ivanov. Agarre mi computadora y la posicione en mis piernas, lo primero que hice fue buscar Dextroy en internet, solo me aparecieron unos videos de Youtube, uno parecido al que había grabado yo pero no aparecian personas en este, solo los autos compitiendo. Segui buscando, cualquier pista que me de sobre Ivanov. Lo unico que encontre es más sobre las carreras y alguna gente estupida comparte fotos por instagram de aquel lugar que claramente es ilegal. De Ivanov lo que me apareció fue una pequeña biografía donde se titulaba Fracaso en piloto de carreras, cosa que me lleva a pensar que fue lo que lo llevó a meterse en carreras ilegales, si no triunfa en el mundo de lo legal, seguramente lo iba a hacer en el ilegal, dice que tiene veintisiete años y después de eso nada, ni donde vive, donde nació, absolutamente nada.

Ya había oscurecido y yo estaba con las luces apagadas porque ni me moleste en prenderlas, mi celular sonó sacándome de mis pensamientos.

— Hola —Antendi, todavía con la vista fija en la computadora.

— Estaba pensando que hacer hoy y lo único que se me ocurrió es molestar a mi pequeña nadadora —No pude evitar sonreír como una estupida.

— Crei que tenias cosas que hacer en el taller y estudiar para tus finales —Me pare dejando la computadora en la cama y caminando hacia mi ventana. Kylian estaba a meses de recibirse y esta en epoca de examenes por lo que menos quiero ahora es molestarlo.

— Si ya hice todo eso, ahora me estoy tomando un merecido descanso, ¿Que te parece ir a comer algo? —No puedo creer que estoy sonriendo como una idiota, oficialmente me tire del paracaídas.

Corrí la cortina de mi ventana  la calle estaba oscura y vacía, vi movimientos en la cuadra de enfrente, lo que yo supongo sera un gato— No, no puedo, hoy las chicas se querían juntar.

— ¿Todavía sigue en crisis tu amiga por sus problemas amorosos? —Estaba a punto de responder cuando se me corta la respiración, los raros movimientos que había visto en la calle no eran ilusiones mías, alguien estaba parado en la vereda de enfrente mirando justo hacia mi casa y podría jurar que hacia mi ventana— ¿Seguis ahi rizos?

Me quedé inmóvil y la persona a la que no le podía ver el rostro por lo oscura que la calle estaba— Hay... hay alguien ahí...

— ¿Donde? ¿Quien está? —Ahora su voz se escuchaba más alarmada y atenta.

No podía apartar la mirada de aquella figura del otro lado de la calle— Hay un hombre en frente de mi casa y está mirando... hacia mi ventana.

— No salgas, cierra todas la puertas y ventanas —Escuchaba movimientos del otro lado de la línea, seguramente era el moviendose por todos lados— Estoy yendo amor, quedate ahi.

Secretos peligrososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora