《He bad》 kookmin.
Él lo tiene cuando quiere, lo tiene cómo quiere, lo tiene porque quiere.
Él es tan malo.
Muy malo.
Él es el malo.
Él es el mal.
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/Narrador/
El rubio con cuidado terminó de recostar al pelinegro en su anterior cama, cama que era alimento de los animales de por allí.
El que vestía de negro terminó levantando su rostro frustrado al ver que lo habían descubierto con la guardia baja, Jimin pudo pensar que aquella guardia no parecía ser muy alta que digamos, ya que las heridas se provocaban por variadas razones, una era aquella que parecía arrastrarse por el suelo al igual que e herido frente a él.
El pelinegro con pesar se acomodó para que el dolor dejara de ser tan fuerte, tan penetrante y tan hostigoso, pero su intento ocasionó que Jimin se apresurara para querer sanar la herida, cosa que agradeció, pero no pudo dejar que aquello mitigara el dolor de la carne siendo abierta en uno de sus costados.
-Levanta la chaqueta -Habló Jimin peinando su cabello tras su oreja, pues poco podía ver con las claras hebras cubriendo su visión, una tarea compleja estaba ocurriendo bajo sus manos.
El otro lo hizo con desgano, estaba enojado por tener que hacer lo que le pedían una vez más, pero si quería vivir y contarlo, tenía que recuperarse lo antes posible... aun si eso constaba ser auxiliado por el rubio.
Observó con cuidado como el chico de cabello claro miraba su vientre preocupado y desistió de sus más extrañas ideas, no se veía capaz de dañarlo con la poca fuerza que tenía.
Era una herida un tanto larga y parecía no muy profunda, Jimin con miedo inspeccionó la zona, temía que el corte hubiera alcanzado algún órgano o algo por el estilo; sentía que se podría desangrar en cualquier instante.
-¿Fue un cuchillo? -Preguntó viendo como la sangre seca cerraba un poco las esquinas de la línea marrón y rojo oscuro en la piel del otro, no podía asegurar que su conjetura era cierta, pero creía estar en lo correcto de todas formas, no era nada casual, parecía premeditado.
-Algo así -Respondió el pelinegro a Park, su respuesta era vaga y poco confiable, pero respondió en su totalidad al rubio.
-Tengo que revisar cuan profunda es -Indicó antes de mirar al chico que portaba semejante marca -Seré gentil.
El otro soltó una risa débil -Claro que lo serás -Le respondió antes de mirarlo de una manera extraña para Jimin.
¿Cómo podía interpretar esas palabras? No lo sabía, pero comprendía que era malo en todos los aspectos, él solo dejo de respirar un poco y siguió con su trabajo, tenía el presentimiento de que le sería útil de alguna manera.
Lo complejo era el saber en qué lo podría ser.
Con algo de esfuerzo llevó sus manos hasta la piel que lucía bronceada a su parecer, no prestó mayor atención al tatuaje que amenazaba con salir desde el pecho del otro, solo se enfocó en la herida y en la sangre que brotaba de ella. Llevó dos de sus dedos a los costados de la línea marrón y tiró un poco la piel, esta se separó poco a poco, los ojos claros de Jimin se enfocaron en su interior, creyó ver un poco de lo que parecía ser la grasa del pelinegro y nada más. Probó otra vez con otra zona y observó como la sangre corría a borbotones al hacer aquello.
