13. Intentar.

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/Narrador/

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/Narrador/

La madera parecía estar mal apilada y las canastas regadas por el suelo, Park las levantó con cuidado, observó nuevamente hacia su ventana, no estaba el rostro de Jungkook asomado por ella. Recargó sus manos en la muralla de madera y suspiró rendido, se había metido sin querer en un gran problema.

Los minutos pasaban y el sol estaba terminando de esconderse, y con ello la brisa se tornaba fría, pero en aquella ocasión era más fría de lo usual. Caminó entonces con una de las canastas que había tejido su madre, la sostenía con confianza, en ella escondió los objetos que había encontrado, y para ocultarlos decidió llevar unas cuantas flores y hierbas en ella, tenía un padrastro un tanto curioso, por lo que prevenir aquello era necesario.

Al entrar se encontró con que la chimenea estaba siendo encendida, al parecer pasarían el resto de la noche viendo una que otra película mientras Jim dormía, se apresuró en subir por las escaleras hasta llegar al cuarto de su hermano menor, el pequeño estaba ocupado con unos cuadernos y lápices de colores.

Quiso escuchar un poco, pero la preocupación por saber lo que ocurría con Jungkook le resultó mayor, abrió con calma y actuó como normalmente lo haría una persona al entrar. Cerró tras de sí como un hábito reciente, notó que la comida había sido consumida y sonrió, el pelinegro dormía cómodamente en la gran cama, le resultó extraño ver a alguien no ocupar almohadas, porque todas las suyas estaban esparcidas por el suelo o el resto del espacio libre del colchón.

-Que rarito me he topado -Murmuró al recoger una que estaba cerca.

No quiso perturbar el sueño del otro, por lo que se quitó sus zapatos antes de dar cualquier paso, algunas de las tablas del suelo eran unas traicioneras en el descaso ajeno. Tomó las flores y las colocó junto a otras en algunos jarrones, la menta se podía sentir en sus dedos y eso le gustó.

Se preguntó que tipo de aromas le gustaban al tipo dormido en su cama.

Tomó los objetos que con suerte había encontrado y los escondió dentro de un pequeño cofre y lo ocultó sobre el ropero, esperaba poder ocultarlos bien de cualquier persona. Al menos no del dueño o eso quería hacer, pero luego volvía su mente la llamada de rato atrás, había otra persona herida y sonaba débil.

¿Acaso tenía cara de salvador que todos están heridos por ahí?

-Pobre Jesús -Susurró un tanto exasperado de lo increíble de la situación. Kook tenía un amigo y este no estaba muy lejos ni mejor que el pelinegro. Comenzó a pensar en como podría ayudar a ese otro sujeto, claro, estaba de manos atadas en toda la situación, pero estaba seguro de que se sentirá el doble de culpable si no le ayudaba.

Vamos, no es obligación suya, pero le era inevitable. No podía negarse en absoluto.

Esperó sentado en un taburete a que una idea viniera a él, pero casi nada llegó en los diez minutos que estuvo sentado. Al parecer su cerebro se había fundido junto a los últimos rayos de luz solar. Se vio obligado a encender una lámpara, la vanidad frente a él le mostraba el polvo en su rostro y el sudor en su cuello. Se vio decidido en el espejo antes de tomar un baño más, a ese paso desaparecería junto con el agua de tantos que se había dado en el día. Buscó en sus cosas y encontró una sudadera cómoda para usar por el momento.

Observó por la ventana el árbol y creyó tener la mejor idea del mundo, al menos la mejor que se le pudo ocurrir con su pequeño cerebro. Uniría muchas sábanas y crearía una escalera como mostraban las películas y demás en la televisión, pero luego recordó un factor importante en todo esto.

-Herido.

Sí, y así no podría mover ni un dedo.

Jungkook durante todo ese tiempo en el que pensó y discutió consigo mismo no despertó, su sueño no era para nada ligero como antes, esta vez realmente dormía. El rubio miró el colchón del suelo lleno de cojines, se recostó con cuidado de no hacer demasiado ruido, lentamente se quedó dormido.

Había algo mágico en su cuarto, era un templo para él, por lo que no se culpó por aquella hora en la que "descansó la vista". Miró al otro y nada, no había algún cambio que lo mantuviera alerta. Nada cambió ni cuando bajó a cenar y despedirse para ir a dormir. El rubio se preocupó, fácilmente unas cuatro horas se habían esfumado y el pelinegro no parecía tener ansias de despertar.

Park no paraba de ver de vez en cuando al otro, tenía una desagradable sensación de que si no lo cuidaba podría dejar de respirar. Paranoico a más no poder.

El reloj de su pared marcó las diez en punto, y Jimin brincó entre los cojines cuando Jungkook murmuró un insulto al intentar acomodarse, los ojos azules de Park no podían evitar mirarle, se sentía como un extraño animal preparado para diseccionar en la brevedad de su dormitorio.

-¿Disfrutas ver a la gente dormir? -Preguntó el pelinegro sin cambiar su socarrona, pero divertida sonrisa. Jimin no respondió y se escondió tras una almohada, el contorno de esta era suficiente para que Jimin mantuviera sus brazos ocupados, pero aún así sus ojos no se escondieron como de costumbre.

-Estoy protegido -Habló refiriéndose a lo que abrazaba con cariño -Nada podrá hacerme daño, ni tus insinuaciones subidas de tono.

Jeon notó el infantil comentario y rio más que divertido, en la leve penumbra se aseguró de notar el brillo de los ojos del otro, la extraña separación lo llevó a estirar su brazo en busca de quitar aquel escudo entre ellos, pero una vez más Jimin triunfó y lo sostuvo con sus muslos con firmeza.

Zona que sus oscuros ojos notaron rápidamente, el leve cambio alertó a Jimin, pero estaba seguro de que si quería información antes de partir con aquel amigo del pelinegro debía actuar de una forma más... más osada de lo habitual.

-¿Intentas algo pequeñín? -Preguntó al ver sin vergüenza alguna los muslos del rubio, aquellos pantalones cortos eran algo nuevo en el aburrido guardarropa del más bajo -Me gusta.

-Si intento algo o no, no es asunto tuyo -Aclaró llevando su pie hasta el borde de la cama, donde tímidamente empujó la rodilla de Jungkook atrás, no le permitiría tocarle -Pero creo que sé algo que te puede interesar.

Jeon complacido por la reciente actitud sonrió, las sorpresas invadían al rubio que horas atrás parecía haber sido sacado de alguna revista para evangélicos.

-¿Tú crees?

-Lo hago -Murmuró enseñando únicamente sus ojos tras la abultada tela, Jungkook inconscientemente encontró ese gesto atractivo y muy de su gusto. Le estaba agradando que siguiera sus juegos.

-Anda, vamos, dilo -Habló enseñando una sonrisa coqueta a Park.

-Lo traeré en un par de horas, no desesperes mucho -Comentó Jimin antes de sonreír -Será interesante ver lo que harás.

-Estoy deseándolo.

-Lo sé.

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Calicagirl📱: PTM, RPTM, RPTSM. amo este fic :c

Capítulo traído por el último mes del año, felices fiestas🐇❤.

《He bad》 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora