24. Takaba.

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/Narrador/

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/Narrador/

La noche había llegado para aquella casa, y parecía que todos dormían desconociendo lo que estaba por suceder en el cuarto del rubio primogénito. Yoongi estaba cargando sus bolsillos con sus pertenencias mientras que Jungkook guardaba un par de objetos en una mochila que Jimin le ofreció horas atrás, cosas poco importantes que Jimin quería llevar también, y que ambos podían cargar.

-Bajaré ahora -Aclaró Yoongi mientras abría la ventana, la brisa meció su cabello y el de Park, quien estaba ayudándole a bajar hasta el árbol que daba con su ventana. Ambos eran iluminados con la luz que se dejaba ver por las nubes, un clima casi perfecto para una escapada silenciosa.

-Ve con cuidado -Murmuró el rubio con un poco de pena en su voz.

-Sé lo que hago niño -Respondió Min cuando se deslizó hasta dar con la madera del árbol con sus pies y manos, con sigilo consiguió bajar. Los ojos azules de Jimin lo miraron detenidamente mientras analizaba sus movimientos... para el mayor fue algo escalofriante, y deseaba no ser estudiado de esa forma.

Era estremecedor el tener al rubio mirándole detenidamente, se sentía escudriñado. No le gustaba esa sensación en absoluto.

Jungkook en cambio, se concentraba en observar a Jimin que caminaba hasta él de forma casual, sus movimientos eran relajados y se veía como cualquier otro día. Sus manos peinaron su cabello débilmente enmarañado, notó como el ruido que ocasionaba el exterior se hacía presente en aquel cuarto, la oscuridad del mismo no brindaba mejor imagen de lo que sería el claro cabello de Park.

-¿Estás seguro de escapar así? -Preguntó el pelinegro una vez notó que el otro había tomado una mochila ignorando su pregunta -Jimin.

El rubio se detuvo frente a él y estiró su mano hasta Jeon frente a su rostro unos segundos -Nunca estuve dispuesto a renunciar a lo que he creído que está bien. No te preocupes por mi Jungkook, preocúpate por ti y todo irá como queremos.

Jeon suspirando tomó la mano de Park y lo tiró hasta él, el rostro del rubio estaba más cerca y eso lo hizo sonreír -No olvides que queda poco para que me mejore... y hay cosas que los enfermos no podían hacer, ¿lo has olvidado? Ahora estoy mucho mejor.

La sonrisa en voz baja del otro le hizo esfumar aquella atmosfera peligrosa que emanaba Jimin, al parecer el pequeño de rizos dorados tenía una determinación firme que había logrado amenazarlo con unas cuantas palabras, por suerte él era un especialista en evitar los problemas con bromas estúpidas.

Jungkook prefería no tomar ciertas cosas en serio.

-No lo olvidé, ahora vamos, te ayudaré a bajar -Exclamó colocándose de pie el rubio después de mirar a Jeon.

Yoongi notó como Jungkook salía de aquella ventana fácilmente, siendo seguido por Jimin quien lanzó algo dentro del cuarto antes de cerrar el marco de madera en su totalidad, Min observó lo fácil que le resultaba al campesino el bajar sin necesidad de tocar el árbol, al parecer estaba acostumbrado a lanzarse desde aquella altura, tal vez fue por apresurarse en huir, pero los movimientos eran lo bastante útiles para no dañarse con semejante altura.

《He bad》 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora