《He bad》 kookmin.

10. Olvidado.

/Narrador/

La agradable música de la radio sonaba en el interior del vehículo, el motor los transportaba con destino a su hogar, les quedaba menos de veinte minutos para llegar. Las preguntas e incertidumbre rondaban la cabeza clara de una mujer.

-¿Crees que será posible lo que dijeron los policías? -Preguntó la mujer de cabello rubio, parecía preocupada mientras miraba por el vidrio el paisaje de sembradíos y árboles frutales.

-Marie, si nos llamaron a todos para una reunión algo de cierto debe haber, ¿No crees? -Habló la pareja mientras conducía -Aunque no puedo creer que vengan a este pequeño pueblo, es increíble.

-Están escapando de la policía Thom, es lo más seguro esconderse en agujeros como este -Comentó mirando al hombre cabello castaño -Dónde no sabrán encontrar a alguien.

-Son tres, tienen que haberse escondido por algunas de las casas del sector -Comentó su conjetura a su esposa.

-Apresúrate, quiero volver a casa, estoy un tanto ansiosa desde que salimos de aquel lugar, llevamos mucho tiempo fuera de casa, me preocupan los niños.

-Espero que Jimin haya ordenado el granero como le pedí -Murmuró el hombre mientras aceleraba.

En casa la situación no mejoraba, el mayor de los hermanos intentaba preparar la comida, pero el juguetón de su hermano menor no dejaba de rondar a su alrededor, seguía curioso respecto a lo que había pasado.

-¡Ah, Jim! -Chilló el rubio al cortarse un poco su dedo, aquellas patatas tendrán que esperar un poco.

Los ojos inocentes del infante advirtieron el color rojo de la sangre, paró de jugar y se pasó a preocupar. Primero intentó ayudar, pero el rubio se lo negó rotundamente, estaba agotado física y mentalmente, pero no podía descansar, no hasta que llegaran sus padres.

-Lo siento Jiminnie -Murmuró el pequeño sosteniendo la ropa del mayor -No quería hacerte daño.

El mayor encendió la cocina y sonrió, el sangrado había parado, abrazó a su hermano menor y lo meneó unos segundos.

-Estoy bien, tu hermano es súper fuerte -Enseñó su dedo lastimado que ya no parecía sangrar -¿Lo ves?

-¡Wow! Eres como el señor de negro -Aclaró el castaño feliz analizando la falange del mayor, Jimin se planteó erradicar esas palabras e ideas de la cabeza de Jim, no podía permitir otro desliz como ocurrió con Jin hace una hora.

-Escucha, tenemos que guardar el secreto ¿Qué te parece? -Habló estando a la altura del menor -Será nuestro secreto, nadie debe saber de él ¿Está claro? Ni papá, ni mamá, nadie debe saber que está aquí.

-Pero... Jin lo sabe.

-Él guardará nuestro secreto, solo nosotros tres, ¿Bien? -El niño asintió y Park despeinó su cabello -Me aseguraré de llevarte en mi caballo por todo un mes, donde quieras ir.

-¡¿Enserio?! -El rubio asintió feliz -¡Wow!

El viejo gato pasó caminando entre los pies de Jimin, su cola erguida y orgullosa lo saludaba como cada día, algo extrañado lo observó. Siempre descansaba fuera de casa por esas horas del día, tomaba el sol y luego entraba junto a su padre.

-¿Papá? -Preguntó el rubio caminando hasta la sala, donde los recién llegados apenas estaban dejando sus pertenencias sobre dicho mueble. La mujer sonrió y abrazó a su hijo menor que corrió hasta ella, realmente la había extrañado.

-Hola Jimin -Saludó el hombre al rubio mayor -¿Cocinando tan temprano?

-Oh, sí, tenemos algo de hambre con Jim, ¿Verdad? -El pequeño asintió junto a su progenitora.

-Iré al cuarto cariño, sigo mareada -Aclaró la mujer tomando su bolso de mano, el pequeño castaño la ayudó -Oh, gracias amor.

-Bueno, supongo que te encargo la comida hijo -Habló el padre antes de ir junto a los otros dos -Oh, casi lo olvido, ¿Lograste limpiar un poco el granero?

Las manos ocupadas del rubio amenazaron con sudar y temblar, lo había olvidado -Lo olvidé, lo siento.

-Bueno, supongo que tendré que hacerlo yo -Sonrió y partió a la segunda planta. Los ojos color del mar de Park se asomaron con cautela por la puerta, podía escuchar como las pisadas se perdían tras el sonido de una puerta cerrarse.

Con alivio apretó la llave en uno de sus bolsillos, estaba seguro de que nadie entraría a su cuarto por nada del mundo y comprendía que Jungkook era bastante perceptivo, de seguro se mantendría callado y tranquilo esperando su regreso.

No estaba alejado de la realidad, no del todo, el pelinegro estaba concentrado en leer algo de un libro que encontró en el velador junto a él, había escuchado claramente el estrépito y las risas familiares al otro lado de la puerta. No sintió miedo, claro que no, nada lo asustaba, pero sí un poco de celos... eso fue lo que se permitió sentir.

-Hasta para los libros eres aburrido -Susurró viendo la portada, era asquerosamente simple e incolora, carecía de gracia.

Por cuarta vez miró el closet, intentaba identificar los colores que se asomaban por sus puertas, hurgó con calma por el velador de color blanco y tomó la fotografía fielmente enmarcada. Había una agradable foto de un Jimin en una alberca, era una gran fotografía, parecía genuina a sus ojos, pero lo que más resaltó fue la silueta mojada de Park en ella, se podía apreciar las prendas ceñidas a su silueta, algo sorprendente para Kook.

Al parecer aquel chico lindo tenía mucho más que ofrecer además de una linda sonrisa tímida, con una sonrisa dejó el objeto en su lugar, analizó todo a su alrededor y sonrió relajado, se acomodó una vez más esta vez intentando dormir.

-¿Donde estará Yoongi? -Preguntó al recordar a su amigo, no sabía donde había dejado su teléfono anoche después de haber corrido por tanto tiempo, de seguro lo había dejado olvidado por allí y era seguro que su amigo estaría llamándole totalmente preocupado.

Más que él mismo en verdad.

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Calicagirl📱: Iré apurando las cosas 7u7, es hora de dar de lleno con la verdad del fic uwu.❤