Capitulo 03.

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Me olvido.

Nathalie estaba en el despacho del diseñador, el que ahora usaba para dirigir la empresa, estaba parada frente al cuadro de Emilie, mirándolo fijamente, cada día que pasaba se volvía una versión femenina de Gabriel, todas sus muletillas se le habían pegado, incluso las que no debía saber. Detrás suyo entro Adrien dispuesto a contarle lo que había pasado hoy en la salida al parque, pero el aire que había en el lugar le hizo darse cuenta que las cosas no andaban bien.

─¿Nathalie?─ llamo su atención mientras se acercaba a ella, la mujer se gira con sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar ─¿Nathalie que paso?─ pregunto desesperado; temió lo peor

─Tu padre despertó─ musitó en tono bajo, el menor esboza una sonrisa ladina

─¿Por que esa cara?─ pregunto sorprendido ─¿Hay algo que no quieras decirme?

─Pasa que tu padre despertó, pero eso no estodo─ suspira y se gira para mirar de reojo el cuadro ─Él perdió la memoria─ comento sintiendo como si alguien clavara un gran puñal en el centro de su corazón

─Nathy─ musitó y la abrazo por detrás ─Dime que no te olvido─ dijo preocupado

─No lo hizo─ replicó ─Técnicamente─ lágrimas rebeldes empiezan a descender por sus mejillas ─No recuerda nada de lo nuestro, solo soy su asistente para el, y llama a gritos a tu madre─ se seca las lágrimas

─Pasaremos por esto, lo importante es que despertó─ se separa y la toma de los hombros girandola para que lo mire

─Debiste verlo. . .la forma en la que me hablo─ su labio tiembla y sus ojos amenazan con volver a soltar agua ─Me duele mucho─ libera unas lágrimas

─Lo se─ el rubio levanta su mano y con su dedo pulgar seca la gota de agua salada que descendía por la mejilla derecha de la mujer ─Pero tienes que ser paciente, ustedes tienen un amor muy fuerte y eso vence cualquier cosa─ la reconforto

─Parece que no es tan grande como el que tiene por tu madre─ suspira ─A ella si la recuerda

Adrien la abraza para callar sus dichos, estaba dejándose llevar por los nervios y el choque de emociones que provocó el estado de Gabriel, el sabia muy bien que su padre la amaba más que a nada y que pronto la recordaría.

─¿Puedo ir a verlo?─ pregunto separándose de ella

─No lo se. . .el médico dijo que tiene que recordar por si solo, y el no parece estar en este tiempo─ vuelve a suspirar ─Veremos en la visita de mañana─ agrego rendida

─Espero poder verlo─ musito bajando su vista

La asistente posó su mano sobre el hombro del chico y le regaló una sonrisa, luego ambos salieron de ese despacho y se fueron al comedor dispuestos a cenar juntos para cambiar el aire de ambos, no querían ser invadidos por la tristeza.

Un nuevo día cayó en toda la ciudad, la azabache se levantó renovada, fue hasta su armario y tomo su característico trajesillo ejecutivo, salvo que esta vez no uso su polera roja, la sustituyó por una camisa blanca; se colocó sus lentes y salió al exterior; en el comedor ya se encontraba Adrien desayunando ante la mirada de Jessie, esta había aprendido bien las lecciones que le dio Nathalie y hasta ya se podía afirmar que era como un clon suyo.

Miraculous: Nuestra Vida JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora