Miraculous: Nuestra Vida Juntos

Capitulo 23.💍

El gran día.

Nadja Chamack, se encontraba a unos metros de la torre Eiffel, justo delante del baner que se había confeccionado para la prensa, en este día se iba a llevar a cabo el mega evento del año, después de mucho tiempo estando encerrado en su mansión, Gabriel Agreste, el aclamado diseñador de modas, había dejado la comodidad de su casa para salir a las afueras y contarle al mundo que se casaría con su fiel asistente, Nathalie Sancoeur.

Después de estar doce años viudo, el platinado re hacia su vida con la persona que nadie creía que iba a elegir, su fiel y fría asistente, la cual fue la cara visible de la empresa durante los últimos años, si alguien pensaba en la marca Agreste años atras, automáticamente se les venía a la mente la cara de la mujer, fría y sin expresión, tomando las decisiones, o simplemente portando la tableta desde la cual Gabriel en persona se comunicaba.

─Quédense sintonizados, estas son las noricias. . .hoy es el gran día, finalmente nuestra estrella local en el mundo de la moda, Gabriel Agreste, vuelve a dar el si, en lo que promete ser el evento del año─ hablo la reportera con voz firme mirando directamente a la cámara, detrás suyo había un baner con las letras G y N, encerradas en corazones, todo realizado en colores negros, blancos y rojos, este último haciendo alusión al color favorito de la fémina ─Mientras esperamos que sea la hora pautada vamos a hacer un repaso por la vida de quienes hoy frente al sumo pontífice, darán el si─ continuo con su discurso ─Les recordamos que el predio de la torre Eiffel, y las cuatro manzanas a su alrededor permanecerán cerradas al público, por la ceremonia, y fiesta organizada en honor a la pareja─ comento con alegría, luego hace una pausa y se mueve, ahora de fondo se logra ver el altar, el cual estaba siendo arreglado por los ayudantes del evento ─Nathalie Sancoeur llego a la mansión Agreste cuando tenía apenas unos veintisiete años, joven y con un gran curriculum sobre su espalda no tardó en hacerse con el puesto de asistente ejecutiva en la mansión, por aquel entonces el señor Agreste se encontraba casado con su difunta esposa, la reconocida actriz y modelo Emilie Legrand; tras unos años de fiel servicio, a la flamante ejecutiva le tocó vivir el terrible fallecimiento de la dueña del hogar, su gran amiga había dejado el mundo terrenal de un momento a otro. Siendo muy joven le tocó hacerse cargo del pequeño Adrien, de la mansión, y el mega imperio de diseño, la marca Agreste─ mientras Nadja hablaba, a un costado suyo pasaban fotos de Nathalie, muchas de ellas eran las fotografías que se tomó en la sesión para le mode, en donde se anunció el casorio, y otras eran una de las pocas fotografías que esta tenía de antes de trabajar para los Agreste ─Siendo sinceros no tenemos muchos detalles de como esta mujer logro ganarse el amor de su codiciado jefe, la relación se desarrolló puertas adentro, pero de lo que estamos seguros es que en esta relación hay un gran amor, tan solo basta con ver la manera en la que ella lo mira─ suspira ─Siguiendo con la carrera de la señorita Sancoeur, tras la depresión de Gabriel por el fallecimiento de su esposa, y su confinamiento en su hogar, esta asumió años mas tarde, la mayoría de las funciones en la marca Agreste, fue socia en el equipo directivo, jefa del área ejecutiva, desarrolladora de relaciones comerciales, y la cara visible de toda la empresa, en muchas ocasiones, se la podía ver portando una tableta gris en la cual Gabriel hacia presencia sin dejar su apreciado hogar, pero no sólo fue útil en la empresa, dentro del hogar se encargaba de las tareas administrativas además de ser la institutriz y niñera del pequeño Agreste─ vuelve a caminar, regresando al baner antes mencionado ─Tras años de trabajo llegamos al gran día, el amor surgió entre esas paredes, y su mano derecha se convirtió en algo más que una simple asistente, en tan solo dos horas y veinticuatro minutos, será oficialmente la nueva señora Agreste

─Apaga eso que me estresa─ bufo la azabache mirando con furia el televisor, ya estaba harta de escuchar a la prensa hablar de ella