Miraculous: Nuestra Vida Juntos

Capitulo 33

Muy cerca del final.

Cuatro meses habían pasado de los acotencimientos ya leidos, Nathalie bajaba de la habitación con bastante alegría, su asistente le había avisado que alguien la buscaba, esta tenía puesta una blusa púrpura, con un cuello bastante alto, una falda ejecutiva de tuvo color gris que llegaba hasta sus tobillos, y unos tacos aguja color negros, en sus orejas unos pendientes largos dorados y con cristales azules, unos lentes completamente negros, y su cabello arreglado en un rodete alto.

─Señora Agreste─ musitó la pelirroja viendo bajar a la impronta mujer ─Su visita se encuentra en la sala─ agrego en tono serio, tratando de ser lo más formal que podía

─Gracias Jessie─ dijo, y se dirigió a la sala, allí la esperaba una mujer de pelo carre, castaña, con lentes de sol en su cabeza; y un vestido verde enteriso que pertenecía a la línea reciente de Gabriel ─Buenos dias─ saludo caminando apresuradamente hacia el sillón principal, para tomar asiento frente a la misteriosa mujer que solicitaba su presencia

─Hola Nath─ saludo cálidamente, la contraria sonrió al percatarse de quien era

─Buen look Emi─ contesto con tranquilidad

─Gracias por recibirme─ dijo rápidamente sin darle oportunidad a la azabache de intentar comenzar una conversación

─De nada─ suspira ─Y lo siento─ agrego rápidamente ─Pase por muchas cosas desde que tu. . .me volví susceptible

─Te entiendo. . .no es nada fácil, solemos volvernos sobre protectoras cuando somos madres─ ríe

─Fue muy lindo tu obsequio─ afirmó con tranquilidad ─Jessie lo guardo. . .y Amber lo ama

─Me alegro─ baja su mirada ─Yo solo quería discúlparme por todo, no lo hice porque quise

─Lo se─ hace una pausa ─No te juzgo, nosotros también cometimos nuestros errores─ sonrie

─Gracias─ suspira ─Quiero agradecerte por haber criado a Adrien como si fueras su madre, habla todo el tiempo de ti, y lo hace con tanto amor, que no puedo evitar sentirme orgullosa de ti, Amber tiene mucha suerte de ser tu hija

─No hice nada extraño─ desvía su vista ─Adrien necesitaba una mamá, y yo siempre quise ser una, la vida nos junto, aunque a Gabriel no le gustará. . .

─¿Como es eso?─ cuestionó, la de mechón teñido sonrió nuevamente

─Le afecto mucho tu partida. . .se volvió un hombre solitario y retraído, que solo hablaba con su asistente, y hasta aveces ni siquiera eso─ mira hacia una ventana ─Se molestaba por todo, y odiaba que aquella mujer sea cortes con su pequeño, según el, solo su madre podía darle cariño, y si ella no estaba nadie podria─ concentra su vista en la ojiverde ─Por suerte todo cambio, el volvió a ser el hombre carismático y alegre que solia ser

─Y ella se volvió su amada─ concluyó la castaña con una gran sonrisa, Nathalie sonrió también ─Desde el primer día siempre supe que lo querias─ baja su vista al suelo ─Jamás me sentí mal con eso, hasta el día de hoy no logro entenderlo, tenía la certeza que mi familia estaba a salvo contigo, y que si algo sucedía Gabriel encontraría la felicidad en ti, veo que no me equivoque, y estoy feliz, solo quisiera compartir esto con ustedes, no como una rival, ni como una enemiga, sino como la madre de Adrien, la cual tiene excelente relación con su ex marido y la nueva esposa de este, no pido más que eso

─Claro que puedes─ se levanta ─Debes aceptar que tu aparición causó una gran movida, pero aún te amamos como siembre─ la contraria se para ─Me gustaría que fueras madrina de Amber, si quieres, yo. . .no tengo amigas como para que ocupen el cargo, y Catherine esta demasiado lejos

─Me encantaria─ replicó con una amplia sonrisa pintada en su rostro ─Gracias

─Gracias a ti por ser tan paciente, y por habernos unido.

Ambas se abrazan y se quedan así durante varios minutos, recomponiendo la amistad que tuvieron hace tantos años, olvidando todo tipo de rencor y aspereza que este último tiempo había sembrado en ellas, ahora volvían a ser las cómplices que alguna vez fueron, salvo que ahora los roles se invertían.

Emilie se marchó de la mansión a paso lento, mientras que Nathalie se despedía de ella con la bebe en brazos, ella al igual que su madre levantaba su diminuto brazo y lo meneaba, tratando de copiar la accion de la adulta a la perfección. Luego de eso ambas ingresaron en la casa, y se dirigieron hacia el atelier para sorprender al rubio, en una visita inesperada de media tarde.

La noche se hizo presente, Adrien y Amber ya estaban sentados en la mesa aguardando que su madre y Jessie trajeran los alimentos, una vez ambas aparecieron por la puerta, los ojos de los hermanos brillaron con fascinación, la comida se veía y olía deliciosa.

─¿Adri quieres darle de comer a tu hermana?─ pregunto la mujer con alegría, el rubio nego

─No por esta noche, estoy hambriento y cansado, la sesión duro mucho tiempo─ se quejo ansioso de ingerir sus alimentos y lanzarse a su cama

─Esta bien─ se sienta al lado de su hija ─Yo le daré de comer a esta preciosura─ Amber ríe con fuerza, amaba cuando su madre le decía preciosa, de verdad era una niña prodigio, a su tan corta edad entendía muchas de las cosas que los adultos le decian, los médicos argumentaban que se debía a la fuerte interacción que tuvo con el entorno durante el embarazo, pero el maestro decía que era obra del poder de los miraculous

─Espero que esta noche no llores─ bufo viéndola con molestia, la infante frunció el seño ─Mañana tengo examen y si no duermo bien haré todo mal

─Adrien─ interrumpió la mujer con seriedad ─No le hables así, aun es pequeña, ella no tiene la culpa de tener pesadillas

─¿Por que no duerme con ustedes en vez de estar sola en esa inmensa habitacion?─ sugirió

─No hay espacio en el dormitorio─  replicó

─Excusas─ refutó

─¿Por que no duerme contigo?─ pregunto elevando una ceja

─¡¡Vos sos su madre!!─ exclamó decidido

─Basta─ interrumpió Plagg ─No es un juguete, es una niña

─Es verdad señorita Nathalie─ acotó Duusu

─El empezó─ se quejo  

─Es cierto─ musitó el modelo apenado ─Perdón Am─ mira a su hermanita ─¿Quieres dormir conmigo esta noche?─ pregunto apenado, la joven chillo feliz

─Buen niño─ acotó la de lentes con una sonrisa

─¡¡¡Familia!!!─ grito Gabriel desde la entrada, Nathalie tomo a la bebe y los tres fueron a su encuentro

─¿Que pasa amor?─ pregunto esta con intriga

─Miren─ dijo señalando hacia la escalera

Los tres se pararon y miraron en dirección al descanso de la escalera, allí en la sima de todo había un nuevo cuadro, inmenso como los de siempre, salvo que este ahora tenia pintado a la nueva señora de la casa, y a la nueva heredera del apellido Agreste.

─Es hermoso─ musitó la azabache con sus ojos húmedos por la emoción

─Mama─ balbuceo la infante extendiendo sus manos hacia el frente, tratando de alcanzar el cuadro en donde estaba la imagen de la azabache

─¿La escucharon?─ comento el rubio

─Mi nena hablo─ dijo Gabriel con orgullo

Los cuatro se fundieron en un abrazo, la bebe reía mientras volvía a repetir la frase que había dicho hacia tan solo unos instantes. Nada más que eso podía hacerlos felices.