🚨Capitulo 14.🚨

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Uniendonos además del matrimonio.

Las cosas de Nathalie ya se encontraban en el cuarto principal, el platinado estaba orgulloso de su trabajo, ahora venía la parte más difícil, tratar de consumar con su amada, tal vez suene apresurado e inoportuno, pero no podía resistirse más, además quería darle todas las muestras de amor posible, para que ella no dude de sus sentimientos.

La azabache regreso en la tarde junto con el menor, los dos estaban bastante risueños, habían pasado una mañana excelente, Adrien sin que se entere su padre, había faltado a clases, para acompañar a Nathalie al spa, era la primera travesura oficial que estos hacían, como algo más que asistente y asistido.

Una vez estuvieron en la casa, le ordenaron a Ana que prepare una deliciosa merienda, llena de dulces, el modelo estaba feliz, por primera vez en años esa mujer se atrevía a romper la estricta dieta, y si todo salía como el pensaba, jamás volvería a ver esos alimentos de aqui en mucho tiempo.

La noche no tardo en llegar, Gabriel estaba nervioso, y encerrado en su recámara, a la de mechón teñido le extraño aquella actitud, pero estaba tranquila, pensaba que se trataba de su dolor de cabeza y por eso lo dejo tranquilo.

Después de la cena Adrien le comento que iría a dar una vuelta por la ciudad, la invito a acompañarlo, pero la mujer se negó, por mucho que le gustará transformarse; estaba cansada y quería irse cuanto antes a la cama.

Nathalie se despidió del rubio amablemente y emprendió la retirada a su cuarto, subir aquellas escaleras fue tedioso, su piernas estaban tan relajadas que no querían moverse, con tranquilidad, se dirigió hacia su cuarto y abrió la puerta, solo quería lanzarse a su cama y dormir.

Al entrar se llevó una sorpresa; el lugar estaba vacío, los muebles saquedos y su cama ya no estaba, no podía creer lo que pasaba, se giro y se encaminó hasta la recámara de su amado, esperaba que el no se haya atrevido.

Estando frente a la entrada golpeó tres veces como acostumbra, la puerta se abrió sola ya que no estaba trabada, resignada termino de abrir la puerta e ingreso, el lugar estaba a oscuras, la mujer resopla cansada y enciende las luces para buscar alguna señal de su novio, una vez el lugar se ilumina, se percata que la habitación estaba llena de pétalos de rosas, en las paredes habían algunos de sus cuadros, una sonrisa boba se formó en su rostro, de pronto la puerta del baño se abre, y deja salir al platinado, vistiendo una camisa blanca, y unos
Pantalones marrones.

─¿Disculpe señor Agreste, mis cosas no están, estoy despedida?─ bromeó coqueta

─No señorita Sancoeur, ha sido ascendida─ se acerca rápidamente a ella y la toma de la cintura ─Como mi prometida ahora debes dormir aqui─ choca su mente con la suya

─¿Y si no quiero dormir aquí?─ lo basila juguetona

─Yo se que le gustará estar aquí.

Tras eso le planta un beso, bastante apasionado, ella eleva sus manos y envuelve su cuello, el hombre para de besarla, la mira y la vuelve a besar, esta vez con mucha más pasión, sin ningún tipo de restricción la mujer abre minuciosamente su boca y el hombre introduce su lengua, para darle a su amada su primer beso francés; ella se sentía en las nubes, tal acción le transmitía tantos sentimientos que por poco no sabia lo que hacía.

El hombre ya la tenia donde quería, de esta noche no pasaba, agarro sus caderas y las elevó, la mujer sigue el juego y da un leve salto para abrazar con sus piernas el torso del diseñador, este la sigue besando y se encamina a la cama, llegando a esta lanza de una forma violenta a Nathalie y esta cae quedando boca arriba, viendo fijamente a los ojos a su amado

─No quiero romper el clima─ hablo con su respiración algo agitada ─Pero quiero saber si estas lista─ musitó sonrojado

─Estoy lista─ susurro más sonrojada que el hombre

Este empieza a desabotonar  las mangas de su camisa, y se abalanza sobre la azabache, volviéndola a  besar, esta vez el beso fue corto ya que el hombre quería concentrarse en el cuello de su amada, la de ojos cielo daba leves gemidos extasiada por tal acción, cuando recuperó algo de su cordura elevó sus manos y comenzo a desabrochar los botones de su camisa, en minutos el torso del hombre estaba descubierto, mostrando aquel abdomen marcado que Nathalie ni se imaginaba que este tenía.

Sin poder evitarlo llevo ambas manos hasta ese espléndido abdomen y lo acarició, Gabriel sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo apenas sintió el contacto de su piel con las manos de su novia, aquella sensación no la había sentido nunca, ni siquiera con su adorada esposa. Entre besos y caricias, el hombre quedo solo en bóxer, se aleja de la dama y la mira de lejos.

─Me parece que usted tiene mucha ropa, no es justo─ bufo, luego la tomo de las manos y la levanto de la cama

Con sus delicadas manos, la abrazo, y se dirigió a la cremallera del vestido, la tomo con sus dedos y cuando menos se lo espero la bajo, quitando la prenda, dejando a la vista ese hermoso cuerpo niveo encerrado en un encaje rosa pastel.

─Mi color favorito─ musitó picaro

─T~To~Tonto─ bufo avergonzada

El hombre vuelve al ataque besando su cuello nuevamente, esta vez dejando marcas en el, para que todo el mundo sepa que estuvo por ahí, vuelve a llevar sus manos a la espalda de la mujer y desabrocha el bracier, quitandolo de ese escultural cuerpo, sin poder evitarlo, lleva sus dos manos a los pechos de Nathalie y los apreta, eran tan suaves que por su mente paso querer quedarse ahí para siempre, la mujer en desventaja y completamente sonrojada, baja sus manos y de un tirón le baja sus boxer dejando a la vista toda su masculinidad, era impresionante, sin dudarlo llevo sus manos a el y lo toco, estaba caliente, Gabriel deja de apretar sus pechos y gime, la azabache sonríe ladinamente, había encontrado sus parte débil, instantáneamente de un rápido movimiento se agachó, y le empezó a dar sexo oral.

Estuvieron así durante varios minutos, luego Gabriel la levanto, la beso, y la llevo hasta la cama, le retiro sus bragas y le abrió sus piernas de una forma brusca.

─Ahora será mía señora Agreste─ comento con su voz ronca por el extasis

Y sin mas, la embistió de forma rápida, Nathalie agradeció estar tan exitada que sus partes se habían lubricado, o esa bestia la habría lastimado, igual no tenía tiempo para pensar en eso, el extadis por tener a Gabriel dentro suyo no la dejaba pensar, el hombre mientras la embestía con firmeza, se acercó hasta ella y la beso, al mismo tiempo que con sus manos apretaba sus pechos.

─Te amo Nathalie─ susurro entre jadeos 

─Yo también Gabriel─ replicó gimiendo

Estuvieron asi durante varios minutos, hasta que Gabriel término, luego ambos se volvieron a besar y fueron hasta el cuarto de baño, finalizarán esa bella noche con un baño juntos, que seguramente tendría los mismos juegos que anteriormente realizaron.

Miraculous: Nuestra Vida JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora