Cap 81

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Itzitery

–Y eso no fue todo – dice Gastón entre risas – nuestras madres nos obligaron a hacer una fiesta de verdad de nuestros domingos de casi medio año

Nos cuenta que cuando tenían 12 años inventaron a sus compañeros aun fiesta de mentira donde la comida era confeti en crema de afeitar y que en medio de la desastrosa fiesta sin esperarlo sus madres volvieron de las compras más temprano encontrando a varios con el estómago revuelto y devolviendo la crema de afeitar… y obvio los castigaron

–Eran tremendos – digo entre risas y buscando aire

Volteo a ver a Matteo quien se encuentra rojo como un tomate y me mira con intensidad como si observarme fuera su pasatiempo favorito y sin pensarlo mi risa cesa y me permito observar como su sonrisa crece al ver que su mirada todavía me puede.

Miro sus ojos y recuerdo cuando en ellos me perdía y no era consciente del tiempo que los observaba porque me encanta su mirada es como que me transporta a un universo paralelo y me permito dejar que el racionalismo se tome vacaciones y me deje cometer locuras las cuales la gente encontraría como psicópatas.

–Ya te había dicho que amo el color de tus ojos – le digo sin pensar él sonríe

–No sabes cómo amo yo, perderme en esa selva que representa tu mirada – susurra acercándose a mi rostro

–Si lo sé – susurro de vuelta acercando mi rostro mas

Sus labios rozan los míos y me permito olvidar donde estoy y me acerco más si es posible su aliento llega a mi quitándome la voluntad y me permito cerrar los ojos un momento porque si sucede no quiero perdérmelo… apenas succiona mi labio inferior cuando ya no siento su cercanía.

Me levanto de la banca solo para ver quien interrumpió lo que espero ya hace casi cuatro meses… veo como Sebastián le reclama algo con unas hojas de color, los separan y me coloco entre los dos

–Que les pasa – medio grito – quien hacerle otra visita al director

Matteo niega y lo sueltan toma su mochila… se quiere ir, digo quiere porque Sebastián lo toma del codo y lo hace retroceder el primero con asco le quita de un tirón el agarre…

–Deja de joder Villalobos no me conoces – el antes mencionado se acerca a él

Pero me adelanto y los separo poniendo una mano en el pecho de cada uno de ellos quienes se miran como si quisiera matarse… un bufido se me escapa y luego ya no siento el pecho de Sebastián… cuando volteo a verlo un fuerte golpe en mi rostro es recibido

Me golpeo con las hojas que son la causa de su pelea

–Eres una perra – me tomo del brazo – jamás dejaras de serlo zorra

Levanta su mano dispuesto a pegarme, mi única acción es cerrar los ojos esperando el golpe… pero eso no sucede lo que siento es como su agarre desaparece.

Cuando abro los ojos veo el cuerpo de Sebastián en el suelo y a Gastón agarrando a un furioso Matteo que tiene la sangre de sujeto del piso noqueado… cuando se va no me da ni una mirada desaparece de la cafetería

Mi amiga me abraza siente mi temblor por el miedo de volver a ser golpeada siento como soy llevada por ella cuando soy consciente de que estamos en nuestro cuarto me permito llorar por qué no estoy segura si es porque fui humillada o porque no me miro como si fuera mi culpa lo sucedido.

–No me miro Lina – gimoteo – no me miro – ella sonríe

–Yo creo que hace más que eso – me muestra lo que golpeo mi rostro – mira está loco

–Yo creo que hace más que eso – me muestra lo que golpeo mi rostro – mira está loco

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–Car esto es – me quedo sin palabras

–Eso demuestra que está loco por ti – sonrió encantada – amiga ya perdónalo deja de hacerlo y hacerte sufrir

Con decisión salgo de mi cuarto corro la poca distancia que nos separa toco como una loca la puerta de su cuarto y un desconcertado Gastón abre la puerta antes de que hable lo cayo y con fuerza lo saco del cuarto el con una sonrisa entiende que no lo quiero aquí asiente y sin perder tiempo se va.

Cuando cierro la puerta miro a un asombrado Matteo solo con una toalla en la cintura sin creer que estoy aquí cierra y restriega sus ojos cuando vuelve a verme le muestro una sonrisa de burla

–Tranquilo soy yo, no soy un fantasma – el niega todavía con asombro

–Estas aquí – asiento mientas corto la distancia

–Quiero pedirte un favor

–El que quieras – dice seguro

Y sin perder el valor rozo mi boca con la suya no es que mi altura me lo permita es por eso que agradezco saber usar tacones

–Quiero que me ames

–Que – susurra

–Quiero que me hagas el amor









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