RECUERDOS (¿Spin-off? de Erkenci Kus)

6. Del episodio 30 - Un baile obligado

Había rechazado mi propuesta de matrimonio unos días antes y no lograba entender el motivo de por qué lo había hecho. Estaba seguro de que me quería, lo veía en sus ojos. En ellos se reflejaban todo el amor que sentía por mí y, aun así, rechazó mi propuesta. Más tarde, cuando me enteré del motivo por el que lo hizo... estallé.
Tenía que alejarme de ella como fuera, así que, tu tío Emre me reservó una habitación en un hotel del interior. Y, como bien sabes, ella me siguió.
La mañana fue un infierno, ya te lo he contado. Fue un infierno porque, aunque quería mantenerme alejado de ella, tu madre siempre ha sabido complicarlo todo. Aparecía por cualquier lado. El monitor de aquel seminario, al que me vi obligado a asistir, nos caló desde el primer momento. Nos hizo sentar juntos para la cena y me instó a bailar con ella.
Por supuesto, rechacé la propuesta en un primer momento, pero el malnacido sabía qué tecla tenía que tocar para conseguir lo que quería. Sólo tuvo que decir que le buscaría otra pareja de baile para que yo tirara la prudencia por la ventana.
Aquella noche, tu madre llevaba puesto un vestido blanco con el que estaba arrebatadora, vestida para matar como se suele decir.
¿Bailar con otro? ¿Así vestida? ¡Por encima de mi cadáver!
Así que... sí. La tomé de la mano y la saqué a bailar después de decirle al capullo aquel que si escribía un libro me avisara, sus tácticas, funcionaban.
No sé siquiera cómo puedo hablar de esto sin ruborizarme.
Sí, sí, no te rías. También nosotros podemos sentir vergüenza. No pude continuar bailando con ella. Estaba seguro de que, cualquiera que me mirara, podría ver la evidencia de cuánto la deseaba. Nunca he sido capaz de mirar a tu madre a los ojos y no echarme a temblar como una hoja. No logro pensar con coherencia cuando me mira con esos ojos de gacela que tiene. Esa mirada... me derrite. Así que, me marché. Dejándola en mitad de aquella pista de baile sola y con el corazón partido.