Serendipia; [ Harco ]

• 16: La huída.

Harry no se atrevía soltar a Draco, seguía sosteniendo su muñeca con fuerza hasta llegar a la entrada de la sala para fijarse si realmente era quien esperaba. Su corazón latía con tanta fuerza y no mentía en que la mano que sostenía su varita, se encontraba temblando por el miedo que sentía.

Fijó su mirada en aquel individuo que seguía quitando los últimos restos de ceniza en su túnica de auror. Piel blanca, con pecas, cabello rojo, alto y delgado. Definitivamente era Ron.

Suspiró aliviado y bajando la varita, el agarre en la muñeca de Draco se hizo más ligero pero no lo soltó. Lo siguió guiando a su lado.

—Ron, por Merlín, me diste un susto de muerte —habló atrayendo su atención.

Este tenía una cara de cansancio y confusión al mismo tiempo, quizás de verlo tomado de aquella manera con su enemigo.

—Pensé que estarías al tanto de mi llegada, Harry —este reclamó con voz ronca, quizás a un resfriado—, ¿Como están?

—¿Como está todo afuera?

Entrecerró sus ojos haciendo que Draco se parara detrás suyo justo cuando habían llegado a lado de la chimenea.

—Estan bien las cosas, Harry. Ya sabes, lo de siempre, mortifagos y más mortifagos que seguir, pero ninguno nos da el paradero del mago tenebroso —fijo su mirada en el chico detrás suyo—, Malfoy.

—Rey Weasley...

—Ron —su mirada volvió a examinar a su alrededor—, me llamo Ron. Este lugar es muy bueno, de verdad que esos mortifagos han tenido un lío en encontrarlos.

Draco estaba a punto de separarse pero se lo impidió, el agarre en su muñeca volvió a ser fuerte haciéndolo quejarse en voz baja.

—Ron —lo llamó para que dejará de mirar a su alrededor—, dime una cosa.

—¿Sobre qué, Harry?

—¿Que fue lo que te dijo Hermione cuando la conocimos en el expreso e Hogwarts?

Draco pareció comprender de inmediato porque su otra mano regresó a su brazo para sostenerse con fuerza, él volvió a alzar su varita justo hacia su amigo quién había puesto una expresión de total confusión, llegando a mostrarse herido y molesto por su atrevimiento de duda. 

El pelirrojo intentó dar un paso hacia donde ellos estaban pero se quedó quieto al ver que su amigo  estaba lo suficientemente decidido a atacarlo.

—Por Merlín, Harry, obviamente que nos saludo.

—Es cierto —susurró bajando la varita y caminando más cerca de la chimenea.

Con cautela, empujó más cerca al rubio para que pusiera un pie dentro de esta. Soltó su muñeca y cambio la varita hacia la otra mano.

—Entonces debemos de salir, las cosas han mejorado y...

—¿Donde esta Ron? —no podía dejar las cosas así—, ¿Eh?

—Harry, creo que estás afectado por tanto tiempo aquí encerrado...—notó como metía su mano dentro de su túnica—, mejor vengan. Vamos a tomar una copa y...

—¡Expelliarmus! —apuntó directo hacia a el para arrebatarle la varita que estaba a punto de sacar para atacar—, ¡Desmaius!

Aquél falso Ron terminó atravesando toda la sala llegando a dar contra el espejo que terminó hecho añicos, tomó la varita de aquel sujeto para comprobar que realmente no era la de su amigo. La partió en dos y se giró hacia Draco.