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Diego.

Me quedé unos minutos esperando a que Joaquín despertara, lo subí a su cama y me senté junto a ella, prestaba atención a cada detalle, me encontraba analizando a Joaco, delineando con la mirada cada una de sus facciones, estaba tan metido en mis pensamientos que no noté la presencia de Renata, la hermana menor de Joaco recargada en el marco de la puerta mirando la escena.

- ¿Todo bien por aquí? - habló Ren entrando, dejando una pastilla y dos vasos con agua sobre el buró junto a la cama.

- Él ya está mejor, se ve más calmado. - sonreí de lado y me levanté. - ¿Esto pasa seguido? - miré a Ren.

- Más de lo que debería, mi madre piensa que tiene esquizofrenia porque tiene los mismos síntomas que... -  frenó repentinamente, arrepintiéndose de lo que estaba por decir. - que alguien... mmm... cercano. -  y sin decir más salió de la habitación. 

 Tomé mi celular y marqué a casa, solo para avisarle a mamá que regresaría más tarde o incluso llegaría hasta mañana, lo entendió, entiende lo mucho que quiero a Joaco y porqué quería estar con él, terminé la llamada y volví a tomar mi lugar, esta vez en una posición más cómoda, 

Navegue un rato por redes sociales viendo y haciendo una que otra babosada en un live que acababa de comenzar hace poco, uní a mi mejor amiga Estefi, estábamos platicando y de un momento a otro la luz de la casa se fue.

- ¿Está todo bien Diego?- Tefi estaba riendo, yo intenté contestar cuando un ruido fuerte se escuchó en la planta baja, las risas cesaron y su rostro se puso pálido.

- Hey, amigo ¿seguro que solo estás con Joaquín? - su voz se cortaba, sonaba asustada. 

- Según yo sí ¿por qué lo dices? - miré hacia donde ella veía, la ventana estaba abierta una vez más. 

Me levanté de la silla y caminé hacia ella para cerrarla pues Joaquín estaba dormido y yo quería que él descansara bien, cerré la ventana y un ruido se produjo en la habitación cuando una de las pequeñas macetas que Joaco tenía en su buró cayó, llevando consigo mi celular, finalizando el live al caer al suelo. 

Caminé de regreso un poco asustado, me agaché a tomar el aparato y pude notar que estaba apagado. - que raro- dije en un susurro casi inaudible y cuando me levanté vi a Joaco parado frente a la ventana, se veía un tanto... extraño. 

- Hey, Joaquín ¿te sientes mejor? - me acerqué lentamente hacia él y tomé su hombro. 

No dio respuesta simplemente tomó mi mano, comenzó a apretarla de manera leve pero su fuerza aumentaba poco a poco. - Oye, Joaco me estás lastimando - intenté soltarme pero ésto sólo trajo consigo a un Joaquín enojado. 

- xefýgete apó ména - Susurró cerca de mi oído y soltando mi mano poco a poco.

- xefýgete apó ména - estaba repitiendo lo mismo una y otra vez, elevando su tono de voz.

- xefýgete apó ména - me gritó cerca, haciendo que mi primera reacción sea el caminar hacia atrás, intentando alejarme.

- Joaquín ¿te sientes bien? - mi voz temblaba, tenía miedo. 

- éxo - gritó fuerte, salí corriendo de la habitación, corriendo por el pasillo, en la planta baja estaba Renata, tumbada en el suelo, yo no entendía nada, me acerqué a ella y tome su cabeza con cuidado, la levanté lentamente colocandola sobre el sillón. 

- Ren ¿estás bien? Ren, contesta. - tomé uno de los cojines y le eché aire como pude, fui a la cocina y le di un poco de agua, luego de un rato abrió los ojos y comenzó a llorar.

- quiero que ésto termine - la abracé y no dije nada más.

Emilio.

Mi día no estaba siendo el mejor, luego de volver de la escuela, me encerré en mi habitación estuve terminando la canción que estaba escribiendo hace tiempo, tomé mi guitarra y comencé a tocar al azar. Estaba solo en la casa una vez más, pero tenía llamado más tarde con mi padre.

Decidí bajar a la cocina, el hambre me estaba matando y mientras preparaba algo de carne se escuchó como alguien azotaba la puerta en la planta alta. 

De manera sigilosa subí, llevando conmigo una de las escobas que estaban en el camino. No había nadie y cuando estaba por regresar a la cocina la puerta de la habitación de Eduardo se abrió lentamente, trague duro y caminé hacia ella. 

Solté la escoba y entré, hacía calor pero afuera estaba nublado, comencé a sofocarme y poco a poco mi vista se fue nublando, estaba mareado y al intentar dar un paso caí al suelo y todo se volvió negro. 

- Sigue luchando por lo que quieres, estoy orgulloso de ti - fue lo ultimo que escuché antes de oír lejos a Romi, su voz se acercaba un poco más a mi hasta que tomó mi mano y asustada comenzó a moverme, desperté lentamente, abriendo los ojos poco a poco hasta acoplarme a la luz.

- ¿Estás bien? ¿Que haces aquí? - Romi se veía asustada. 

- Yo estoy bien, pero no recuerdo que es lo que hago aquí. - mi cabeza dolía, me senté en la cama y respire tranquilamente, intentando calmarme. 

- ¿Seguro Emilio? , no quiero que estés jugando, papá me llamó, vas tarde a tu llamado y sabes que él es estricto con eso. - su rostro cambió a uno totalmente serio. 

- Si, será mejor irnos, no quiero que se moleste más. - tomé mi celular y noté los mensajes y llamadas perdidas de Joaquín, lo ignoré y regresé a la planta baja para comer algo rápido y salir con Romina al trabajo de papá.  

Salimos de la casa, Romi encendió el carro e iniciamos el viaje, me sentía raro, esa frase seguía dando vueltas en mi cabeza. 

- Enano ¿sabes que pasó en casa de tu amigo Joaquín? - miré a Romi, yo no sabía de que hablaba. 

- ¿De que hablas? - la miré.

- Cuando llegué la ambulancia estaba frente a su casa pero no vi nada más. - tomé mi celular y marqué el número de Joaquín, fue en vano, sonaba ocupado, intenté con los mensajes pero no le llegó ninguno. 

- ¿Todo bien? - Romi me miró. 

- En realidad no, tengo llamadas perdidas de Joaquín pero no les tomé importancia, ¿y si me necesitaba? - marqué una vez más y la respuesta fue la misma. 

- tranquilo, tal vez no puede contestar, cálmate un poco y deja la investigación en mis manos, mejor memoriza lo que grabarás o papá se va a molestar más contigo. - quitó el celular de mis manos y señaló el folder que estaba en mis piernas, lo tomé y comencé a leer, no lograba concentrarme, quería y algo en mi necesitaba saber si Joaquín estaba bien, quería saber que había pasado. 


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xefýgete apó ména (ξεφύγετε από μένα) - Aléjate de mi.

éxo (έξω) - Fuera

Helloooooo jajaja, ¿que ondiii? espero que estén muy bien, tenía mucho muuucho tiempo que no actualizaba, y les pido una enoorme disculpa pero pues, mi vida no andaba en mucho orden pero si, ya volví, ya estoy de regreso. 

Graaacias a Itzel y a Kiara por darme el empujoncito para seguir con ésto, espero les guste (no sé si lo lean, pero muchas gracias por sus bellos comentarios) 

Les dejo un capitulo cortito jaja pero creo que aclaré unas de sus dudas, si no fue así díganme para poder hacerlo. 

Gracias infinitas por esos 40k, espero seguir escribiendo para ustedes y que les guste mucho.

No olviden comentar y votar si así lo quieren, les mando mushos besos. 


Les amooooo.

PauG




Niño Bien  | En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora