21.

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Joaquín.

Mi estancia junto a Mailo en la biblioteca fue realmente divertida, a su lado la pasaba bien, me sentía protegido, seguro, pero por dentro sabia que no podía pasar nada más, prometí no encariñarme, prometí no gustar de él, pero ahora teníamos una cita, la cual estoy seguro Diego había planeado para mí y tal vez yo arruiné sus planes invitando a Emilio, no podía evitar sentirme mal, pero ya no había marcha atrás .

Me senté frente a él, lo observaba atento, veía sus rizos caer sobre su frente y a la vez eran removidos rápidamente para evitar tapar su visión, su rostro de concentración mientras intentaba comprender las letras impresas en aquel papel ya amarillento por el tiempo. Miré la hora, faltaban solo cinco minutos para entrar a clase, guardé mis cosas en mi mochila

- Emi, creo que es hora de irnos, ya es tarde y recuerda que el profesor entra temprano, vamos. - hable golpeando levemente su brazo para llamar su atención, mientras tomaba uno de los libros que tenía en la mesa y así dirigirme al mostrador para pedirlo prestado, una vez terminado la solicitud, volví mi vista hasta él y le hice una seña para que me siguiera, siendo así nuestra salida y nos dirigimos al salón corriendo.

Nos adentramos en el aula, siendo sigilosos, el profesor ya se encontraba ahí, cada quien se sentó y soltamos una leve risa al saber que no había notado nuestra ausencia.
Saqué mis cosas y saludé a Diego, se veía muy bien hoy, me sonrió y regresó su vista a la pizarra.

- Joven Bondoni, joven Osorio, se pide permiso para el acceso, a siguiente vez irán a la dirección con su inasistencia. - comencé a sudar frío, era la primera vez que me pasaba algo así.

- Entendido profesor, lo lamento, no volverá a suceder. - dijo Emilio desde la parte trasera.

-Si, no volverá a pasar.- hablé yo, sonriendole de lado al chico antes mencionado.

La clase dio inicio, la típica y aburrida clase de historia había pasado, dando entrada a las siguientes horas, ahora de Álgebra que para nada me gustaba.

Todo marchaba tranquilo hasta que una sensación extraña recorrió mi cuerpo, una que sólo sentía cuando Eduardo estaba presente, lo divise al otro lado de la puerta, mirando a Emilio, la expresión en su rostro transmitía su inmensa tristeza, el dolor al ver a Emi, estoy seguro lo mucho que extraña a su familia, me vi interrumpido por Diego, quien levemente tomó mi mano para atraer mi atención.

- ¿Estás bien? te vez pálido - lo miré, sus ojos color miel chocaron con los míos, estaba preocupado, por mi.

- Todo está bien, es sólo que... - miré la puerta una vez más y seguí. - Nada, no pasa nada -

(...)

Las horas pasaban rápido, quería salir de éste lugar lo antes posible, nuestro descanso inició, como era costumbre nos dirigimos a la cafetería, tomamos una bandeja y nos formamos para tomar nuestra comida.

- ¿Quieres fresas Joaco? - dijo Diego, estirándose para alcanzar un vaso de fresas con crema para mi, era de mis postres favoritos.

Una sonrisa inconsciente se dibujó en mi rostro al ver la acción de Diego. - Si, muchas gracias- fue lo último que dije para caminar hasta la mesa donde ya se encontraban mis amigos esperando.

- Ustedes dos ¿Están listos para su cita de la noche? - soltó Renata al llegar a la mesa, lo que al parecer tomó por sorpresa a más de uno, Diego con los ojos como platos, era la primera vez que lograba ver bien sus ojos miel y por otro lado se encontraba Emilio, con una expresión de seriedad mientras fulminaba a Diego con la mirada.

- De hecho, iremos todos. - corté el silencio que se había formado, mi comentario no pareció agradar mucho, sus miradas se posaron sobre mi haciéndome sentir extraño y decidí terminar mi comida en silencio.

- A mi me parece una gran idea - Habló esta vez Eli sonriendome y tomando mi mano en forma de apoyo.

- Iremos juntos entonces. - Any llegó desde la parte trasera, abriendo espacio para sentarse entre Diego y yo. - Yo los llevo, paso por ustedes a las 6:30 en casa de Joaquín. - dio un sorbo a la bebida que llevaba en la mano y chocó los cinco con Ren.

Terminamos nuestro almuerzo y caminamos de vuelta al aula de clases, Any y Ren  fueron en su dirección, mientras yo me quedé con Emilio y Diego.

- Entonces ¿nos veremos en tu casa Joaco? No sabía que iríamos todos - habló Emi, dando a entender que no estaba cómodo con la salida grupal.

- Yo tampoco, y fue mi idea - Diego tampoco estaba contento con la situación, y es que yo no era el más cómodo ahora. 

El resto del camino fue silencioso, tomé mi lugar habitual junto a Diego y mientras esperábamos la llegada del siguiente profesor debatíamos su siguiente cambio de look, podía sentir la mirada de Mailo a mis espaldas pero en lugar de alejarse, Diego se acercó un poco más a mi, siendo tan solo centímetros la distancia entre nosotros. 

Los minutos corrieron rápido y nuestro orientador llegó a indicar nuestra salida debido a la inasistencia de nuestro profesor, guardamos nuestras cosas y salimos a despejarnos para esperar la salida de Ren. 

Como era mi costumbre me dirigí a la biblioteca, seguido de Diego mientras Any y Eli se llevaban a Mailo a la cafetería, Diego tomó mi mochila y siguió caminando, para mi fue extraño pero no dije nada, entré y tomé algunos libros que había dejado apartados para terminar una de mis tareas pendientes, me senté en la mesa escogida por Diego, quedando frente a él.

- ¿Por qué me miras así? - Diego llevaba un rato mirándome, no me incomodaba pero era inevitable sonrojarme ante la mirada de sus lindos ojos color miel. 

- Me gusta cómo te ves concentrado. - sonrió, tomó mi mano y siguió hablando. - Eres muy bonito, Joaquín. - él iba a seguir, pero Emi entró por la puerta junto con Ren, Any y Eli.

- ¿Nos vamos? - Ren cruzó los brazos, solté rápidamente a Diego y guarde mis cosas como pude.

- Vámonos. - Coloqué mi mochila sobre mis hombros y caminé hacia ellos. 

Nos subimos al auto y pasamos a dejar a Diego, Any nos llevó a casa dejando a Emi en la suya, pude notar que estaba molesto, ni siquiera se despidió de mí.

Mi mejor amiga y mi hermana se encerraron en una habitación, dejándome a mi preparando la comida y alistando todo para la salida de hoy por la noche. 

(...)

El día pasó rápido, estaba terminando de darme una ducha, comencé a sentirme mal, pero ahora no era algo hacia mí, tenía un mal presentimiento y mi miedo más grande era que Eduardo intentara acercarse a Emilio una vez más, salí rápidamente y tomé mi celular buscando su contacto en la pantalla, marqué, dió dos tonos y nada, un tercero y Emilio no contestaba, el buzón sonaba, Emilio no había contestado.

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Lamento hacerles esperar tanto, ya ando más inspirada, lista para escribirles mucho y como lo merecen, gracias por tanto apoyo.

Una preguntita jaja ¿Les gustaría algún capítulo que tuviera narrativa por parte de Diego? Denme su opinión:3

El capítulo no me encantó, pero espero les guste.

Perdón por la hora 😔♥️

Sin más por el momento, me despido.

Que tengan una hermosa noche, descansen, les quiero mucho.

Con mucho love, Pau. 🐇💚

Niño Bien  | En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora