18.

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Emilio.

Una parte de mí quería creer que no era verdad, que sí fuese lo que estaba pensando Joaquín ya me habría contado, pero otra me decía que era verdad y que él nunca lo había mencionado.

Mi mente le daba vueltas intentando analizar cada instante, tenía sueño y mis ojos se pegaban poco a poco, pero un ruido no me dejó conciliarlo, me levanté de golpe y ví a Joaquín salir con dirección a mi casa.
Camine con cuidado hasta la ventana más cercana y me asomé a ver qué sucedía, alguien tomó mi hombro y volví mi mirada hacia esa persona, era Diego.

- ¿Qué está haciendo? - habló con voz ronca.
- Averiguando porqué Joaquín va a mi casa sin mi. - dije regresando mi vista a la ventana, pude ver a Romi derramando unas lágrimas ¿Qué está pasando?
- No es bueno espiar gente amigo, deberías hablar con él. - dió la vuelta para dirigirse al sanitario.

Me aleje de la ventana y volví a mí lugar mientras veía como mis amigos despertaban poco a poco, Joaquín regresó, entro rápido y fue directo a la planta alta, mis ganas de corres hacia él se vieron interrumpidas por una Renata proponiendo iniciar a preparar el desayuno, sonreí y sin más fuimos hacia la cocina comenzando a preparar la masa para los Hotcakes que a Renata se le habían antojado.

Joaquín bajó luego de unos minutos, se veía pálido, su mirada se veía fría, me acerqué a él y le sonreí.

- Buenos días, Joaco. - tome su hombro llamando su atención.
- Ho-hola Emi, buenos días. - me miró y una sonrisa escapó de sus labios, inconsciente a mí parecer.
- ¿Quieres ayudarnos? Estamos preparando HotCakes. - dije divertido tomando sus manos jalandolo hacia la cocina.

No tardamos mucho, fue más el desastre que ocasionamos gracias a nuestros juegos, la harina estaba regada por todo el suelo y a Eli se le había caído un huevo al suelo, nos sentamos a desayunar, apresurados para poder limpiar antes de que Eli, la mamá de Joaco bajara, que para evitar que fuera rápido, Diego y Ren le subieron el desayuno a la cama.

Luego de una hora, concluimos el desayuno, Diego recogió la mesa, Reni lavó los platos, Eli se encargó de limpiar la estufa y cuando todos terminaron subieron a cambiarse mientras Joaquín y yo nos encargamos del desastre del suelo.
Estábamos jugando, había juntado un poco de harina del suelo y la aventé hacia él, sus pestañas se cubrieron de color blanco, Joaquín tallo sus ojos intentando limpiarse, yo me reí levemente y en un descuido él había caído al suelo intentando alcanzar un trapo en la mesa, me acerqué a él pero también resbalé, me caí sobre él, nuestros rostros estaban a escasos centímetros, poco a poco me acercaba más a él y nuestras respiraciones se mezclaban lentamente.

- ¡JOAQUÍN, HIJO SUBE PORFAVOR! - Eli gritó desde la parte alta, haciendo que ambos nos sobresaltaramos y nos separamos al instante.
- Voy Ma' - gritó de igual forma Joaquín, sacudiéndose un poco intentando limpiarse lo más posible y corrió a la planta alta, mientras yo me quedé terminando de limpiar.

Era hora de irme, mamá daría una fiesta más tarde con sus amigas y me quería presente en ella, quería invitar a Joaquín, pero Diego y Eli se quedarían con ellos el resto del día, lo que me faltaba ¿Para qué? ¿Dormirán abrazados nuevamente?

- Tengo que irme chicos. - dije entrando a la habitación de Renata, dónde todos se encontraban.
- ¿Tan pronto te vas Emi? - dijo Eli bajando su mirada
- Si Mailo, quédate un rato más. - habló esta vez aquel chico de pequeños chinos haciendo un puchero.
- Si, me tengo que ir, mamá me necesita en casa, nos vemos mañana.- Sonreí despidiéndome de ellos con la mano y di la vuelta para bajar las escaleras, encontrándome con la señora Eli, de quién me despedí y seguí mi camino.

Joaquín.

Emilio se había ido, me había comentado sobre la fiesta de su mamá, pero algo más no me tenía tranquilo, cuando salí de la casa, pude ver que él me observaba desde la ventana, no le presté importancia pero sabía que tarde o temprano el preguntaría que es lo que sucede y yo tendría que darle una explicación sobre ésto.

Y es solo que no estoy listo, no estoy listo para contarle a él que su hermano tiene contacto conmigo, un hermano que falleció hace años y quiere comunicarse con su familia. ¿Suena extraño no? Se bien que él no me entendería, sé que me tomaría como un bicho raro o pensaría que estoy loco quizá, no quería, no quería perder a quien debo proteger.

Mi cabeza comenzaba a dar vueltas, me senté en la orilla de la cama intentando normalizar mi respiración, y es que, al volver de ver a Romina, Eduardo quería verme seguía en aquel cuarto.

«Lamento como te trate anoche, dejé que mis instintos me llevaran, es por ello que no puedo tener cerca a Emilio, él no me conoce, él no sabe de mí, era muy pequeño cuando yo ya no estaba.»

Y si, no estoy hablando con él frente a frente, su voz retumbaba en mi cabeza, dando vueltas y vueltas, es por ello que al bajar y encontrarme con mis amigos, me sentía perdido, desconectado.

El fin de semana pasó, una nueva semana dió inicio y la escuela ya no era aburrida, siempre encontraba un refugio en la biblioteca que me hacía sentir en paz, protegido de cualquiera que quisiera hacer daño, en el salón comenzaron a llamarme "Matadito" ya saben, los apodos no faltan cuando eres aplicado, pero no les tomaba importancia, no valía la pena.
Las cosas con Emilio van bien, claro que aún no menciono nada sobre su hermano, la única persona que lo sabe es Reni, aunque, comienzo a sospechar que Diego sabe algo, me encontró hablando con Reni una vez en la casa, entro sin avisar y seguro escuchó algo, debía hablar con él pero  no sabía cómo.

Me encontraba en la biblioteca, revisando un libro de Expresión Oral, estaba concluyendo mi primer proyecto individual del semestre, cuando despegue la vista de aquellas hojas amarillentas me encontré con unos ojos color chocolate, aquellos que se estaba volviendo mis favoritos.

- ¿Que tanto haces Joaquinsito? - aquel ruloso sonrió, yo también lo hice, me gustaba mucho que me llamara así.

- Terminando una tarea, siempre es bueno adelantarlas. - reí regresando mi vista al libro.

- Mejor, vamos a comer algo, Eli y Diego nos están esperando en la cafetería. - tomó mi mano y me jalo hacia él, tropecé con mi mochila y una vez más, nuestros rostros quedron a escasos centímetros, me acerqué poco a poco, lentamente, me gustaba sentir su respiración cerca, miré sus labios, estábamos apunto de unirlos cuando de pronto algo retumbó en mi mente.

« Cuida tu distancia de Mailo, no quiero que lo lastimes por mi culpa. »

Desvíe mi rostro, Emi depósito un cálido beso en mi mejilla, suspiré y me separé para mirarlo.

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Holiiibirips, como están?

Amigues, perdón por tardarme en actualizar, estos días tuve un bajón, pero ya estoy de regreso, lo lamento.

En otras noticias, GRACIAS INFINITAS POR ESOS 4K, en verdad muchísimas gracias por el apoyo, estoy dando mi 200% para ustedes.

Espero que les haya gustado, no olviden comentar y votar, si gustan, también pueden dejarme algunas cositas que les gustaría leer, sin frío jajaja.

Sin más por el momento, me despido.

Con musho love, Pau.🐰💚

Niño Bien  | En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora