Capítulo 3

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Ray, Sirius y Luka estaban en fila con expresión seria. Frente a ellos, se encontraban varios hombres con sus manos atadas a la espalda, vistiendo uniformes que los identificaban como miembros del Ejército Rojo.

(¿Qué demonios ha pasado?)

Sirius: ¿Por qué habéis atacado nuestra sede?

Soldados Rojos: ....

Sirius: ¿Quién lo ordeno?

Soldados Rojos: ....

Sirius: No pensáis decir nada, ¿huh?

Mientras Sirius interrogaba a los hombres, Ray y Luka estaban a cada lado en silencio. Su estricto mutismo era casi tan aterrador como las implacables preguntas de Sirius. La expresión que los tres tenían en sus caras hizo que un frio helado recorriera mi espalda.

(No os parecéis a las personas con las que hable tan alegremente en la cena.)

(¿Quién sois? ¡Ni siquiera lo sé!)

Una parte de mi mente gritaba llena de pánico, diciéndome que no debía estar ahí y que tenía que irme inmediatamente. Y, aun así, seguía ahí plantada en el suelo y todo lo que podía hacer era permanecer allí y observar.

Luka: Así no vamos a ninguna parte

Sirius: Luka...

Luka: No van a hablar, no importa lo que digas. Lo cual significa...

(Un momento, ¿qué quiere decir?)

Miraba con un creciente terror como Luka sacaba la larga espada que se encontraba en su espalda. Miro a los hombres que estaban frente a él, sus ojos eran como los de un cazador acechando a su presa.

Luka: Nuestra única opción es hacer que hablen.

Me tape la boca con las manos cuando Luka comenzó a deslizar su espada fuera de su vaina.

Ray: Luka, retirare. Este es mi trabajo.

La voz de Ray sonó tranquila, pero no ocurrió lo mismo con el repentino gemido metalizo que movió el aire.

(¡Oh no!)

Soldados Rojos: Geh....

La punta de la espada de Ray estaba presionada contra el cuello del soldado que se encontraba en el medio. De repente me alegre de tener las manos en la boca o habría gritado.

Ray: Escuchad. Sino empezáis a hablar, os matare en este momento, como venganza por los crímenes que habéis cometido contra mis hombres. No dejare a ninguno con vida.

Soldados Rojos: ¡Waah!

(No es un farol.)

(Realmente vas a hacerles daño. No solo eso.... Vas a matarlos.)

Ray: Solo lo volveré a preguntar una última vez. ¿Quién ha ordenado esto? No, esperad. ¿Lo ha ordenado el Rey de Corazones, Lancelot?

El silencio se prolongó durante tanto tiempo que temí por sus vidas, pero al final, el hombre con la espada al cuello comenzó a hablar.

Soldado Rojo 1: No habíaórdenes. Hicimos esto por voluntad propia. Solo queríamos una cosa y esa era...tu cabeza, Ray Blackwell.

Ray frunció ligeramente el ceño, pero no dijo nada y la punta de su espada nunca vacilo.

Soldado Rojo 1: Sin duda el Rey Lancelot estaría encantado si le llevamos tu cabeza. ¡Y entonces, seriamos ascendidos a los rangos más altos!

Ray: Ya veo.Finalmente comprendo vuestras intenciones.

Ikemen Revolution en Español [Ruta Ray Blackwell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora