HARRY STYLES: House Party Tour [Libro #1]

Capítulo Tres

Capítulo tres.

Joy.

— ¿Por qué me obligas a hacer esto?

—No quiero ser grosera contigo hermanita, pero deja de estar quejándote.

—Pues yo no estaría quejándome si no me hubieras involucrado en algo ilegal. No está bien colarse en un show sin pagar.

—Si quieres puedes irte —ella se cruza de brazos— pero eso sí, no sé qué le dirás a nuestros padres cuando te vean regresar a casa.

Lo único que hago es apretar los dientes, por más que quiera irme no puedo. En primer lugar, no tengo en que irme y me da miedo caminar sola de noche; en segundo lugar, no sabría explicarle a mis padres porque he vuelto. Y en tercer lugar, no quiero irme, aunque este actuando como si quisiera. Son los nervios los que me hacen actuar de esta forma.

—Está es la primera y última vez que me involucras en algo como esto —empiezo a caminar y dejo a ambas atrás.

Es mentira lo que digo pero solo no quería que Jamie se quedara con la última palabra.

— ¡Chicas cálmense! Este no es el momento, ni el lugar adecuado para discutir —Macey trata de relajar el ambiente.

—Pensé que te gustaba Harry y te traje porque pensé que te haría feliz verlo —mi hermana ahora camina junto a mí.

—Nunca he dicho lo contrario pero la forma en que haremos esto me pone los pelos de punta, imagínate que su equipo de seguridad se dé cuenta que nos hemos colado. Te has puesto a pensar en eso, que Harry nos verá con mala cara.

—Él no haría eso. Tal vez se molestaría y nos sacaría de la casa —se mete en la conversación Macey.

—Pero se imaginan eso, ¡qué vergüenza!

Sé que él no haría semejante cosa pero mi mente no deja de imaginar múltiples escenarios vergonzosos.

¡Dios mío! Hablo como si lo conociera.

—Cómo si él nos fuera a recordar —bufa mi hermana y rueda los ojos.

—Claro que nos recordará, como las tres chifladas.

Mi hermana y su amiga de echan a reír y la risa de ambas es escandalosa, lo cual me enoja más.

—Joy, cariño, nada de lo que pasa por esa linda cabecita pasará —le da leves toques a mi cabeza y yo le doy un golpe a su mano para que deje de hacerlo— confía en nosotras que somos las expertas en estos temas y créeme, todo saldrá mejor de lo que piensas.

—Así es Joy, tú solo disfruta de este día —me alienta Macey.

—Odio la tranquilidad con la que manejan esto, las envidio.

—Algún día lo harás, hermanita.

—Lo dudo mucho.

Ellas ya no dicen nada y yo tampoco, escucho murmullos y música de una lujosa casa y sé que hemos llegado. Las manos me han empezado a sudar y a temblar, no sé cómo piensan entrar, sólo espero que no me vayan hacer trepar una pared para poder colarnos a esta casa.

— ¿Listas? —pregunta con gran entusiasmo mi hermana.

— ¡Sí! —responde con gran emoción su amiga.

Jamie dirige su mirada hacia mí y yo lo único que hago es asentir y le regalo una sonrisa forzada. Ella lo toma como una buena señal, sin saber que por dentro yo estoy colapsando y enumerando todas las cosas que podrían salir mal.